
El canto del cuco
¡Sálvese el que pueda!
Ha de hacer frente al problema con un Gobierno débil, impopular y radicalmente dividido en política de Defensa, con unos socios insolidarios que aspiran a romper España y con una oposición ignorada y vilipendiada desde La Moncloa.
El repliegue norteamericano, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, deja a Europa indefensa, a la intemperie. La cobertura de la OTAN ante cualquier amenaza a uno de los países miembros corre el riesgo de evaporarse si se cumplen las amenazas del nuevo presidente, cuyo lema es «América, primero» y cuyo desprecio a la vieja Europa es manifiesto. Basta observar cómo la margina en la crisis de Ucrania. La Alianza Atlántica, que ha sido la principal garantía de seguridad, está en peligro de quedar inoperante. Esto obliga a la Unión Europea a defenderse por su cuenta, con unas Fuerzas Armadas propias y una industria autónoma militar de tecnología avanzada. Una tarea urgente, carísima y titánica. El rearme llevará tiempo. Así que entramos en un período en el que, más o menos, regirá la consigna de «¡sálvese el que pueda!» Las previsoras autoridades de Bruselas recomiendan, por lo que pueda pasar, que cada familia almacene provisiones –agua, alimentos no perecederos, pilas, medicinas...– para resistir, al menos, 72 horas, antes de que llegue el rescate.
A España, que vive alegre y confiada y que presume de ser uno de los países más pacifistas de Europa, la situación le sorprende con el pie cambiado. Ha de hacer frente al problema con un Gobierno débil, impopular y radicalmente dividido en política de Defensa, con unos socios insolidarios que aspiran a romper España y con una oposición ignorada y vilipendiada desde La Moncloa. Justo cuando más falta hacía un Gobierno fuerte con sólido respaldo en las Cortes y en la calle. Las fuerzas extremistas, a derecha e izquierda, ensombrecen aún más el panorama: Vox está comprometido fervorosamente con Trump, que es el causante principal del desaguisado, y, en el otro extremo, Podemos, Sumar y demás patulea, son enemigos declarados del rearme y de la OTAN.
Es verdad que Moscú nos pilla lejos. Los tanques rusos no cruzarán cualquier noche, como temía Franco, los Pirineos. Pero, en un hipotético conflicto, Rusia posee cohetes con cabeza nuclear capaces de cubrir en minutos la distancia a Madrid. Sin ser alarmistas, hay señales inquietantes. La guerra prende cuando menos se piensa. Conviene leer a Stefan Zweig en «El mundo de ayer». Los mejores estrategas españoles creen que el peligro viene del sur, más que de Moscú. No sería la primera vez que Marruecos aprovechara una debilidad política en España para lograr ventajas territoriales. Lo hizo, sin ir más lejos, en el otoño de 1975. Con Franco agonizante organizó la Marcha Verde –fui testigo directo– y se apoderó del Sáhara. Conviene estar prevenidos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar