Alimentación y bienestar

Qué le pasa a tu cuerpo si tomas leche todos los días

El consumo de leche tiene que ser balanceado para poder disfrutar de todos sus beneficios sin enfrentar los riesgos.

La moda «antileche» es peligrosa para la salud
La moda «antileche» es peligrosa para la saludlarazon

El consumo diario de leche ha sido un tema de debate entre los expertos en nutrición y salud. Si bien es una bebida rica en nutrientes e indispensable para el desarrollo y crecimiento adecuado durante la infancia, también es controvertida por la cantidad de grasas que posee y por lo mal que puede sentarle a muchas personas, ya que la intolerancia a la lactosa es un problema real.

En este contexto, diversos estudios, incluyendo aquellos realizados por la Universidad de Harvard y publicados en el New England Journal of Medicine, han analizado los efectos tanto positivos como negativos de incluir leche en la dieta diaria, abarcando incluso ese café con leche que consumimos al desayuno o la porción que usamos para acompañar el cereal o el ColaCao.

Beneficios de consumir leche

La mayor virtud de la leche es el beneficio que aporta a nuestros huesos. Esta bebida es una fuente excelente de nutrientes esenciales, como proteínas, calcio, vitamina D, potasio y otros micronutrientes, todos cruciales para el crecimiento y mantenimiento de la salud ósea.

El calcio y la vitamina D son particularmente importantes para la formación y el mantenimiento de huesos y dientes fuertes, y ayudan a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y los hace más propensos a fracturas. Las personas que consumen leche regularmente tienen una mayor densidad ósea y un menor riesgo de sufrir fracturas. Además, el potasio ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables.

Los huesos, que son el soporte de nuestro cuerpo, necesitan de los músculos para proporcionarnos movilidad. Por esto, consumir leche es una buena opción para el desarrollo y la reparación muscular. De hecho, se recomienda a los deportistas y personas activas que buscan mejorar su masa muscular y recuperarse después del ejercicio consumir las proteínas de la leche y los aminoácidos necesarios para la síntesis de proteínas musculares.

Entre otros beneficios de la leche, es importante mencionar que contiene varias vitaminas y minerales, como la vitamina A, que es crucial para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. Estos nutrientes ayudan a fortalecer las defensas del cuerpo contra infecciones y enfermedades.

Todo en exceso es malo

El mayor inconveniente asociado a la leche es la lactosa, un tipo de azúcar que muchas personas no pueden digerir adecuadamente debido a la falta de lactasa, la enzima que la descompone. Esto puede causar problemas digestivos como hinchazón, gases y diarrea.

Además, algunas personas pueden ser alérgicas a las proteínas de la leche, como la caseína y el suero. Los síntomas de dicha afección van desde urticaria y problemas digestivos hasta reacciones anafilácticas graves.

Algunos estudios sugieren que los altos niveles de calcio y otros componentes bioactivos en la leche, resultado de un consumo excesivo, podrían influir en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de próstata en hombres y el cáncer de endometrio en mujeres.

Finalmente, la leche en su presentación entera contiene grasas saturadas, que pueden contribuir al aumento de los niveles de colesterol y al riesgo de enfermedades cardiovasculares si se consumen en exceso. Optar por versiones bajas en grasa o descremadas puede ayudar a mitigar este riesgo.

El mito de la leche en la adultez

Existe un mito que sugiere que la leche está diseñada para ser consumida solo durante nuestros primeros años de vida. Cabe aclarar que, en cierta medida, es correcto, ya que durante la mayor parte de la evolución humana, la lactosa de la leche fue una toxina perniciosa para los adultos y quedaba restringida únicamente para los bebés.

Fue hasta hace unos 12.000 años, cuando las sociedades humanas comenzaron a asentarse, aprendieron a cultivar y a domesticar animales, que aparecieron algunos subproductos derivados de la leche de vaca, cabra, etc.

Sin embargo, hoy en día nuestra genética ha cambiado como resultado de las costumbres y la evolución. Leticia López, miembro del Colegio Profesional de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad de Madrid, explica que en España, la leche es parte de la cultura y de nuestra dieta tradicional, también en la edad adulta. Eso significa que, en general, nuestro cuerpo produce suficiente lactasa como para que pueda tolerar el consumo de lactosa.

¿Cuánta leche es recomendada para una dieta equilibrada?

El consumo recomendado de leche puede variar según factores como la edad, el sexo y el nivel de actividad física. Sin embargo, existen guías generales que pueden ser útiles para la mayoría de las personas. Por ejemplo, en niños y adolescentes es preferible que la cantidad no supere las 2.5 tazas (600 ml). Para los adultos, la cantidad ideal puede ser de 3 tazas, siempre y cuando no presenten intolerancia ni ninguna otra afección particular.