Salud
Fundación Canis Majoris: Abriendo camino hacia la inclusión
Canis Majoris se presenta como algo más que una entidad sin ánimo de lucro y se define como un espacio donde la diversidad se celebra
«Cada día se trabaja por la integración social de las personas que más lo necesitan». Así lo explican Lorena Casas Pessino, patrona de la fundación, y Ángel M. de Sancha, el director.
Su misión es clara: mejorar la calidad de vida de aquellos con diversidad funcional o que se encuentran en riesgo de exclusión psicosocial. A través de sus programas, la fundación no solo fomenta la inclusión, sino que también impulsa el respeto y la igualdad de oportunidades para todos.
Si nos vamos a los orígenes, la idea llegó de Estados Unidos, donde este tema estaba mucho más asentado y considerado. Los representantes con los que hablamos cuentan que Canis Majoris nació por el amor a los animales. A través de la terapia con los mismos, la fundación trata problemas de diversidad funcional, algo que ahora se está normalizando pero que, entonces, resultaron pioneros. Desde su creación, la fundación ha defendido la «no diferencia de la diferencia», lo que significa que ven la diversidad como una riqueza para la sociedad. «Creemos firmemente en el potencial de cada persona y en la importancia de brindar apoyo para que todos puedan desarrollar sus capacidades», afirman. Apuestan por la comunicación entre animales y personas y se dedican a la integración social. «Mejoramos la vida de las personas en riesgo de exclusión psicosocial a través de terapia asistida con animales» explican.
En Madrid cuentan con dos sedes, en el centro, donde imparten formación a través de charlas, seminarios y jornadas; y en las afueras, donde se encuentra el equipo de intervención. Y de 15 centros en sus inicios, actualmente asisten a 40 de la Comunidad de Madrid, cerrarán el año con más de 2.000 sesiones terapéuticas y están presentes en dos hospitales de la Comunidad y otro en Castilla la Mancha. Además, prestan su espacio a otras entidades. «Contamos con una finca que dispone de las infraestructuras necesarias para impartir las sesiones de la mejor forma posible». Y también ofrecen más perros que terapeutas debido a que el avance más óptimo se consigue con dos perros por terapeuta, «si hay alguna incidencia, siempre hay otro animal dispuesto».
Desde la fundación, aprovecharon el tiempo de la pandemia para formarse y perfeccionar su conocimiento, «eso fue el punto de inflexión y el posterior salto cualitativo», mencionan los entrevistados. Actualmente el equipo lo componen cinco terapeutas y siete perros. «En un principio teníamos nosotros los perros, pero con la experiencia y el tiempo nos dimos cuenta que es mucho más productivo y determinante el vínculo entre perro y terapeuta, generando así mejores sinergias en las sesiones. En consecuencia, decidimos que los perros fuesen propiedad de los terapeutas, fue un avance muy importante». Cada terapeuta los adiestra y dispone de su propio vehículo otorgado por la fundación para asistir a distintos puntos de la Comunidad de Madrid.
«Trabajamos con centros de rehabilitación psicosocial y tratamientos de grandes dependientes. El abanico es muy amplio, como el trastorno del espectro autista, el trastorno mental grave, adiciones...». Y esto se explica porque «no somos una terapia alternativa, somos una terapia complementaria. El equipo médico nos marca unos objetivos y nosotros los cumplimos», detalla el director.
El método Majoris
Uno de los pilares fundamentales de la fundación es el Método Majoris, un enfoque, según cuentan, asegura resultados exitosos.
Tanto Lorena como Ángel señalan que este método se destaca por su rigurosa base científica y su carácter transversal, lo que asegura un enfoque multidisciplinar y personalizado para cada usuario. «Se diseñan planes de trabajo ajustados a las necesidades individuales, y el bienestar animal siempre está en el centro de sus acciones».
«El objetivo no es otro que un futuro inclusivo», comentan. En la Fundación Canis Majoris, creen que la inclusión y la solidaridad son claves para un futuro más justo. Y no lo hacen solos, sino que, gracias a sus colaboraciones con otras entidades y expertos, se han potenciado recursos y ampliado el alcance de su labor, demostrando que trabajar en equipo es siempre la mejor manera de llegar más lejos.
Con todo ello, el mensaje que nos trasladan viene de una trayectoria en la que «la empatía, el compromiso y un enfoque científico bien fundamentado construyen una sociedad para todos».
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