Los puntos sobre las íes
Lerda Maroto, homicida Sánchez
De haber hecho los deberes antes, se hubieran salvado 23.000 vidas
Mi intuición expresada en estas mismas páginas hace varias semanas se confirmó ayer más allá de toda duda razonable: el PP tiene en nómina a Reyes Maroto y a Óscar López. La única duda que queda por resolver es de cuánto es el sobre que entregan mensualmente a la portavoz socialista en el Ayuntamiento y cómo de gorda es la mordida que percibe el secretario general del PSOE-M. Cuando se lo pones tan fácil al rival sólo cabe una explicación: la crematística, más que nada, porque un nivel de lerdez tan bestia es física y metafísicamente imposible. La vallisoletana se estrenó durante esa campaña de 2021 en la que la izquierda pretendía botar a Isabel Díaz Ayuso de la Comunidad: presentó como si fuera el machete de Indiana Jones la mininavaja que un pobre perturbado le había remitido indicando su verdadera identidad y su dirección. Fue una más de las fake news diseñadas por Moncloa Producciones para dar a entender que el fascismo se cernía sobre Madrid. Sobra decir que la imagen de la cheira que presentó a los medios había sido burdamente trucada con photoshop y se antoja ocioso recordar que Ayuso pasó de 30 a 65 escaños. El ridículo no evitó que Reyes Maroto fuera la candidata a la Alcaldía de la capital en 2023. Ahí continuó su atontada carrera a ninguna parte. Aseguró en un mitin que en Madrid hay «25 distritos» cuando en realidad son 21 y aseguró en el debate de Telemadrid que «el Gobierno Sánchez ha bajado el IBI de los alimentos» cuando estos productos están gravados con el IVA. Que no da más de sí lo ratificamos por enésima vez ayer mismo al ser utilizada por su caudillo para arremeter contra la gran bestia negra sanchista, Ayuso. La edil socialista aseguró que «7.291 personas mayores fueron asesinadas en las residencias de Madrid al no ser derivadas a hospitales» durante la pandemia. La lideresa popular cogió el toro por los cuernos y anunció la interposición de una querella. Nuestra protagonista se debía hacer popó y pipí a la vez porque al rato dio humillantemente marcha atrás: «Me retracto, no ha sido mi intención acusar a nadie de asesinato». Excusas de mal pagador: yo que Ayuso le metía el paquete que se merece. Una vez más fue la tonta útil de un PSOE cuyo nivel de maldad es directamente proporcional a la afición de algunos de sus barandas al puterío y a la farlopa. A Maroto la utilizaron esta vez para amplificar el agit-prop inciado el jueves con el estalinista, falsario, vomitivo y calumnioso documental 7291 emitido en TVE con cargo a nuestros impuestos, que insiste en acusar a Ayuso de las muertes en las residencias de ancianos madrileñas durante el Covid. Esta gentuza olvida que en otras comunidades fallecieron más mayores en geriátricos, que hay ya más de 60 fallos judiciales exonerando a la presidenta y que Pablo Iglesias era el encargado de velar por la seguridad sanitaria en estas instalaciones. Deberían apuntar con el dedo acusador a Moncloa. El gurú científico de Sánchez, Fernando Simón, vaticinó que en España no habría «más allá de algún caso» y fallecieron 122.000 personas y se contagiaron decenas de millones. Y el presidente es el gran responsable de haber retrasado una semana el confinamiento para llegar al 8-M como le exigían Iglesias e Irene Montero. Siete días que resultaron fatales: de haber hecho los deberes antes, se hubieran salvado 23.000 vidas. Esto es información, de la Universidad de Zaragoza y de la Rovira i Virgili, no opinión. Pues eso, que para homicida negligente, Sánchez.