El inmortal «Zorro» cabalga de nuevo

No recuerdo bien cuál fue la primera imagen que tengo del justiciero enmascarado que iba dibujando la letra «Z» por doquier. Quizá la de 1957 con GuyWilliams. En cualquier caso, al igual que el Conde de Montecristo, ambos personajes personificaban una venganza casi elegante, trazada con la punta de una espada, y respetuosa con las mujeres y los niños. Quizá gana el Zorro, puesto que Tornado, su caballo, azabache y salvaje, es único. Por eso, porque hay un Zorro para cada época, hemos visto con emoción los dos primeros episodios de «Zorro», la nueva serie producida por Secuoya Estudios, que estrena hoy Prime Video con el actor Miguel Bernardeau ataviado con sombrero, capa, antifaz y hasta látigo para encarnar al justiciero que creó Johnston McCulle en 1919, considerado uno de los primeros héroes de ficción de la cultura moderna, y a su personaje público, Diego de la Vega.

Mudos con Tous

La ficción de 10 episodios está dirigida por Javier Quintas, Jorge Saavedra y José Luis Alegría y producida por David Cotarelo, Ángela Agudo, Sergio Pizzolante, Carlos Portela, David Martínez, John Gertz, Andy Kaplan, Jesús Torres – Viera y Glenda Pacanis. «Zorro» está escrita y creada por Carlos Portela y tiene los ingredientes que necesita cualquier buena historia de justicieros. Partiendo de la idea original, la historia nos lleva a la California de 1834 donde una hacienda está siendo atacada por unos enmascarados y a ellos se enfrenta Alejandro de la Vega (Luis Tosar), y en su ayuda llega Zorro, experto espadachín, luchador incansable y, lo que es más importante, una idea. No acaba bien para ninguno de los dos, y mientras los nativos buscan otro hombre que sustente el mito, en España Diego de la Vega (Bernardeau recibe la noticia de la muerte de su padre y decide cruzar el charco. Ya en tierras americanas retomará el contacto con su amor de niñez, Lolita (Renata Notni) y el secretario y ayudante de su padre, Bernardo (Paco Tous). Durante su investigación del asesinato de Alejandro, el joven descubrirá mucho de sí mismo, de su naturaleza y del mundo que le rodea, a veces corrupto y vil, y se enfrentará a una gran decisión que cambiará su destino, el de Los Ángeles, y el de la California del siglo XIX.

Sólo hemos podido ver dos episodios y el comienzo es prometedor. Ya les digo yo que Miguel Bernardeau da el pego como Diego de la Vega en una versión joven del personaje. Es altanero y relativamente desafiante y es capaz de convencer a cualquiera de que nunca ha roto un plato. Su formación como soldado le hace excelente candidato para manejar la espada, montar al indomable Tornado y agitar el látigo sin sacarse un ojo. Los siete castings que asegura el actor que tuvo que pasar, bienvenidos sean. Suponemos que en próximos episodios se verá la evolución del personaje hasta que el traje negro le ciña. Tampoco dejen de disfrutar del diligente Bernardo, con un Pepe Tous sin palabras que es una delicia de ver.

Los paisajes de Canarias dan para localizaciones como la casa del Gobernador o el campamento indígena. La producción tiene todos los elementos que buscaba su creador y productores. «Zorro» es una serie amable, con un presupuesto, según cuentan, de cuatro millones de dólares por episodio y ya se ha vendido a 28 países. Es una serie familiar que tiene abundantes luchas de espadas, pero se ha modernizado para pasar por un drama suave que también usa pistolas y látigos. Un mundo en el que las mujeres están más empoderadas que las versiones antiguas, como Lolita o la indígena contrariada Nah-Lin (Dalia Xiuhcóatl) y dónde aparte de carros y carretas, saltos imposibles y mucho humor, también veremos crecer a Diego de la Vega, abriendo los ojos a un mundo que desconocía. Y muy bien acompañado. Completan el reparto actores como Emiliano Zurita, Andrés Almeida, Cuauhtli Jiménez, Elia Galera, Rodolfo Sancho, Cristo Fernández, Francisco Reyes, Cecilia Suárez y Ana Layevska. Además la trama pivota sobre varios ejes, lo que no permite que el espectador se distraiga ni un minuto. Cuando no es un toma y daca entre Diego y Lolita, es «Zorro» repartiendo estopa entre soldados o malhechores, o los tejemanejes políticos del Gobernador que quiere aprovecharse de la debilidad de los indígenas y rehacer la tierra a su gusto.

Con más de 65 versiones del primer héroe hispano y la protagonizada por Antonio Banderas hace 20 años en el recuerdo reciente, la idea de resucitar al personaje enmascarado es una auténtica golosina para cualquier fan de las series que se consumen con gusto. Es una serie hecha con cabeza, para gustar, con el equilibrio que necesita el espectador para no dejar de verla. Puede que de esta vuelvan a ponerse de moda los disfraces del enmascarado.