Salud
Descubren un nuevo y doloroso riesgo relacionado con el exceso de grasa abdominal
Un estudio pionero demuestra que adelgazar la grasa del estómago puede disminuir el dolor crónico localizado en varias partes del cuerpo
Los hombres suelen acumular la grasa corporal en la zona del abdomen, pero muchas mujeres también notan un aumento de volumen en la tripa a medida que envejecen. Debemos tener en cuenta que acumular grasa en el estómago no solo dificulta el cierre de los pantalones. Las investigaciones demuestran que la grasa abdominal conlleva riesgos serios para la salud. Entre ellos encontramos una presión arterial más alta, apnea del sueño, enfermedades cardíacas, niveles elevados de glucosa en la sangre y diabetes, determinados tipos de cáncer y accidentes cerebrovasculares (ictus).
Ahora, una nueva investigación ha descubierto otro problema más. Según sus resultados, tener grasa localizada en el abdomen o lo que se conoce como "barriga cervecera" puede aumentar el riesgo de dolor crónico en las mujeres hasta en un 60%. Esto es lo que revela el primer estudio de su tipo, que relaciona la grasa en la zona abdominal (donde se ubican órganos como el hígado y el páncreas) con molestias en varias partes del cuerpo, especialmente en las mujeres.
Publicado en la revista científica Regional Anesthesia & Pain Medicine, este trabajo también sugiere que reducir el exceso de depósitos de grasa en el abdomen, adelgazar la tripa o la zona del estómago, podría ayudar a disminuir el dolor musculoesquelético crónico, sobre todo si se experimenta en múltiples lugares del cuerpo.
Obesidad, grasa y dolor crónico
Investigaciones publicadas anteriormente han demostrado que la obesidad está asociada al dolor musculoesquelético, pero se desconoce si el exceso de tejido adiposo está relacionado con el dolor musculoesquelético crónico y en múltiples localizaciones corporales, señalan los investigadores.
Para averiguarlo, se basaron en los datos de 32.409 participantes en el estudio UK Biobank, que rellenaron cuestionarios y se sometieron a evaluaciones de salud. Alrededor de la mitad (51%) eran mujeres y su edad media era de 55 años. Se les realizaron resonancias magnéticas del abdomen para medir la cantidad de grasa alrededor de los órganos abdominales (tejido adiposo visceral) y la cantidad de grasa justo debajo de la piel que se puede pinzar (tejido adiposo subcutáneo).
Cuando acudieron a la exploración, se preguntó a los participantes si llevaban más de 3 meses sufriendo dolor de cuello/hombro, espalda, cadera, rodilla o «en todo el cuerpo». La resonancia magnética y las evaluaciones del dolor se repitieron unos 2 años después en 638 participantes. Los análisis exhaustivos mostraron una asociación dosis-respuesta entre el número de focos de dolor crónico y el tejido adiposo visceral, el tejido adiposo subcutáneo, el cociente entre ambos y el peso (IMC).
La asociación fue mayor en las mujeres. En ellas, la ratio fue dos veces mayor para el tejido adiposo visceral. Las mujeres tenían un riesgo 60% de sufrir dolor crónico, tanto para el tejido adiposo subcutáneo como para la ratio tejido adiposo visceral:tejido adiposo subcutáneo. En los hombres, esta ratio superaron el 30%. Los niveles más altos de tejido adiposo también se asociaron con mayores probabilidades de declarar dolor crónico, y de nuevo la asociación fue más pronunciada en las mujeres.
Adelgazar la grasa del estómago puede hacer que duela menos el cuerpo
Todas estas asociaciones se mantuvieron incluso después de ajustar por edad, altura, etnia, ingresos familiares, nivel educativo, consumo de alcohol, tabaquismo, actividad física, enfermedades coexistentes, duración del sueño, problemas psicológicos y duración del seguimiento. No obstante, debemos tener en cuenta que se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer causa y efecto. Además, se observaron limitaciones como el pequeño tamaño de la muestra.
Sin embargo concluyen que «el tejido adiposo abdominal se asoció con el dolor musculoesquelético crónico, lo que sugiere que los depósitos de grasa excesivos y ectópicos pueden estar implicados en la patogénesis del dolor musculoesquelético crónico generalizado y en múltiples localizaciones».
«Por lo tanto, la reducción de la adiposidad abdominal (adelgazar la grasa del estómago) puede considerarse un objetivo para el tratamiento del dolor crónico, particularmente en aquellos con dolor en múltiples localizaciones y dolor generalizado», concluye. Además, sugieren que las asociaciones más fuertes observadas en las mujeres pueden ser consecuencia de las diferencias sexuales en la distribución de la grasa y las hormonas.
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