
Tribuna
El objetivo Europa 2029 y el paso de las musas al teatro
Creo que ha llegado la hora de que la UE piense en la prosperidad y seguridad de los ciudadanos europeos en términos realistas

He leído en la prensa las ocho prioridades de la recién elegida Comisión Europea con el objetivo temporal de Europa 2029.
Como es habitual en la Unión Europea elige objetivos que describe bien con palabras pero para pasar a los hechos se necesita mucha más cohesión, impulso, liderazgo inteligente compartido y eso es otra historia.
De las musas al teatro es un camino comúnmente difícil de transitar para la Comisión, y a las pruebas me remito. No sirve en la actualidad decir que la UE avanza con dos pasos adelante y uno atrás. Ahora no.
Me sorprende que los ocho objetivos sean solamente relativos a Rusia, Ucrania, China y el rearme de Europa ante la amenaza rusa. ¿No hay más problemas en la UE?
El primer objetivo es ganar la guerra fiscal con Rusia, es decir tratar de que el número de sanciones aplicadas muestren resultado y colapsar los ingresos de Rusia por venta de hidrocarburos. En ese objetivo se incluye seguir proporcionando ayuda financiera a Ucrania, superando las barreras políticas actuales, e iniciar la reconstrucción de Ucrania antes de que termine la guerra. Sin duda va a hacer falta ingentes cantidades de dinero a cambio de obtener algo substancial de la riqueza de Ucrania.
El segundo consiste en mantener el ritmo de la ayuda humanitaria a Kiev y poner fin a las negociaciones de adhesión de Ucrania para 2029.
El tercer cometido es empezar a cumplir las promesas de producción de sistemas europeos de armas, y para ello pretende que la inversión de la Unión Europea, de los Estados miembro y del sector privado aumente substancialmente.
En el cuarto aparece, de nuevo, Ucrania y su integración en la UE y la enlaza con la estabilidad (seguridad) y la prosperidad a largo plazo en el continente, sin dejar de lado continuas ampliaciones de la Unión. Tengo serias dudas de que la prosperidad y seguridad de Europa solo dependa de lo que suceda en Ucrania.
En el quinto objetivo, de nuevo Rusia y la necesidad de identificar con agilidad amenazas híbridas y tomar represalias suficientes para imponer la disuasión a Moscú. Suena a capacidades tecnológicas avanzadas, de las que Europa brilla por su ausencia. De las 30 empresas tecnológicas avanzadas del mundo, apenas 4 son europeas.
La sexta tarea es desarrollar e implementar una política de contención, (de Rusia se entiende), a medio y largo plazo considerando las crecientes tensiones estratégicas.
La séptima tiene que ver con iniciar un proceso concertado de revisión y recalibración de la relación económica y estratégica de la UE con China.
Por último, la última consiste en restablecer la confianza y la asociación entre Europa y el «punto medio global», que no he podido saber a que se refiere, a no ser que sea ese punto en el océano Índico, entre África y Asia, para presentar un frente más unido contra Rusia ahora y contra China en el futuro, o contra los dos a medio plazo.
Personalmente me parece una declaración de intenciones, «wishful thinking» dicen los anglosajones, algo obsesiva con Rusia y China, con un tono de rearme algo alarmante, nunca visto en Europa, con Polonia y los Estados Bálticos como principales valedores y poco más.
Tengo para mí que no hay punto medio en las relaciones con Rusia. La UE tuvo hace tiempo una oportunidad de acercar, incluso incluir, a Rusia en la UE. Recuerdo ver a jóvenes rusos en el programa Erasmus de la UE en universidades de Madrid, supongo que también en el resto de España, y cómo deseaban incorporarse a Europa. No se sentían menos europeos que un checo, polaco o húngaro.
Sin embargo, la oportunidad se desvaneció. Para algunos por parte de Rusia, para otros era imperativo evitar que la UE y Rusia hicieran una alianza estratégica y comercial que convirtiera ese consorcio en el más potente del mundo, con los enormes recursos naturales de Rusia y la organización empresarial, preparación y tecnología de Europa.
En ese sentido es relevante observar cómo se han ido destruyendo las buenas relaciones de Alemania con Rusia que han derivado en casi un colapso de la economía alemana del que no puede recuperarse por el momento.
Europa no puede permitirse tener a Rusia y sus enormes reservas naturales en permanente confrontación y de espaldas. Va en contra de sus intereses. Creo que ha llegado la hora de que la UE piense en la prosperidad y seguridad de los ciudadanos europeos en términos realistas.
En un mundo Huxley, Ucrania estaría en la UE y con garantías totales de seguridad si Rusia lo estuviera también. Utopismo en estado puro, pero no veo claro la alternativa que nos ofrece a cambio la UE a medio y largo plazo.
Luis Feliu Bernárdezes general de brigada (r). Academia de las Ciencias y las Artes Militares.
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