Ginecología
Quistes de ovarios: qué son, síntomas y cómo tratarlos
Se estima que entre el 5% y el 10% de las mujeres en todo el mundo padecen SOP
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una de las afecciones endocrinológicas más comunes en la mujer en edad reproductiva y es la causa más habitual de anovulación crónica. Se estima que entre el 5% y el 10% de las mujeres en todo el mundo padecen SOP, lo que lo convierte en una de las afecciones ginecológicas más frecuentes. A pesar de su prevalencia, el SOP a menudo no se diagnostica o se diagnostica erróneamente, lo que puede tener graves consecuencias para la salud de las mujeres afectadas.
El SOP suele manifestarse en la adolescencia y se caracteriza por una combinación de síntomas, que pueden incluir períodos menstruales irregulares -hasta el 70% los padecen- , aumento de peso, crecimiento excesivo de vello corporal y facial (hirsutismo), acné y quistes ováricos. También puede estar asociado con otros problemas de salud, como la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la infertilidad.
La doctora María José Gómez-Roso, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, advierte que “es habitual que el ovario poliquístico se asocie a alteraciones hormonales y suele agravarse en pacientes con obesidad, pero también hay pacientes en las que un ovario de aspecto poliquístico no se asocia a ninguna otra patología”.
Causas poco conocidas
Aunque se desconoce la causa exacta del SOP, se cree que está relacionado con un desequilibrio hormonal que afecta los niveles de estrógeno, progesterona y andrógenos en el cuerpo. También puede estar relacionado con factores genéticos y ambientales, como la obesidad y el estrés crónico.
“Es muy importante -resalta la doctora Gómez Roso- que esta afección se trate de modo coordinado con endocrinología, porque el diagnóstico del SOP se basa en una combinación de síntomas, exámenes físicos y pruebas de laboratorio”.
En todo caso, los quistes detectados en la ecografía basal, en los primeros días del ciclo menstrual, no desaparecen, pero tampoco suponen peligro alguno. Son distintos de los quistes funcionales que aparecen en otros momentos del ciclo, como la ovulación.
Si bien los quistes como tal no son el precedente de ninguna otra patología ovárica, el síndrome de ovario poliquístico sí se asocia en ocasiones a alguna patología metabólica como la resistencia a la insulina. Además, al presentar las pacientes trastornos ovulatorios con ovulaciones escasas e irregulares, esta dolencia puede interferir en la fertilidad. “En ocasiones -señala la doctora Gómez-Roso-, la dificultad para conseguir el embarazo es el motivo de la visita de la paciente al especialista y la causa que facilita el diagnóstico”.
La Oficina para la Salud de la Mujer (OHW, por sus siglas en inglés) del Departamento de Salud de los EE.UU., destaca que el tratamiento del SOP se centra en aliviar los síntomas y prevenir problemas de salud a largo plazo, para lo cual hay que combinar las medidas que se deben adoptar en el estilo de vida de la afectada y los medicamentos. El ejercicio regular y el seguimiento de una dieta saludable y equilibrada para controlar el peso y mejorar la resistencia a la insulina, son medidas imprescindibles. Los medicamentos también pueden ser útiles para regular los ciclos menstruales, para reducir el acné y el exceso de vello corporal y facial, y para mejorar la fertilidad en mujeres que desean concebir.
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