Estreno

«The Way» y la distopía galesa

Este drama que se estrenó el pasado martes 25 de junio en Filmin, refleja el colapso de la ciudad de Port Talbot y de la familia Driscoll,

«The Way» y la distopía galesa
«The Way» y la distopía galesaBBC

En toda la ciudad de Port Talbot se puede apreciar la llama que corona la acería de esta pequeña ciudad portuaria del sur de Gales. Según la leyenda, si esa llama se apaga, será el fin de Port Talbot, un hecho que ocurre al inicio del primer capítulo y desencadena los eventos de la primera ficción dirigida por el actor británico Michael Sheen, quien también actúa en esta serie llena de simbolismos y sentimientos de pertenencia, que ya se encuentra dentro de la oferta de Filmin, que nos tiene acostumbrados a un excelente catálogo de cine europeo, variado y a menudo extravagante y que de vez en cuando también nos ofrece grandes series, como este drama social recién llegado del Reino Unido, con el sello distintivo de la BBC. «The Way» narra, en tres horas divididas en cuatro episodios, el duelo de una familia desamparada, obligada a huir de su pueblo natal tras una nueva huelga general en Port Talbot, la cuna del sindicalismo galés y orgullo de la clase trabajadora británica. La acería de esta pequeña ciudad galesa lleva años en decadencia debido al mal mantenimiento de sus infraestructuras y a los constantes rumores de cierre definitivo.

Visualmente deslumbrante

Con una potente imagen visual, gracias al trabajo del documentalista británico Adam Curtis, y un argumento a veces desolador, obra del dramaturgo Jamie Graham, la serie está ambientada en el lugar de nacimiento del director Michael Sheen. Este trío británico ha creado en cuatro episodios una obra llena de pertenencia y simbolismos, exponiendo un trauma generacional que impide a una pequeña localidad avanzar hacia un futuro próspero, condenando a las generaciones venideras a un nivel de vida inferior al de sus progenitores. Este paralelismo se puede observar también en nuestro país, donde el estancamiento salarial y el aumento de los costos de vida hacen que muchos jóvenes se vean obligados a vivir en pequeñas viviendas compartidas o en casa de sus padres, con la esperanza remota de algún día ser propietarios.

Éxodo familiar

En 1984, Denny Driscoll, interpretado por Michael Sheen, se suicida después de perder la batalla en la huelga minera en el territorio portuario galés a principios de los ochenta. Este trágico desenlace borra el espíritu anarquista y sindicalista de su hijo Geoff, interpretado por Steffan Rhodri, quien además es el delegado sindical de la acería de Port Talbot. La actitud servicial de Geoff hacia los dueños de la fábrica y su falta de espíritu de lucha provocan un distanciamiento con su familia, culminando en el final de su matrimonio con Dee (Mali Harries) y la pérdida total de la relación con sus hijos Owen (Callum Scott Howells), un traficante de poca monta en proceso de desintoxicación, y Thea (Sophie Melville), una policía local. Un día, un accidente mortal en la acería de Port Talbot despierta nuevamente el espíritu de lucha de los habitantes, llevando a los trabajadores a declarar una huelga general. Este evento reaviva los sentimientos de pertenencia y lucha en la familia Driscoll, especialmente en Owen, quien en un monólogo al inicio de la serie revela que hace tiempo que no era capaz de sentir nada. Con el acceso a Internet interrumpido en la ciudad, las tensiones aumentan significativamente. En respuesta a la creciente agitación, las autoridades imponen toques de queda, lo que provoca enfrentamientos entre los residentes locales y las fuerzas policiales, volviendo la situación cada vez más caótica. En este clima de descontento y desconfianza, los Driscoll son señalados como responsables de la crisis tanto por la policía como por los medios de comunicación. Esta presión los convierte en chivos expiatorios, enfrentando la ira de una comunidad al borde del colapso. Finalmente, se ven obligados a abandonar su hogar y ciudad natal. En su éxodo, los acompaña Anna (Maja Laskowska), la novia de Owen, quien ha llegado desde Europa del Este. Juntos, buscan refugio y seguridad lejos del lugar que una vez consideraron su hogar.

Con una narrativa sencilla, «The Way» va de más a menos, manteniendo la belleza visual durante sus tres horas de duración, pero la carga emocional de la serie va perdiendo fuerza a medida que avanza la trama, siendo muy diferencial el primer capítulo de esta miniserie británica con los tres capítulos que le siguen. La idea principal de Michael Sheen, que es mostrar el duelo de un pueblo que ha perdido un símbolo importante en sus vidas y están orgullosos de ese sentimiento de pertenencia, se va diluyendo a medida que avanza la serie. A pesar de ello, Filmin vuelve a deleitarnos con un gran producto extranjero, que nos hará conectar con la idiosincrasia galesa y el sindicalismo británico.