Salud mental

La farmacia se ofrece como espacio seguro para detectar conductas de riesgo o suicidas

En un país con solo 10 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, "puede ser muy beneficiosa la colaboración del farmaceútico", señalan los profesionales

Las farmacias españolas colaborarán con Muface
España cuenta con una red de 22.000 farmacias Antonio GarciaAgencia EFE

Las farmacias -y los farmacéuticos- son uno de los puntos de contacto sociosanitario más accesibles y cercanos a la población. Después de décadas demostrando su utilidad en los cientos de campañas de prevención de distintas enfermedades, los profesionales han dado un paso más. Ahora ofrecen su colaboración en uno de los problemas de salud pública más acuciantes de nuestros días: el aumento de las patologías mentales y de la conducta suicida.

Por ello, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (Cgcof) ha presentado este miércoles 'Prevención y actuación farmacéutica en salud mental desde la farmacia', una campaña sanitaria elaborada junto a la Sociedad Española de Psquiatría y Salud Mental (Sepsm) que tiene el propósito de potenciar la intervención del farmacéutico comunitario en patologías mentales.

La iniciativa, que cuenta con la colaboración de Boehringer Ingelheim, también tiene como objetivos fomentar la derivación al especialista de este tipo de pacientes, su adherencia al tratamiento, mejorar la educación sanitaria y el autocuidado y facilitar su inclusión social. Y es que el estigma una de las causas por las que muchos pacientes no quieren iniciar o abandonan sus tratamientos.

"Los farmacéuticos están en una posición privilegiada, sanitaria y social, para contribuir a mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes con problemas de salud mental. Por su cercanía al paciente, representan un auténtico radar para detectar los primeros síntomas, pacientes que han dejado de tomar su medicación, otros que expresan reacciones adversas, que muestran signos de empeoramiento, conductas de riesgo o suicidas", ha explicado la tesorera del Cgcof, Rita de la Plaza, durante la presentación de la campaña.

El primer paso será el desarrollo de una guía científica junto a la Sepsm para que los farmacéuticos profundicen en sus conocimientos sobre las principales patologías, sus diferencias, los signos y síntomas de alerta y las buenas prácticas de derivación al especialista. El documento abordará patologías como el espectro de esquizofrenia y el trastorno bipolar, además del deterioro cognitivo leve asociado a la esquizofrenia y otros trastornos.

"La confianza del paciente con el farmacéutico es muy sólida, por lo que pueden ayudar a detectar síntomas y conductas de riesgo en la población. Además, pueden derivar a las personas en riesgo a los profesionales de salud mental, así como ayudar a la adherencia a los tratamientos", ha señalado la presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, Marina Díaz.

En este sentido, Díaz ha recordado que España cuenta con 10 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, "menos que la media europea", de ahí que sea beneficiosa la colaboración de los farmacéuticos."Además, pueden identificar el mal uso o el abuso de los psicofármacos por parte de los pacientes, y apoyar a las propias personas con trastornos y a sus familiares", ha agregado.

La realidad actual es que el 60% de los pacientes que necesita tratamiento psiquiátrico no lo está recibiendo debido la escasez de profesionales de salud mental en el SNS, que están llevando al sistema público a una situación crítica.

Prevención del suicidio

La labor de las farmacias y los farmacéuticos comunitarios en la protección y promoción de la salud pública les sitúa en una posición única para actuar como un recurso clave también en la prevención del suicidio. Ese fue el argumento con el que el presidente del Cgcof, Jesús Aguilar, comenzó su comparecencia ante el Senado hace unos días para presentar la propuesta de colaboración del colectivo que representa en las políticas públicas para mejorar la salud mental de la población y

Entre otros aspectos, Aguilar propuso la creación de protocolos estandarizados de derivación nacional para que los farmacéuticos puedan derivar a los pacientes en riesgo de suicidio a los servicios de salud mental correspondientes de manera eficaz y segura.