«De Bellum luce»

Abascal elige la bolsa y suelta a sus votantes

Siempre cabe que tengan razón aquellos que sostienen que a Abascal le basta con mantener ese discurso que contenta al votante blanco, heterosexual, y que se siente perjudicado por la diversidad, la integración y la igualdad de oportunidades para las mujeres

El reposicionamiento de la dirección de Vox en el nuevo contexto global es un movimiento arriesgado en lo político para Santiago Abascal. Parece que ha elegido mantener bien guardada la bolsa de los ingresos, aunque sea a costa de hipotecar la coherencia con lo que piensan mayoritariamente sus votantes. Sobre esto último, no pueden argumentar que no sabían lo que hacían al convertirse en los escuderos fieles de Donald Trump porque también manejan sus estudios demoscópicos, que les anuncian lo mismo que apuntan otros sondeos.

Los votantes de Vox reflejan tener visiones encontradas sobre la situación geopolítica. Apoyan mayoritariamente la integración de Ucrania en la UE, pero son críticos con la ayuda internacional a Kiev a pesar de que sin esa ayuda no habrían podido mantenerse en pie frente a Putin. Al mismo tiempo hay una corriente que defiende la solución negociada del conflicto, aunque, a la vez, la mayoría percibió negativamente la propuesta inicial de Trump para poner fin a la guerra.

De todo ello, lo más significativo de esta radiografía emocional del electorado de Vox es que está dividido en mitades respecto a si respaldan el envío de tropas europeas a Ucrania. Es, por tanto, un mapa electoral tan plural como para que quepa pensar que una profundización de Vox en este nuevo alineamiento con Trump, de no reconducir este su cambio de posición con respecto a Europa, pueda tener un coste para sus intereses electorales. Pero no es lo que más les preocupa, porque lo que prima es la utilización del partido como una buena caja de ingresos, y para esto es mejor estar del lado de la liga de Trump y de Orbán que romperse la cabeza buscando un equilibrio para contentar lo más posible a un electorado confuso respecto a los cambios que se están produciendo en el orden mundial.

En todo caso, siempre cabe que tengan razón aquellos que sostienen que a Abascal le basta con mantener ese discurso que contenta al votante blanco, heterosexual, y que se siente perjudicado por la diversidad, la integración y la igualdad de oportunidades para las mujeres. Y que a esa bolsa de voto que le cronifica en el 12-14 por ciento de apoyos le importa poco si son más amables o simpáticos con el presidente de EE UU.

Nota a pie de página: Estamos a la espera de que alguien de Vox nos explique por qué no han dicho nada del asesinato de una trabajadora social por menores tutelados (españoles) cuando todos sabemos la que habrían montado, y se habría montado, si fueran de origen magrebí, por ejemplo.