Puente de mayo 2024
¿Qué hacer este puente de mayo? Once desconocidos pueblos con encanto a solo una hora de Madrid
La región madrileña ofrece los destinos turísticos que los visitantes tienen que descubrir durante los próximos días festivos
Muchos cuentan en el calendario los días que quedan para que llegue el puente de mayo. Desde el próximo miércoles, 1 de mayo, fecha en la que se reivindica el Día Internacional del Trabajador, festivo en todas las comunidades autónomas de España, algunas personas aprovechan para disfrutar de varios días libres que unen con el fin de semana. Sólo en la región madrileña también es festivo el jueves, 2 de mayo, día en el que se conmemora el Levantamiento de 1808 contra la invasión francesa.
Amigos y familiares comienzan a programar sus escapadas para desconectar de las rutinas cotidianas durante estos días. Aunque una parte opta por los destinos de la geografía costera, la mayoría eligen los pueblos del interior de la Comunidad de Madrid para descubrir sus más preciados encantos. Los edificios con historia, la naturaleza en su estado más puro, la gastronomía tradicional o las calles que envuelven la cultura de cada lugar son algunos de los motivos que impulsan a los más aventureros a conocer los rincones de la comunidad madrileña.
De norte a sur y de este a oeste, los 179 municipios que forman esta región tienen mucho que ofrecer a todos los turistas. De estos lugares, sobresalen once municipios que han logrado conservar su autenticidad rural. Amparados por el programa Villas de Madrid, estos pueblos cuentan con excelentes infraestructuras turísticas que hacen disfrutar a los turistas durante su estancia. ¿Cuáles son estos destinos turísticos? Atento, porque te sorprenderán sus atractivos paisajes.
Buitrago del Lozoya
La visita a este municipio de casi 2.000 habitantes es un viaje hacia la Edad Media. Su casco urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural en 1993 y, desde 1931, su recinto amurallado ha sido protegido como Monumento Nacional. Rodeado casi al completo por el río Lozoya, el castillo de los Mendoza, una fortaleza de origen musulmán, resulta ser su mayor emblema histórico. Un paseo por sus murallas y unas tapas por los bares y restaurantes de la céntrica calle Real es el plan perfecto para muchos turistas que, mientras degustan su gastronomía local, pueden contemplar de fondo las montañas de la sierra de Guadarrama.
Otro lugar destacado en el mapa turístico de Buitrago es el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias que, ubicado desde 1985 en el Consistorio municipal, atesora más de 60 obras que el pintor cubista donó a su gran amigo y barbero de confianza. También, entre sus principales atractivos, se encuentran el Puente del Arrabal (o puente Viejo), la Torre del Reloj o la Iglesia de Santa María del Castillo. Para reservar una visita guiada por los monumentos y edificios más representativos de esta localidad de la sierra norte madrileña, la oficina de turismo está abierta al público de martes a domingo de 10:00 a 14:00 horas de la mañana y de 16:00 a 18:00 horas de la tarde (sólo los domingos tiene horario de mañana).
Chinchón
Al sureste de la región, inmerso en la comarca de Las Vegas, este pueblo de algo más de 5.600 residentes, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974, es uno de los más visitados por los turistas. Su porticada plaza Mayor, que ha sido el escenario de numerosas películas y es utilizado para las conocidas corridas de toros, es un claro ejemplo de la arquitectura popular castellana, pues conserva en un perfecto estado los elementos de madera vista y sus más de 200 tradicionales balcones pintados de color verde. Alrededor de la plaza, muchos de los restaurantes ofrecen los platos tradicionales de Chinchón (destacan los asados en horno de leña, las sopas de ajo o los dulces conventuales).
