Montecarlo

Un Seat 1400 de 1955, la estrella del rallye de Montecarlo histórico

En esta prueba clásica arrancó ayer en Barcelona y se disputará hasta el 5 de febrero por las carreteras nevadas de los Alpes franceses

Entre los más de trescientos participantes del Rallye de Montecarlo Historique, el Seat 1.400 del equipo oficial de la marca española será la estrella de la carrera. Una restauración completa de esta berlina de lujo de los años cincuenta que intentará llegar como ganador hasta el principado de Mónaco el próximo miércoles cinco de febrero, tras pasar la famosa “noche del Turini”. Estará conducido por el antiguo Campeón de España de Rallyes, Mia Bardolet y su copiloto, Eloi Alsina.

Un total de 14 participantes de la 23ª edición del Rally Monte-Carlo Historique tomaron la salida del podio instalado en Diagonal Mar Barcelona para participar en la prueba de regularidad más importante del mundo. Esta competición reúne a algunos de los vehículos clásicos que participaron entre 1911 y 1980 en la versión de velocidad del mítico rallye. Otros participantes eligieron para iniciar su aventura otros puntos como Reims (Francia), Bad Hombourg (Alemania), Milán (Italia) y Monte-Carlo (Mónaco), Glasgow (Escocia) y Atenas (Grecia). En total, 310 equipos están realizando la llamada etapa de concentración

El Porsche 911S 2.0 de 1969 (con el número 52), pilotado por David Nogareda y Sergi Giralt, fue el primero en bajar del podio barcelonés. El último en tomar la salida ha sido Jose Maria ‘Mia’ Bardolet y Eloi Alsina al volante de un Seat 1400B de 1957 (número 307), el coche más antiguo de los que han partido desde España. Este es uno de los tres Seat Históricos del equipo oficial que se presentan a la prueba.

El Rallye Monte-Carlo Historique tiene un largo itinerario que incluye, además de la citada etapa de concentración, otra de clasificación que se celebra el domingo 2 de febrero, una etapa común que tiene lugar los días 3 y 4 y la etapa final que cerrará la prueba durante la madrugada del 4 al 5 de febrero, con la capital del principado como centro neurálgico. Tras la celebración hace tan sólo una semana del 88º Rallye Monte-Carlo de velocidad, con el que se comparten diversos tramos, los equipos prevén encontrar condiciones meteorológicas especialmente adversas, con nieve y hielo, que pueden dificultar mucho la conducción y el cumplimiento de los promedios de tiempo marcados.

Para Seat esta es una cita importante en la historia de la marca pues fue en este rallye de 1955 donde se estrenó en la competición internacional con el Seat 1400, el primer modelo de la firma y también su primer coche de carreras. 65 años después, el 1400 vuelve a competir en el Monte-Carlo. El vehículo preparado por el departamento de Coches Históricos es un 1400 B del año 1957, que entrega 88 caballos de potencia. Está pintado de color gris claro, que contrasta con un tono gris más oscuro en las llantas y cuenta además con faros adicionales antiniebla y de largo alcance, claves en una prueba tan exigente como el Rallye Monte-Carlo, en la que muchos tramos se celebran en la oscuridad.

El chasis ha sido convenientemente reforzado para su uso en carreteras de montaña y el interior ha sido acondicionado con las medidas de seguridad necesarias, aunque mantiene el estilo y equipamiento de la época, con baquets de aire retro y un tablero en el que destacan los relojes indicadores de antaño. Este no es el único coche inscrito por Seat Históricos en el rallye de 2020. También forman parte de la larga lista de más de 300 vehículos un Seat 127, que compartirán los periodistas Iván Vicario y Jesús Bonilla y un 1430, que pilotará el también periodista Enrique Trillo junto a Carles Jiménez.

La de 2020 es la cuarta edición consecutiva en la que Seat participa en el Rallye Monte-Carlo Histórico. En 2017 la marca decidió volver a competir en el legendario rally con un124, réplica del modelo con el que Seat hizo historia 40 años antes, en 1977, cuando Antonio Zanini-Juan Petisco y Salvador Cañellas-Daniel Ferrater acabaron en la tercera y cuarta posición respectivamente. Salvador Serviá, con un séptimo, cerró una histórica edición del Monte-Carlo para Seat, con tres coches en las diez primeras posiciones.