Actualidad
Así fueron las últimas palabras de la educadora social asesinada en Badajoz: "Están intentando largarse"
El magacín de actualidad 'Vamos a ver' se ha hecho eco de estas últimas palabras que reflejan que la situación era complicada
El Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz ha ordenado el internamiento en régimen cerrado de los tres menores detenidos por la muerte de una auxiliar técnico educativa en una vivienda destinada a medidas judiciales. La Fiscalía de Menores solicitó esta medida tras la vista judicial, en la que se investigan delitos de homicidio, robo con violencia y contra la seguridad vial. Los hechos ocurrieron el pasado domingo por la noche, cuando la víctima, de 35 años, fue atacada por dos chicos de 14 y 15 años y una joven de 17.Fue asfixiada con un cinturón antes de que los agresores robaran su vehículo y huyeran hacia Mérida. Durante la fuga, sufrieron un accidente en Lobón, donde la joven fue detenida. Los otros dos fueron arrestados más tarde en Mérida. La vivienda contaba con cinco auxiliares técnicos educativos, un coordinador y otro profesional en turnos rotativos. Hoy se han conocido nuevos datos sobre Belén, la educadora social asesinada en la provincia de Extremadura, ya 'Vamos a ver', el magacín de actualidad de sobremesa que lidera Joaquín Prat junto a Patricia Pardo, ha revelado el último mensaje que se conoce ella, en la que ya comentaba que la situación con los menores era bastante compleja.
Muy nerviosa
Los últimos mensajes de Belén reflejan la difícil situación que vivió las noches previas antes de ser asesinada. En su conversación con el padre de uno de los menores, intentaba mantener un tono formal y tranquilo, informándole de que estaba tratando de encauzar la conducta del joven. “Está un poco rebelde, con intención de irse con el otro. Estoy intentando reconducir”, le escribió, mostrando su compromiso con su labor como educadora social. Le contó que había logrado que el chico se metiera en la cama tras darle un jarabe, pero minutos después, la situación se tornó incontrolable. A las 22:45, envió otro mensaje a su pareja con un tono mucho más alarmante: “Estoy de los nervios. Mañana hablo con la Junta. ¿Mañana va al instituto? ¿Se han dormido?”. Para entonces, los menores ya estaban fuera de control, y su intento de calmar la situación resultó en vano. No hubo más respuestas. Belén ya había sido asesinada y su teléfono seguía sonando sin que nadie pudiera contestar. Mientras tanto, los responsables huían con su coche, bajo los efectos de diversas sustancias estupefacientes.
El asesinato de Belén ha destapado una realidad preocupante sobre el consumo de drogas y la falta de control en algunos centros de menores. Los jóvenes implicados en su muerte habían pasado días consumiendo hachís, heroína y otras sustancias sin que nadie pudiera evitarlo. El padre de uno de ellos había intentado buscar ayuda, pidiendo que su hijo fuera revisado en un centro de salud antes de regresar al piso tutelado. Sin embargo, la tragedia ya estaba en marcha. La última noche, Belén se enfrentó sola a una situación que se tornó insostenible. Su grito de auxilio quedó registrado en sus mensajes: “Están intentando largarse”, escribió a su pareja, pero nadie pudo evitar lo que sucedió después. La investigación sigue en curso para esclarecer la responsabilidad de cada uno de los implicados, pero lo cierto es que Belén fue asesinada en el ejercicio de su labor, mientras intentaba proteger y guiar a quienes finalmente acabaron con su vida.