V de Viernes

Viajar y vivir en Marte

En cuatro años serán una realidad los vuelos con humanos al planeta rojo, donde Elon Musk quiere construir una ciudad

Elon Musk ha anunciado que su super cohete Starship volará a Marte a fines de 2026, con el robot humanoide dentro, llamado Optimus, de la factoría Tesla. El megamillonario calcula que los vuelos al planeta rojo, transportando humanos, podrían sucederse cuatro años, a partir de 2029, siendo 2031 la fecha más probable. La idea final del magnate es construir allí una ciudad donde puedan vivir humanos, aunque se trate de condiciones extremas, por lo que los retos a superar no son menores en materias tales como la radiación cósmica durante el viaje, la microgravedad, u obstáculos elementales como la alimentación, el agua, la gestión de los residuos y cómo vivir en un entorno hostil con temperaturas y condiciones extremas.

El hecho de que Musk esté trabajando para la Administración Trump como DOGE, hace temer que se puedan producir retrasos derivados de conflictos de intereses. El propietario de X no tiene una relación buena con las Fuerzas Armadas USA, a las que reprocha excesos regulatorios. El emporio militar americano está metido de lleno en la carrera por Marte, igual que la NASA, después de que Trump prometiera en su toma de posesión poner la bandera USA en el inhóspito planeta.

Starship, la máquina de Musk, es el cohete más grande y potente del mundo, un gigante de 123 metros, 30 más alto que la Estatua de la Libertad, que debe demostrar que es fiable, capaz de realizar operaciones de repostaje en el espacio, antes de recibir la aprobación. Tiene la ventaja de que es reutilizable y retornable.

El anuncio de Musk coincide con la noticia de que el fondo soberano ruso Kirill Dmitriev, que participó en las recientes negociaciones en Arabia Saudí entre Rusia y EEUU sobre Ucrania, ha propuesto también al empresario que la misión a Marte se realice conjuntamente con Moscú, recordando que en 2025 se cumplen 50 años desde la primera misión soviético-estadounidense Apolo-Soyuz.

China tampoco tiene intención de quedarse atrás en la carrera, y acaba de abrir solicitudes para proyectos científicos relacionados con la misión Tianwen-3, programada para 2028, con la intención de recolectar muestras del planeta rojo y buscar señales de vida allí. Tianwen-3 será lanzada por separado del Centro Espacial Wenchang en dos cohetes, que deberán retornar en 2030.

A Musk no le preocupa la iniciativa china, sino apenas lograr el éxito de SpaceX, que volvió a tener un revés el pasado mes cuando el último vuelo en pruebas de Starship terminó en otra explosión, al caerse una parte sin control, minutos después del despegue y de la separación de los propulsores, mostrando imágenes de escombros al rojo vivo que circularon por internet. La Administración Federal dice que SpaceX tendrá que realizar una investigación exhaustiva antes de poder volver a volar, pero Musk sigue adelante enarbolando su lema “fracasar rápido, aprender rápido”, que le ha permitido convertirse en el mayor inversor privado del ámbito espacial.