¿En qué se diferencia el TDAH de los niños del de las niñas?

Entre el 5 y el 7% de los niños y adolescentes tiene TDAH. Este trastorno es de 2 a 2,5 veces más prevalente en los chicos que en las chicas. Sin embargo, esta diferencia disminuye con la edad y tiende a equilibrase.

Esto se debe a que este trastorno pasa más desapercibido en las niñas, lo que supone un reto a la hora de conseguir un diagnóstico correcto.

"El TDAH también se da en adultos, y es más complicado que en niños. Y en la mujer se complica todavía más porque las pruebas diagnósticas se han basado en el TDAH del varón, que es más llamativo porque es más impulsivo, agresivo en ocasiones, que hace que despierte más preocupación en familias y escuelas y en la sociedad en general", explica el Dr. Miquel Casas, catedrático de Psiquiatría Honorario de la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Programa "SJD MIND Escuelas" del Hospital San Juan de Dios de Barcelona.

En cambio, el TDAH pasa "más desapercibido en ellas -continúa el psiquiatra- porque predomina el patrón inatento. Así, la hiperactividad o impulsividad se camuflan bajo risas inmotivadas, parloteo sinsentido, aspectos que muchas veces la mujer intenta modificar. Y eso hace que no estén muchas diagnosticadas".

"Son menos impulsivas, pasan por despistadas, por raraso que hacen eso para llamar la atención", añade el doctor en la presentación del capítulo "TDAH con perspectiva de género", publicado en el Libro Blanco sobre Salud y Género en España del Observatorio de Salud (Ods) y Estudio de comunicación con la colaboración de Takeda.

En él se recogen las principales diferencias entre hombres y mujeres que conviven con este trastorno.

"El 50% de los pacientes diagnosticados en la infancia continúan con el cuadro clínico en la vida adulta. Las diferencias de sintomatología por género aparecen en los primeros años y se mantienen después", incide la doctora María Jesús Mardomingo, profesora de Psiquiatría infantil en la Universidad Complutense y exjefa de Psiquiatría y Psicología Infantil en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

"Tener en cuenta esta perspectiva de género -prosigue- contribuye a que el cuadro de niñas se detecte antes y sea mejor diagnóstico y evolución".

Algo clave, ya que "los pacientes con TDAH sufren mucho porque les cuesta que sean reconocidos como pacientes, las mujeres con TDAH mucho más", hace hincapié el doctor Casas.

Por eso, resulta crucial abordar el TDAH de forma concreta en las niñas y adolescentes, y no pensar de forma errónea que las mujeres están menos afectadas por el TDAH por ser menos impulsivas.

En cuanto a si este patrón inatento es diferente en niñas y en mujeres, la doctora Mardomingo explica que las "dificultades de atención y comprensión empiezan muy pronto y son notables en las niñas. El 50% de los pacientes con TDAH tienen problemas de aprendizaje en la infancia y eso afecta más a las niñas. Y persisten en la mujer adulta".

El doctor Casas, por su parte, explica que con los años, "ellas van perdiendo amigos, parejas... En ellos este trastorno causa menos problemas en la edad adulta".

En todo caso "es una cruz", es un factor muy estresante para las personas que padecen TDAH ya desde niños, y cuando llegan a la edad adulta resulta que "no tenemos clínicos formados en TDAH en adulto, ni de hombres ni de mujer", añade Casas, que recuerda se trata de un trastorno complejo hasta el punto de que entre el 20 y 25% de los pacientes con enfermedades psiquiátricas tienen TDAH. No sabemos si aparece el TDAH antes o después de la enfermedad psiquiátrica".

"El TDAH también se cura", asegura la doctora Mardomingo. "Es decir, puede llegar un momento en el que no necesitan medicación. En las mujeres el cuadro clínico tiende a persistir más por la ansiedad, pero también pueden curarse", añade.

Y para ello resulta esencial un correcto diagnóstico. En este sentido, ambos expertos coinciden en que resulta imprescindible mejorar la calidad de la atención sanitaria y favorecer el acceso de los profesionales de la salud mental a cursos de formación específicos a fin de evitar el exceso de diagnósticos en los niños y el déficit de diagnósticos en las niñas; que se atribuyan características a las niñas que no se deben al sexo, sino a la perspectiva de género con que se enfocan, y permitir efectuar un correcto diagnóstico también en la etapa adulta.

Solo así se logrará, según ambos doctores, mejorar el abordaje del TDAH, así como la calidad de vida de todos estos pacientes.