Vecinos

Soterramiento de la A-5: una semana de obras y dudas vecinales

Hablamos con alguno de los vecinos afectados por el inicio de una de las obras de infraestructura más ambiciosas de la ciudad

Radar de tramo de la A5 inoperativo por las obras de soterramiento. © Jesús G. Feria.
Radar de tramo de la A5 inoperativo por las obras de soterramiento.© Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

Se cumple una semana desde que la capital diese inicio a una de las obras de infraestructura más ambiciosas de su historia reciente: el soterramiento de la autovía A-5 a su paso por el paseo de Extremadura. Este proyecto, que busca transformar una de las principales arterias de acceso a la capital, promete no solo mejorar la movilidad urbana, sino también revitalizar los barrios colindantes, creando nuevos espacios verdes y reduciendo la contaminación acústica y ambiental. La obra, que contará con un presupuesto de 347,4 millones de euros, se desarrollará en tres fases a lo largo de los próximos dos años. El tramo afectado abarca desde la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer, cubriendo una extensión de 3,2 kilómetros.

Durante este periodo, se espera que alrededor de 80.000 vehículos diarios se vean afectados por desvíos y restricciones de tráfico. Para mitigar el impacto en la movilidad, el Ayuntamiento de Madrid ha diseñado un plan que incluye cinco rutas alternativas y un refuerzo en el transporte público, aumentando las frecuencias en líneas de metro, autobuses y Cercanías. Sin embargo, la ejecución de este proyecto no ha estado exenta de controversias. Algunos vecinos de los barrios de Campamento y Aluche han expresado su descontento, argumentando que el soterramiento previsto es insuficiente y deja fuera a una parte significativa de la población afectada por el tráfico de la A-5. Estas comunidades demandan una extensión del soterramiento que abarque una mayor longitud, asegurando así beneficios para un mayor número de residentes.

Desde la Asociación de Vecinos de Campamento aseguran a este periódico que el arranque de las obras ha supuesto una reducción del tráfico. «Menos del que se esperaba pero hay que tener en cuenta que muchas de las personas que vivimos en el barrio estamos acostumbradas a usar el transporte público», dice Andrés Piñeiro, su portavoz. Esto ha hecho que en pocos días, la preocupación de los vecinos haya crecido ya que consideran que los usuarios del transporte público van a ser los grandes afectados por estas obras. «Principalmente por los autobuses. La parada que teníamos a la altura del Metro de Campamento se ha eliminado y por ella pasaban 28 líneas de autobuses interurbanos. De las cuales, 18 se quedan en Cuatro Vientos ahora, pero los vecinos estamos bastante molestos de su eliminación porque nos perjudica en nuestro día a día», cuenta.

En cuanto a las líneas de autobuses de la EMT –por el barrio pasaban las líneas 36,39 y 65–siguen funcionando pero sus recorridos se han visto modificados: «Los han desviado por el barrio de Lucero y esto ha provocado que tardemos más a todo, especialmente por las mañanas que es cuando hay más tráfico. A lo que dedicábamos cinco minutos ahora tenemos que dedicarle 20». La línea 65 todavía no ha sufrido desvíos y no saben cómo se va a gestionar la circulación de los autobuses por la Avenida de los Poblados, dirección Madrid. «Antes contábamos con cuatro carriles, uno de ellos destinado a los autobuses. Ahora lo han reducido a dos, solo para coches, por lo que ahora mismo no pasa ninguno por allí. Por eso pensamos que los grandes perjudicados van a ser los usuarios del transporte público». Además, municipios del suroeste de la Comunidad de Madrid, como Alcorcón y Móstoles, han mostrado su preocupación por las posibles repercusiones en la movilidad de sus habitantes. «En este caso, antes de llegar a la Avenida de los Poblados, las personas que vienen de estos dos municipios contaban con dos carriles, los mismos con los que contarán ahora con las obras, por lo que la reducción no es tan grande», sentencia.

Por su parte, Javier Poveda, portavoz de la Asociación de Vecinos de Lucero dicen no haberse visto afectados por los cambios en las líneas de autobuses. «Lo que más nos afecta es en cuanto a automóviles. El problema fundamental para nosotros es el acceso a la A-5. Al reducirse los carriles, acceder o salir a la carretera de Extremadura es muy complicado. Hay más densidad y se están produciendo alcances». Sin embargo, señala el movimiento peatonal como la mayor preocupación de los vecinos. «Todavía no está lo complejo que va a llegar a estar, pero ya empezamos a notarlo. Sobre todo el paso entre Batán y Lucero. Hay cuatro o cinco colegios en la zona, desde el comienzo de la obra en la avenida de Portugal hasta Padre Piquer, todo ese recorrido es de cruce. Todavía no se nota en exceso porque siguen abiertos los pasos subterráneos, pero van a ir cerrándolos».

Desde el Consistorio ya les avisaron que no se implantaría pasos semafóricos entonces la comunicación entre ambos lados de la carretera tendrá que producirse por un servicio especial de autobuses. «En principio creemos que es una buena solución para esta situación pero no es gratuito. Para un recorrido tan pequeño y tan sencillo, que tengas que pagar nos parece surrealista».

El proyecto del Paseo Verde del Suroeste, asociado al soterramiento, contempla la creación de un bulevar peatonal y ciclista que conectará la Casa de Campo con el entorno de Puerta del Ángel y Madrid Río. Este corredor verde incluirá la plantación de más de 7.000 árboles y la construcción de un carril bici bidireccional de 3,5 kilómetros, fomentando así la movilidad sostenible y mejorando la calidad de vida de los residentes. A medida que avanzan las obras, la ciudad se prepara para enfrentar los desafíos que conllevan este tipo de intervenciones urbanas. Las autoridades locales han hecho un llamado a la paciencia y colaboración de los ciudadanos, enfatizando los beneficios a largo plazo que traerá el proyecto en términos de conectividad, reducción de emisiones y creación de espacios públicos de calidad.

En las próximas semanas, se espera que se intensifiquen los trabajos, con la implementación de los primeros cortes de tráfico significativos y la puesta en marcha de las medidas de mitigación previstas. La colaboración entre las distintas administraciones y la participación activa de la comunidad serán clave para el éxito de esta ambiciosa transformación urbana. Mientras tanto, los vecinos esperan con incertidumbre y esperanza el resultado final de una obra que cambiará radicalmente el paisaje y la vida de sus barrios. Por otro lado, las asociaciones vecinales han solicitado más puntos de información sobre el desarrollo de las obras para mantener a los ciudadanos actualizados y responder a sus inquietudes de manera oportuna.