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Para hincarle el diente. Ya tenemos el móvil más potente de 2025 y cuesta menos de lo que piensas

El microchip más avanzado, batería de 6.500 mAh, carga completa en menos de 30 minutos, cámaras de récord, la latencia de pantalla más alta del mercado y un diseño que no deja indiferente.

Realme GT7 Pro
El primer móvil en el que se pueden jugar títulos de consolaJSJS

Viendo el panorama tecnológico, es una muy buena noticia. Desde que Huawei sufrió el veto de Estados Unidos, cuando hablamos de los mejores teléfonos, siempre pensamos en Samsung o Apple. Recientemente, eso ha cambiado y otras marcas (Oppo, Xiaomi, por ejemplo) han disputado este sitio. Y ahora le llega el turno a Realme con el GT7 Pro.

Lo sorprendente no es que hasta ahora este fabricante se caracterizara por diseños correctos y una relación calidad-precio excelente. Lo que provoca asombro es que, en apenas seis años (la firma nación en 2018, apenas “unos días atrás”) ha conseguido un smartphone como el GT7 Pro, el mejor móvil de la compañía en su historia. Y probablemente del 2025.

¿Por qué esta afirmación? Vamos por partes. En lo que respecta a diseño, Realme ha cuidado no solo los materiales (cristal y metales) también los perfiles: más rectos y con una selección de colores (totalmente gris o naranja, con laterales burdeos, el más llamativo en lo personal) discretos y elegantes. En suma, el diseño, aspira y respira calidad.

Es cierto que el módulo de cámaras es grande, pero no molesto y su tamaño tiene motivo: tres lentes firmados por Sony (dos de 50 Mp y uno de 8 MP, a los que hay que sumarle un frontal de 16 MP). Gracias a esto, el apartado fotográfico es uno de los más destacados en este teléfono. Si a eso le sumamos la IA (borrar personas, corregir fotos borrosas y crear imágenes a partir de bocetos), Realme ha dado un paso firme y a largo plazo en fotografía. Uno que muchos querrán imitar. Aun los grandes. A eso le coloca la guinda del pastel: un modo de fotografía expresamente submarino.

Vamos con la batería: 6.500 mAh (lo que explica en parte su peso de 220 gramos). Se carga de 0 a 100 en menos de 30 minutos y con apenas 13 minutos tenemos una carga del 50%. Y con cinco minutos (cargador de 120 W incluido) pasamos del 20%. Las cifras son de récord, sobre todo teniendo en cuenta que hasta ahora los 5.000 mAh parecían ser un estándar en este sector de smartphones.

La pantalla es una AMOLED de 6,78 con un brillo pico de 6.000 nits y una latencia (la capacidad de la pantalla de reaccionar a nuestro tacto, de 2.600 Hz, esto parece un detalle, pero cuando le sumamos el microchip (Snapdragon 8 Elite) el cerebro se vuelve serio… y juguetón. La potencia de lo último de Qualcomm es tal que, en los tests no solo ha mostrado que reduce el consumo de batería (una característica impulsada también por una de las cámaras de refrigeración más grandes del mercado) o que roza los 10.000 puntos (por encima de los que usa Apple… en sus ordenadores), también se ha demostrado que es el primer móvil en el que se pueden completar juegos Triple A o, lo que es lo mismo: aquellos que se juegan en consolas. A esto hay que sumarle 16 GB de RAM y 512 de almacenamiento, una combinación que acelera la potencia del Snapdragon.

Y todo esto por un precio de €799, la mitad del último iPhone, con poco que envidiarle a este. Aunque en las próximas semanas