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El gadget del sábado: realme 12 Pro +, gama media en detalle
Buen diseño, cámara, batería y pantalla, algunas de las virtudes de un smartphone con aspiraciones, pero también con posibles mejoras.
En el sector de los móviles, la gama media es la más competitiva. No solo tiene que lidiar con los que están por debajo en precio y mes a mes mejoran sus prestaciones, también con los modelos de otros años de gama alta que reducen sus precios. Por ello, estos móviles, deben reunir la mejor relación calidad/precio posible. Y eso es precisamente a lo que aspira el realme 12 Pro+, el último smartphone lanzado por el fabricante chino.
Con un ajustado precio de €499 y disponible con una trasera de cuero vegano (buena manufactura y resistencia) azul o beige, el 12 Pro+ aspira a ser referente en aspectos muy conocidos de la casa, principalmente la batería: 5.000 mAh con carga rápida de 67 W, lo que se traduce en un 50% de carga en 15 minutos y “tanque lleno” en menos de 45, con una autonomía competente que roza las 7 horas. Bien en este apartado.
También podemos decir que destaca en las cámaras, tanto por el diseño (la trasera es un reclamo notorio tanto por su tamaño como por sus prestaciones). Las lentes principales, de 8, 50 y 64 MP se comportan de modo fiable, destacando en particular el de 50 MP que incluye uno de los sensores más avanzados de Sony (el LYT600) y el teleobjetivo (de 64MP) que incorpora tres aumentos, algo que no se ve habitualmente en esta gama de móviles. Y que en este funciona muy bien. Al igual que el detalle que se observa en los retratos: no es un gama alta, pero sin duda se le acerca y sobresale holgadamente entre los gama media. También merece mención su trato de los paisajes. Eso sí (no todo podía ser bueno), la fotografía nocturna no es lo suyo.
Interesante, sin embargo, el tema vídeo. Han colaborado con el director Carmen Miranda para crear filtros cinematográficos propios, uno de ellos, muy útil, el bokeh en modo cine. Muy bien conseguido.
Otro de los aspectos en los que destaca es que se trata de un móvil atractivo en sus dos colores. El cuero vegano (un plástico tratado y con textura realmente) es muy apto para el agarre, reduce las huellas y dura mucho tiempo.
En pantalla estamos ante una AMOLED de 6,7 pulgadas, con diseño curvo… demasiado curvo quizás a la hora del tacto: a veces interpreta agarre por toque y se activa la pantalla. No es molesto en la mayoría de las tareas, pero si estamos jugando a un videojuego o viendo una película, puede confundir. Y, aprovechando la coyuntura de los audiovisuales: en sonido, bien por contar con Dolby Atmos, una garantía de calidad, pero, en el lado opuesto de la balanza, no destaca en las frecuencias de los graves y se nota. ¿Brillo? 950 nits, justito. Tasa de refresco la esperable: 120 Hz.
Y ahora viene uno de los apartados más complejos: el procesador. Lleva un Qualcomm Snapdragon 7s Gen 2, un cerebro que, pese a su nomenclatura, va por la gama media. Y con poco margen de maniobra. Quizás si hubiera apostado por la siguiente generación de procesadores, el mismo, pero en la versión plus (véase +) sería un móvil mucho más complejo. Sería más caro, sí, pero no mucho más y tendría mejor relación en batería, se le sacaría más partido al Android 14 y a la fotografía. Lógicamente, ya estaría por encima de los 500 euros y no sería tan competitivo.
Veredicto:
Si buscas muy buen diseño, buena cámara (muy versátil en vídeo), excelente batería y un fabricante confiable, el realme 12 Pro+ es uno de los mejores del mercado. Pero si en la ecuación, el peso principal se lo lleva la cámara o el procesador, hay otras opciones.