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Año 2001

'Cuéntame cómo pasó': La noche que volvimos a despedirnos de nuestra abuela

Doña Herminia, la abuela de España, tomó una dolorosa decisión en el penúltimo capítulo de la historia de los Alcantara

'Cuéntame como pasó': Cuando volvimos a despedirnos de nuestra abuela RTVE

"Mira, Mercedes; yo he vivido ya muchos años, y he vivido todo lo que tengo que vivir. El cuerpo me pide tierra. Yo quiero decidir cuándo morir".

102 años. Así de rotunda, valiente, libre y generosa; en un aparte, antes de la boda de su nieta María, doña Herminia (la abuela de España) se expresó en confidencia ante su hija Mercedes. El marco, Sagrillas: ese Macondo manchego.

 María Galiana, a sus 88 años y con su acento recogido de las calles de Triana, se vistió por última vez de la juiciosa, dicharachera y bondadosa Herminia (Sagrillas, 1899), que lleva más de 23 años dándonos un billete y "que no se enteren tus padres".

Año 2001. 'Cuéntame cómo pasó' terminó el año que empezó, valga la paradoja. Ana Blanco dando por el Telediario de Televisión Española el atentado contra las Torres Gemelas.

Quien más, quien menos ha despedido a una abuela. Un momento vital, no por natural, menos triste. Aunque bendita la suerte de quien se ha despedido porque la ha conocido, la ha tenido. Anoche, con Herminia, nos emocionamos y volvimos a acordarnos de ellas.

"y aunque con tu juventud

el mundo se le hizo tarde

nunca pudo abandonarte

ni la abandonaste tú

porque madre fue también

la que te guardó el secreto

del primer cigarro aquel

y de aquel amor primero",

escribió Juan Carlos Aragón.

La abuela de los Alcántara, en el sexto y penúltimo capítulo de la 23ª y postrera temporada de 'Cuéntame', emitido anoche (jueves 23 de noviembre) en un alegato por una muerte digna decide dejar de tomar las pastillas que le prescribieron por una insuficiencia cardiaca severa que padece.

Su yerno, Antonio Alcántara, todo complicidad con la suegra, le guarda la confidencia a Herminia y comparte su decisión de no morir en un hospital llena de cables.

"Mi madre no se va a morir". En cambio, a Mercedes le cuesta aceptar la decisión de la matriarca. Se resigna. Es su madre, claro. Dos cosas le pide: "Que el tiempo que me quede quiero estar en Sagrillas y que venga mi niño; por favor, decirle a Carlos que venga".