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El gadget del sábado: Galaxy Z Fold5, una evolución mar(ca) de la casa

Más potencia, mejor cámara y pantalla, pero con la misma batería. Estos son los cambios y los motivos.

Así ha cambiado el Galaxy Z Fold5 J.S.J.S.

La evolución trabaja con una premisa muy “sencilla”: producir cambios o mutaciones y explorar las que mayor tasa de éxito tienen. A simple vista, el Galaxy Fold5 es muy parecido al Fold4, excepto por la disponibilidad en ciertos colores. Pero la evolución está en los detalles. En las mutaciones que prosperan y las que no. Samsung ha decidido hacia dónde apuntar para evolucionar. Si ha acertado o no, es lo que veremos.

Uno de los aspectos en los que primero se ve la modificación, sobre todo teniendo en cuenta que estamos ante un plegable tipo libro, es en la bisagra. Aquí se ha mejorado el sistema de plegado reduciendo el espacio que quedaba en el modelo anterior cuando estaba cerrado. Tanto que ha pasado de 15,8 mm a 13,4 mm cuando está plegado y pasó de 6,3 a 6,1 mm totalmente abierto. Su peso se ha reducido 10 gramos (253 gramos tiene el Fold5). La pantalla es igual en tamaño en todos sus modos y solo ha aumentado los nits hasta llegar a los 1.750, bastante más que los anteriores 1.200. La pantalla es la misma que la generación anterior: Dynnamic AMOLED 2x. ¿Por qué no ha cambiado? La realidad es que este tipo de pantalla es de las mejores que hay en la actualidad para móviles. Excepto por el brillo (nits) y la tasa de refresco (que se mantiene en 120 Hz) poco más puede retocarse en este apartado. ¿Para qué cambiarlo entonces?

Otro aspecto que no ha “evolucionado” es la batería: un año atrás el Fold4 llegaba con unos 4.440 mAh, lo mismo que el Fold5. ¿Por qué no se ha aumentado teniendo en cuenta que estamos ante un móvil que constantemente está sacando partido de la pantalla o de las pantallas? Una respuesta es el uso del nuevo microchip Snapdragon 8 Gen 2, que resolvía muchos de los temas de calentamiento de la primera generación. Tanto que, dependiendo del modelo de teléfono, su uso aumenta entre 1,5 y 2 horas. El segundo motivo es que el microchip ha sido personalizado para Galaxy y entre otras áreas, cuanta con una cámara de vapor hasta un 38% más grande. Lo que ayuda a disipar el calor de forma mucho más eficiente… y aumenta el rendimiento de la batería. Al igual que ocurre con las cámaras, no siempre se trata de cuántos MP, también hay que tener en cuenta el procesador de imagen, las lentes… Y en la batería no solo es su capacidad.

Y hablando de cámaras. Aquí tampoco vemos una evolución a gran escala: se mantienen los 10 y 4 MP de las cámaras frontales y los 50, 12 y 10 MP de las principales. El procesador es el mismo y todo sigue igual… Excepto que tanto la lente de 4 MP como la de 50 MP ahora tienen una apertura máxima de f/1,8 en lugar de f/2,2… Lo que significa que entra un tercio más de luz y teniendo en cuenta la palabra fotografía significa escritura con luz, esta última parte es fundamental para mejorar la calidad de la imagen.

A los colores elegidos les falta personalidad.SamsungSamsung

La calidad corresponde con su precio (que parte de €1900) y se mantienen los elementos como aluminio y cristal. La huella dactilar se encuentra a un lado del móvil (a veces un poco incómoda dado el tamaño del móvil) y es resistente al agua. Seguimos teniendo un móvil donde el aluminio y el cristal son los protagonistas, con una mayor variedad de materiales reciclados que antes. Cuenta con sensor de huellas laterales y con una certificación IPX8 de resistencia al agua. No hay desilusión respecto a los materiales, ahora los colores… son un poco anodinos y demasiados neutros, teniendo en cuenta la variedad que hay en el Flip5, su hermano menor. El Fold5 solo está disponible, por ahora, en un azul lavado y en un blanco… blanco. La generación anterior tenía 4 colores más llamativos, algo que en la evolución puede ser muy provechoso en el aspecto de la seducción.

La memoria RAM y el almacenamiento tampoco varían: 12 GB y hasta 1 TB. ¿Tenía sentido cambiarla? No, la verdad no. Poniéndonos exquisitos, podríamos pensar en 16 GB para RAM, pero eso pondría una carga extra en la batería y se perdería más de lo que se gana. Personalmente, la mayor evolución, a la par que la bisagra, reside en una pieza de hardware y en el software. La pieza es el S-Pen Fold Edition: más fino y adaptado a la presión que se ejerce en un móvil, diferente a la que se usa en una tablet o portátil. Si le sumamos la funda preparada para llevar este lápiz, el conjunto funciona muy bien. Sobre todo si se tiene en cuenta que se ha trabajado de forma concienzuda en el software para que móvil y S-Pen “empaticen”: una nueva barra de tareas mejorada con accesos rápidos y la posibilidad de tener al alcance hasta cuatro aplicaciones, arrastrar y soltar contenido entre ellas y una ventana emergente que nos permite, por ejemplo, mantener una videoconferencia mientras tomamos notas en el móvil.

Veredicto:

Es un móvil claramente destinado a la productividad, a sacar partido a su doble pantalla y aprovechar su capacidad de procesamiento. Tiene una cámara muy buena (no es la mejor del mercado) pero sí tiene uno de los mejores soportes móviles para editarlas. Si las pantallas grandes son una condición imprescindible, ahora le ha sumado una mejor bisagra que lo hace más tentador. El precio es el mayor obstáculo.