La melatonina, una ayuda para el alivio de las alteraciones del sueño debidas al cambio de hora

Cómo siempre, dos veces al año cambiamos la hora a nuestro reloj con el fin de ahorrar energía, haciendo menos uso de la electricidad y aprovechando al máximo la luz solar. Este domingo 30 de octubre hemos atrasado el reloj una hora y el Doctor Darío Acuña Castroviejo, Doctor en Medicina y Cirugía y Catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, nos recuerda por qué el cambio de hora está desaconsejado por la evidencia científica.

El cambio de hora está desaconsejado desde hace ya varios años fundamentalmente por varios motivos: falta de ahorro económico, trastorno de los horarios de transporte, aumento de accidentes, y por supuesto, por los riesgos que conlleva para la salud. Aun así, lo cierto es que dos veces al año se cambia la hora y son numerosas las personas que necesitan unos días de adaptación a esta nueva situación.

En efecto, se sabe que dicho cambio puede originar trastornos del sueño, estrés, inflamación y daño mitocondrial. Esto se explica por la alteración del reloj biológico interno, dando lugar a lo que se llama “cronodisrupción”. Esta disociación entre el tiempo ambiental y el tiempo interno que marca nuestro reloj biológico influye en el organismo de formas muy diferentes. En concreto, afecta al sistema inmunitario que ocasiona enfermedades inflamatorias o un aumento de la gravedad de sus síntomas y a nuestro cerebro provocando trastornos cognitivos.

El doctor explica que “la melatonina es fundamental en el control del estado de salud de cualquier ser vivo, animal y vegetal y, sin duda, puede ser de gran ayuda para el 48% de las personas que se calcula que sufren problemas de sueño y cuyos síntomas se agudizan con el cambio”. Su papel es principalmente regulador de los ritmos circadianos que, además del sueño, incluye el ritmo de nuestra defensa antioxidante, evitando que, durante el metabolismo celular o por acción de tóxicos se produzca un aumento de radicales libres que dañe el ADN y las proteínas, acelerando el envejecimiento. Además, añade, “la melatonina activa las mitocondrias, responsables de la energía celular y regula la actividad del sistema inmunitario evitando una excesiva respuesta de éste”.

Cómo actúa la melatonina cuando dormimos

La evidencia frente al insomnio está establecida desde hace tiempo. “Y existen consensos internacionales desde el año 2010 que indican que la primera pauta de tratamiento frente a una alteración del sueño es la melatonina”, apunta Acuña Castroviejo. Según explica el experto, “esta hormona (que es mucho más), tiene dos acciones principales: un efecto sedante por el aumento de la actividad de un neurotransmisor inhibidor llamado GABA. Y, en segundo lugar, conforme aumenta la producción de melatonina se va reduciendo la temperatura corporal, llegando un momento en que es capaz de inducir un estado de somnolencia que predispone al sueño”.

Con la edad, se reduce su producción natural, disipando sus efectos cronobióticos y propiedades protectoras celulares. “Por eso, ante cualquier situación que se desvíe de la normalidad, incluyendo alteraciones del sueño y otras patologías, el uso de melatonina es fundamental”. No debe preocupar consumirlo regularmente en nuestra rutina diaria ya que “la melatonina tiene una vida muy corta, no se acumula en el organismo ni tiene efectos secundarios, es un fármaco que se puede usar a cualquier edad”, aclara el doctor. Por ejemplo, un suplemento como Arkosueño Forte 8H, garantiza una noche completa de sueño gracias a la liberación de melatonina en dos fases. Sus ingredientes se liberan a medida que son necesarios, también las plantas medicinales altamente concentradas.: 1mg de melatonina + Pasiflora y Valeriana para conciliar el sueño y 0,9mg de melatonina + Amapola de California para reducir los despertares nocturnos. También las gominolas Arkosueño Dormigummies, están especialmente pensadws para ayudar a reducir el tiempo de conciliación del sueño gracias su fórmula con 1,9 mg de Melatonina* + 3 plantas: Melisa, Amapola de California y Tila.