Sobre la plaza, se levanta otro reclamo turístico: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo del siglo XVII que une varios estilos arquitectónicos (Gótico, Plateresco, Renacentista y Barroco). El Monasterio de los Agustinos (que es Parador Nacional), el Convento de las Clarisas, la fortificación en ruinas de Casasola o el Castillo de los Condes, desde donde se divisan las mejores panorámicas, forman parte también de su rico patrimonio histórico. Entre su oferta cultural, Chinchón ofrece el Museo Etnográfico La Posada, que recrea una casa de labranza de principios del siglo pasado, o el Teatro Lope de Vega, donde se representan grandes obras teatrales desde su creación a finales del siglo decimonónico. Para los amantes de la naturaleza, las Lagunas Casasola y San Galindo o El Pingarrón, situadas en plena cuenca del Tajo-Jarama, son por muchos fotografiadas al habitar en su entorno numerosos animales y extensos carrizales.
Colmenar de Oreja
A solo 5 kilómetros de Chinchón, es decir, en torno a 10 minutos en coche, este municipio colmenareño de 7.900 habitantes también es ejemplo de la arquitectura popular castiza por su simbólica Plaza Mayor. Próximo a las aguas del río Tajo, su casco urbano fue reconocido bajo la figura de Bien de Interés Cultural por conservar prácticamente su trazado urbanístico original, así como los edificios residenciales construidos entre los siglos XVII y XX. Entre sus monumentos más destacados se encuentran la Iglesia de Santa María la Mayor, la ermita del Cristo del Humilladero, el Convento de la Encarnación del Divino Verbo, el Teatro Municipal Diéguez o el Museo Municipal Ulpiano Checa. Los bares y restaurantes de este municipio, que forma parte de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, en la subzona de Arganda del Rey, son perfectos para saborear su buen vino procedente de bodegas centenarias, acompañado por uno de sus platos gastronómicos tradicionales, como las patatas chulas.
Navalcarnero
Otra de las zonas vitivinícolas más importantes de la región es este municipio del sur que, surcado por el río Guadarrama, contabiliza en torno a 32.000 residentes. Sus excelentes vinos proceden de su suave relieve, los cuales pueden degustarse en las casas de comida que se distribuyen por todo su casco histórico, concretamente, en su popular plaza de Segovia (en honor a la ciudad a la que pertenecía sus tierras). Antiguamente era un cruce de caminos y parada de comerciantes, que fueron habitando el lugar con el trascurso de los años. Fue en el siglo XVII, tras testimoniar la boda real entre Felipe IV y Mariana de Austria en 1649, cuando el municipio construyó sus casas de labranza alrededor de su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Con motivo de este ilustre acontecimiento, Navalcarnero celebra cada año el Real Mercado del Siglo de Oro, un mercado medieval que se monta en su plaza segoviana antes de comenzar sus fiestas patronales a principios de septiembre.
Nuevo Baztán
Al este de la Comunidad de Madrid, casi en el límite provincial con Guadalajara, se encuentra este pueblo ilustrado del siglo XVIII de algo más de 6.000 vecinos. Es la única villa construida durante el periodo de la Ilustración de la región. Sus primeros edificios fueron levantados por el político navarro Juan de Goyeneche y Gastón para fundar la fábrica de vidrio, junto a las casas que habitaron sus artesanos. En su singular trazado urbano, sus monumentos más característicos son el Palacio de Juan de Goyeneche y Gastón, que recibe el nombre del promotor de Nuevo Baztán, y la Iglesia de San Francisco Javier, patrón de la región navarra. Ambos edificios históricos de estilo barroco fueron construidos entre 1709 y 1713 por el arquitecto José de Churriguera y declarados como Monumentos Históricos Artísticos en 1941. El Centro de Interpretación de esta villa madrileña, abierto al público de martes a domingo, da a conocer la historia de este rincón navarro en Madrid.
Rascafría
En el valle del río Lozoya, entre los bosques de coníferas de la sierra de Guadarrama, se encuentra este pequeño municipio de alta montaña que cuenta con menos de 2.000 habitantes. En este entorno natural privilegiado, el entonces rey Enrique II de Castilla ordenó construir el Real Monasterio de Santa María de El Paular, donde se conservan las obras pictóricas barrocas de Vicente Carducho que fueron cedidas por el Museo del Prado. Este tesoro de arte monacal fue primeramente regido por la orden religiosa de La Cartuja, aunque actualmente en él habita una comunidad de monjes de la orden Benedictina quienes continúan bendiciendo los productos de vecinos y visitantes.
