Día Mundial contra la Hepatitis
«La unidad móvil de cribado nos permite acercar las pruebas de la hepatitis C a población vulnerable»
Pablo Ryan, internista del Hospital Universitario Infanta Leonor, de Madrid, lidera esta iniciativa que ya ha atendido a más de 5.000 personas e identificado 300 casos
¿Por qué es tan importante el abordaje del virus de la hepatitis C (VHC) en poblaciones vulnerables?
La OMS busca eliminarla para 2030 y enfatiza la atención a poblaciones vulnerables como usuarios de drogas, personas sin hogar o que ejercen la prostitución y migrantes irregulares, que a menudo están marginados del sistema de salud y representan un alto porcentaje de casos. El diagnóstico y tratamiento proactivos en estos grupos son cruciales para alcanzar el objetivo de la OMS. Sin estrategias efectivas y enfocadas hacia estas poblaciones vulnerables se vuelve una meta mucho más difícil de alcanzar.
Hay un infradiagnóstico en esta población. ¿Cómo se palia?
Para mitigarlo, es crucial implementar campañas de concientización y educación acerca del VHC, dirigidas tanto a las personas vulnerables y a quienes las atienden, como los centros de adicciones, ONGs y albergues. Además, es fundamental facilitar y acercar el acceso a las pruebas de detección a estas poblaciones. Esto implica simplificar el proceso diagnóstico y descentralizar la detección de la infección activa, es decir, llevarla a cabo fuera de los hospitales o laboratorios tradicionales. Para ello, se pueden utilizar tecnologías novedosas, como los diagnósticos mediante PCR o sangre seca. En este contexto, la unidad móvil de cribado (UMC) juega un papel esencial, ya que nos permite acercar las pruebas de detección a las comunidades, facilitando su acceso y eliminando la necesidad de que la gente se desplacen a los centros de salud para ser evaluada.
¿En qué consiste exactamente el proyecto de la UMC?
La UMC, reconocida por la OMS, se ha destacado como pionera en la lucha contra enfermedades transmisibles en poblaciones vulnerables. Su innovador enfoque ha inspirado otras iniciativas similares en toda España. Ofrece un servicio itinerante que se acerca directamente a las poblaciones en riesgo de exclusión social, proporcionando atención inmediata y en el lugar. Realizan pruebas de detección para VHC y otras infecciones, incluyendo VIH, hepatitis B o de transmisión sexual. Mediante el uso de herramientas que nos permiten conocer la carga viral de hepatitis C, nos permite identificar casos de infección activa fuera de los hospitales. Cuando se detectan casos positivos, la UMC no solo ofrece un diagnóstico, sino que también garantiza derivación y acompañamiento al hospital. De esta manera, los pacientes reciben el tratamiento necesario. Este acompañamiento integral es posible gracias al Servicio DAS, que incluye el traslado de los pacientes en vehículo. La UMC ha establecido conexiones y circuitos directos con varias unidades de hepatología e infecciosas en hospitales españoles y colabora activamente con municipios, instituciones, centros de adicción y ONGs. Con un equipo de profesionales de la salud altamente dedicados, el servicio integral que brinda la UMC, reforzado por el Servicio DAS (derivación, acompañamiento y seguimiento) ha atendido a más de 5.000 personas, identificando cerca de 300 casos de VHC y 270 de VIH. La mayoría de esos pacientes ha recibido tratamiento oportuno, deteniendo el avance de la enfermedad y previniendo su transmisión.
Otro problema es la falta de adherencia al tratamiento. ¿Cómo se puede mejorar esto?
Hoy contamos con tratamientos para la hepatitis C que son más eficaces, sencillos y de menor duración que en el pasado. Estos avances pueden facilitar que los pacientes sigan el tratamiento completo. Aun así, es vital ofrecer un apoyo y seguimiento continuos. Trabajar en conjunto con equipos interdisciplinares, que colaboren entre sí, resulta muy útil para asegurar que los pacientes reciban el cuidado y el seguimiento necesarios para su tratamiento. Es esencial abordar las barreras estructurales al tratamiento. El hecho de que los fármacos solo se puedan obtener en el hospital puede ser una barrera considerable para muchos pacientes. Deberíamos buscar formas de facilitar su acceso fuera del entorno hospitalario. Un ejemplo de esto es el servicio DAS, que ofrece un acompañamiento integral en todo el proceso.
"Habría que facilitar el acceso a los fármacos para la hepatitis fuera del entorno hospitalario"
¿Qué estrategias han funcionado mejor hasta ahora?
Las más eficaces han demostrado ser: llevar la atención de la hepatitis C fuera de los centros hospitalarios tradicionales, simplificar los procesos de diagnóstico y tratamiento, y trabajar en red con otras instituciones y equipos interdisciplinares. Esto incluye la integración de los servicios de hepatitis C en los programas de reducción de daños para personas que usan drogas, la realización de pruebas de detección en la comunidad y en los servicios de atención primaria, y el uso de modelos de atención descentralizados y basados en la comunidad.
¿Qué resultados han obtenido?
España ha sido un país pionero en cuanto al abordaje del VHC en poblaciones vulnerables. Se han desarrollado y aplicado estrategias innovadoras y eficaces que han permitido diagnosticar a muchas personas y proporcionarles el tratamiento que necesitan. Hemos visto numerosos casos de éxito usando unidades móviles para el cribado, programas específicos en prisiones, búsquedas de bases de datos para identificar a personas en riesgo, y técnicas de cribado con sangre seca. Estas iniciativas han tenido un impacto significativo en el diagnóstico y tratamiento del VHC en España. Sin embargo, a pesar del éxito de estos modelos, aún enfrentamos el desafío de integrarlos plenamente en el Servicio Nacional de Salud. Es crucial que continuemos trabajando para superar estas barreras y asegurar que estas estrategias eficaces se conviertan en prácticas estándar en nuestro sistema de salud.
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