Ingreso hospitalario

¿El Papa renunciará?: «En absoluto»

El «primer ministro» vaticano zanja los rumores sobre la dimisión de Francisco

Un grupo de niños reza por el Papa Francisco en la entrada del Policlínico Gemelli de Roma
Un grupo de niños reza por el Papa Francisco en la entrada del Policlínico Gemelli de RomaFABIO FRUSTACIAgencia EFE

Desde que hace más de un mes Francisco ingresó en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma, hay quien abrió el debate sobre una posible dimisión del Papa argentino. Con el precedente reciente de Benedicto XVI y la carta de renuncia que el propio Jorge Mario Bergoglio firmó poco después de ser elegido ante una posible incapacidad mental, se multiplicaron las especulaciones. Máxime cuando el estado del Pontífice argentino parecía complicarse sobremanera.

Desde la Santa Sede, con la «finezza» propia del lenguaje diplomático eclesial, se han dejado caer no pocas pistas sobre la intención del Obispo de Roma de continuar adelante en su gobierno de la Iglesia universal: nombramientos de obispos, luz verde a canonizaciones… Sin embargo, de poco ha servido para acallar los rumores. Es más, los encuentros mantenidos con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, han llegado a interpretarse como reuniones preparatorias para un futurible cónclave, cuando precisamente de estas citas se buscaba lanzar el recado de que Francisco continuaba al pie del cañón como «CEO» de la Iglesia católica.

Por si no fuera suficiente, el pasado sábado, el primer Pontífice latinoamericano de la historia desvelaba una hoja de ruta, con calendario incluido, para aterrizar la que es una de las grandes reformas de su pontificado: la sinodalidad. Incluso fijaba la convocatoria de una Asamblea Eclesial para 2028. De poco sirvió para algunos la primera fotografía en un mes que distribuyó el domingo la Santa Sede en la que se veía a Francisco en la capilla privada del décimo piso del Gemelli. Lejos de apreciar su lenta recuperación, se ha llegado a hablar de una precaria situación del Papa por su mano hinchada, el vaso con una pajita olvidado en el altar, la estola puesta al revés...

Con estos precedentes, faltaba que una voz autorizada se manifestara con rotundidad para zanjar cualquier conjetura sobre la continuidad de Francisco. Y ha llegado de la mano precisamente del «primer ministro» vaticano, el cardenal Parolin. En un encuentro con periodistas, el purpurado fue preguntado si el Papa pensaba dimitir. «En absoluto», sentenció, añadiendo además su valoración personal sobre el estado del Pontífice, de 88 años: «Lo encontré mejor, pero esto es sólo una evaluación externa». Con este punto de partida, se remitió a los informes médicos «porque son los que nos dicen exactamente cuáles son sus condiciones».

Este miércoles se dará a conocer un nuevo parte oficial. Entre tanto, fuentes vaticanas han señalado que «la situación del Papa sigue estable en un contexto complejo», por la neumonía bilateral que padece. «Se observan ligeras mejorías en cuanto a la situación motora y respiratoria», apunta el escrito de la Santa Sede, que subraya que se ha retirado la ventilación mecánica nocturna, mientras que durante el día mantiene la oxigenación de alto flujo. Aun así, desde el Vaticano explicitan que, si bien se trata de «una buena noticia», hay que acogerla «con cautela porque se trata de una reducción progresiva». En paralelo, la jornada papal transcurrió entre las terapias respiratorias y motoras, la oración y un poco de trabajo. A la par, también se notificó que sigue la dieta prescrita por los médicos, que incluye sólidos.