Manzanares El Real
A menos de una hora de Madrid, este punto de la geografía madrileña fusiona lo mejor de su entorno natural y de su patrimonio histórico-cultural. Manzanares El Real, que cuenta con una población de algo menos de 10.000 habitantes, es la puerta de acceso al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama a través de su granítica montaña La Pedriza, donde los amantes de la naturaleza pueden practicar escalada y senderismo mientras disfrutan de las vistas de sus extensos bosques y del embalse de Santillana. Además, la oferta cultural se completa con el Castillo medieval de los Mendoza, que es la fortaleza militar mejor conservada de la Comunidad. En este paraje, que revive los cuentos de príncipes y princesas de la infancia, muy a menudo se celebran representaciones teatrales que trasladan al visitante a medievo y a la época renacentista. Entre sus platos estrella, los restaurantes ofrecen en sus cartas la clásica caldereta de cabrito para los paladares más exquisitos.
Patones
Es uno de los municipios más pintorescos de la región madrileña por su peculiar arquitectura negra, pues su casco urbano está construido con el material de pizarra que predomina en su entorno. Un recorrido por la senda de El Barranco, un camino de unos 750 metros que separa Patones de Abajo y Patones de Arriba, permite percibir el bello entorno natural que rodea este rincón de unos 500 habitantes. Otros atractivos turísticos de este municipio son el yacimiento arqueológico de la Dehesa de la Oliva, la presa del Atazar, que embalsa las aguas del río Lozoya, y el Canal de Cabarrús, una vía de agua en ruinas. Su historia cuenta que este rincón de la sierra norte de Madrid fue un reino independiente en el siglo XVIII y durante la invasión napoleónica.
San Martín de Valdeiglesias
Este rincón de la sierra oeste madrileña de casi 10.000 habitantes disfruta de un entorno natural extraordinario. Cuenta con extensas áreas de pinares protegidos al ser el hábitat de especies en peligro de extinción, como el buitre leonado o el águila imperial. Por su territorio discurre el río Alberche, estancado en el embalse de San Juan, lugar que recibe millones de bañistas durante la época estival al ser el único de la región donde está permitido el baño y la navegación a motor. Entre otros focos de interés, se encuentra el Castillo de la Coracera, emblema medieval de la localidad, que fue construido por Don Álvaro de Luna, Condestable de Castilla y valido del rey Juan II, en 1434. Las bodegas de San Martín de Valdeiglesias diseñan rutas enoturísticas por sus viñedos de albillo real o garnacha, que están amparados por la Denominación de Origen Vinos de Madrid.
Torrelaguna
Lindando con la provincia de Guadalajara, al noreste de la región, esta villa de Madrid, declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1974, es conocida por ser donde vivieron el Cardenal Cisneros, Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador. Su patrimonio histórico está constituido por la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena (siglo XV), edificio representativo de la arquitectura gótica, la Ermita de San Sebastián (siglo XV) o el Palacio Arteaga o del Infantado (siglos XVII-XVIII). Otros lugares de interés son el Pósito o el antiguo almacén de grano, edificio ocupado actualmente por el Consistorio municipal, pero también el Hospital de San Bartolomé y el Convento de Franciscanos de la Madre de Dios. Su rico entorno natural en pleno valle medio del río Jarama permite disfrutar de su variada vegetación (romero, tomillo, jara, retama, álamos, pinos y encinas).
Villarejo de Salvanés
Esta villa fue Encomienda Mayor de Castilla, de la Orden Militar de Santiago, durante la Edad Media. Su castillo, del que solo se conserva la torre del homenaje, y la Casa de la Tercia o Casa de la Encomienda, desde donde se administraban los tributos de los campesinos y comerciantes, testimonian la importancia que tuvo este lugar en la zona. Junto a la Iglesia de San Andrés Apóstol, todos estos edificios constituyen un Conjunto Histórico-Artístico protegido desde 1974. Muchos de los turistas que visitan el pueblo no se van de allí sin antes degustar sus dulces rosquillas de Santa Clara, típicas del día de San Isidro.
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