Estudio

Intimidad en pareja, un reto para los madrileños

Solo el 25% de las parejas dedica tiempo a compartir momentos de intimidad. El móvil y el agotamiento, los grandes enemigos

Una de las imágenes de la exposición «Intimidades desapercibidas» que Eugenio Recuendo preparó con inspirado en este estudio
Una de las imágenes de la exposición «Intimidades desapercibidas» que Eugenio Recuendo preparó con inspirado en este estudio Eugenio Recuenco

En una ciudad que nunca duerme, donde las jornadas laborales se alargan y la tecnología ocupa cada vez más espacio en nuestra vida, la intimidad en pareja parece estar en peligro de extinción. Aunque los madrileños son los que mejor valoran su relación de pareja, según el estudio «Radiografía de la intimidad de las parejas españolas» elaborado por Pikolin, apenas uno de cada cuatro dedica tiempo a compartir momentos de intimidad con su pareja. «La intimidad es el pegamento de los vínculos humanos. Sin un espacio para ella, no puede darse una conexión emocional con otra persona y sin ésta no es posible construir un vínculo», afirma Sonia Encinas, sexóloga y terapeuta especializada en relaciones de pareja. Según la experta, la falta de conexión emocional es muchas veces el inicio de una desconexión física y, en última instancia, del deterioro de la relación.

El 86% de los encuestados considera que el dormitorio es el lugar clave para fortalecer la intimidad, pero los hábitos actuales están erosionando ese espacio. El 41% de los madrileños reconoce que casi siempre mira el móvil en la cama y el 20% acostumbra a ver la televisión antes de dormir. «Cualquiera tiene un día en el que necesita evadirse del mundo y las pantallas forman parte de nuestro tiempo. El problema es que esta escena se ha convertido en un hábito que ya está impactando en nuestra manera de relacionarnos», explica Encinas. El estudio revela que el cansancio del día a día es el principal obstáculo para la intimidad en pareja para el 68% de los madrileños. Tras jornadas agotadoras, el tiempo compartido con la pareja queda relegado a un segundo plano, lo que lleva a muchas parejas a sentir que se distancian sin una razón concreta.

A pesar de estas barreras, el estudio también muestra que las parejas más felices suelen integrar hábitos sencillos que refuerzan su vínculo emocional. Irse a la cama a la vez, compartir confidencias antes de dormir o tener gestos de cariño como abrazos y caricias marcan la diferencia. Sin embargo, solo 3 de cada 10 madrileños se dan un abrazo antes de dormir, y la planificación de momentos íntimos es mínima: solo el 16% de las parejas en Madrid organiza sus encuentros sexuales. «No podemos olvidar que la intimidad en pareja se cultiva, sobre todo, a través de gestos sencillos, pero cotidianos. Las expresiones de reconocimiento y afecto diarias son una toma de tierra en medio de la velocidad frenética a la que solemos vivir y nutren la intimidad», subraya Encinas.

[[H2:«Cajas de intimidad»]]

El estudio introduce la metáfora de las «cajas de la intimidad», que representan las distintas fases por las que puede atravesar una relación: desde la pasión y la intensidad hasta la desconexión o la ruptura inminente. En Madrid, el 70% de las parejas consideran que están en una fase positiva, mientras que el 30% sienten que su relación se encuentra en un momento complicado. El desgaste de la relación es más evidente con el paso del tiempo. El contacto físico en las parejas se reduce un 12% con los años, sobre todo tras la llegada de los hijos. De hecho, las parejas sin hijos puntúan su relación con un 8,2 sobre 10, mientras que las que tienen hijos la valoran con un 7,4. Además, las mujeres son más críticas con su vínculo: solo el 65% lo valora positivamente frente al 71% de los hombres.

Con este estudio, Pikolin busca generar conversación sobre la importancia de la intimidad en pareja y cómo esta influye en nuestra calidad de vida. «Queremos llamar la atención sobre esto, poner el foco en la intimidad, para que la prioricemos y dejemos de relegarla», señala Ana Robledo, directora de comunicación y marketing de la marca.

En un mundo donde las pantallas, el estrés y la rutina parecen dominarlo todo, dedicar tiempo a la pareja, reconectar a través de pequeños gestos y construir momentos de intimidad puede ser la clave para relaciones más sanas y satisfactorias. La pregunta es: ¿seremos capaces de apagar el móvil y mirar a los ojos a nuestra pareja esta noche?