Deporte
La teoría del árbol: el truco psicológico para correr más
Correr puede ser un reto tanto físico como mental, y la resistencia psicológica es clave para superar los obstáculos. ¿Sabías que existe un truco mental que puede ayudarte a correr más sin rendirte?
Es común que, durante una carrera, surjan pensamientos de fatiga que nos hagan cuestionar si podemos continuar o si deberíamos detenernos. El esfuerzo de cada zancada, el aumento del ritmo cardíaco y la sensación de cansancio son algunas de las barreras que los corredores enfrentan. La teoría del árbol, una técnica psicológica compartida en TikTok por la influencer @thesaiyankiwi, se ha convertido en un truco sencillo y eficaz para enfrentar estos momentos de duda. Con este método, los corredores pueden aumentar su resistencia al dividir su objetivo en metas pequeñas y alcanzables. Pero, ¿cómo funciona exactamente?
Aunque muchos entrenadores y atletas saben que el enfoque mental puede hacer la diferencia en el rendimiento, la teoría del árbol ofrece una solución accesible para todos, desde principiantes hasta corredores experimentados. Este truco psicológico propone que, en lugar de enfocarse en la distancia total que se quiere correr, el atleta se fije objetivos intermedios, utilizando elementos del entorno como “puntos de referencia” que hagan más llevadera la experiencia. Al entender y aplicar esta técnica, puedes ver una mejora notable en tu rendimiento sin necesidad de mayor entrenamiento físico, simplemente aprovechando la motivación incremental.
¿En qué consiste la Teoría del Árbol?
La teoría del árbol, como la explica @thesaiyankiwi, se basa en un principio simple de la psicología deportiva: la segmentación de objetivos. Cuando corres, en lugar de pensar en la distancia total que te queda, seleccionas un punto de referencia en el camino, como un árbol, una farola o una señal de tráfico, y te enfocas en llegar solo hasta ese punto. Una vez alcanzado, eliges un nuevo objetivo, y así sucesivamente.
Este enfoque reduce el estrés mental de pensar en toda la distancia que queda, haciendo que correr se sienta más fácil y menos agotador. Al concentrarse en alcanzar un punto cercano en lugar de la meta final, el cerebro percibe la tarea como más alcanzable. Esto genera un impulso de motivación constante cada vez que alcanzas uno de esos puntos de referencia, lo que hace que el esfuerzo parezca menos demandante y más manejable.
La psicología detrás del truco: el poder de los objetivos pequeños
La teoría del árbol funciona debido a un concepto psicológico llamado segmentación de tareas, que consiste en dividir una tarea grande en metas más pequeñas y alcanzables. Cuando te fijas un objetivo pequeño (como llegar a ese árbol en particular), el cerebro libera dopamina, el neurotransmisor asociado con la recompensa y la motivación. Esta pequeña "victoria" te proporciona un impulso anímico que facilita el esfuerzo para continuar hasta el siguiente punto de referencia.
Además, reducir la distancia percibida disminuye el efecto de fatiga mental, un fenómeno psicológico que ocurre cuando nos sentimos abrumados por la magnitud de una tarea. Al pensar solo en la siguiente pequeña meta, se evita el agotamiento psicológico de imaginar todo el camino restante, lo que permite que el corredor mantenga un ritmo constante sin desanimarse.
Cómo aplicar la Teoría del Árbol en tus entrenamientos
Es un método muy fácil de implementar, incluso si eres un corredor principiante. Aquí tienes los pasos básicos para ponerla en práctica en tu próximo entrenamiento:
- Elige tu primer punto de referencia: Al comenzar a correr, selecciona un objeto visible a una distancia razonable, como un árbol o un poste de luz. Asegúrate de que el punto esté lo suficientemente cerca como para no representar un desafío excesivo, pero también lo suficientemente lejos como para requerir un pequeño esfuerzo.
- Céntrate en ese objetivo, y solo en ese: A medida que corres, olvídate de la distancia total o de la meta final; enfócate en llegar al primer punto de referencia que elegiste.
- Repite el proceso: Al llegar al primer punto, elige un nuevo objetivo visual un poco más adelante. Continúa avanzando en segmentos pequeños, celebrando mentalmente cada logro.
- Disfruta el progreso acumulado: Este método no solo te ayudará a superar la fatiga mental, sino que también te permitirá sentir satisfacción en cada pequeña victoria, manteniéndote motivado hasta el final.
Al integrar esta técnica en tu rutina de running, verás que la carrera se convierte en una serie de pequeñas metas alcanzables en lugar de un desafío intimidante.
Beneficios adicionales de la Teoría del Árbol
Además de ayudarte a resistir durante más tiempo en tus entrenamientos, la teoría del árbol puede ofrecer otros beneficios:
- Mejora la concentración y la atención plena: Al centrarte en un objetivo pequeño y específico, te mantienes presente y enfocado en el momento, una habilidad que puede ayudarte a reducir la distracción y a desarrollar la atención plena durante tus carreras.
- Desarrolla la tolerancia a la fatiga: Cuando te concentras en una meta cercana, tu percepción del esfuerzo disminuye y tu cuerpo responde de manera más eficiente, ya que la tensión se reduce y puedes mantener un ritmo constante.
- Fortalece la motivación y la autoconfianza: Cada punto alcanzado refuerza tu motivación. Al celebrar cada pequeño logro, te sientes más capaz de seguir adelante, lo que mejora tu autoconfianza y tu percepción de tus capacidades como corredor.
Más allá del running
Esta técnica no solo se limita a mejorar el rendimiento en el running. La teoría del árbol se puede aplicar a muchos otros objetivos en la vida cotidiana, como estudiar para un examen, completar proyectos o desarrollar hábitos saludables. Al dividir grandes tareas en pequeñas metas manejables, puedes reducir el estrés asociado y mejorar tu productividad. Como bien explica @thesaiyankiwi, esta técnica sencilla, pero poderosa, es una herramienta que puede ayudarte a enfrentar casi cualquier desafío.
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