Sucesos
Un fugitivo con las huellas desfiguradas y una mujer son detenidos en Madrid por un intento de homicidio en Perú en 2006
Los prófugos de la justicia detenidos en Madrid estuvieron asentados en España con identidades falsas de 2009 a 2016 y fueron arrestados varias veces en nuestro país sin ser relacionados con el crimen
Pese a que se había autolesionado quemándose las yemas de sus diez dedos para desfigurarse las huellas dactilares con el objetivo de no ser identificado, el arduo esfuerzo de los agentes de la Unidad Científica de la Jefatura de la Policía Nacional de Madrid ha permitido detener el pasado 11 de abril en Madrid a un hombre peruano de 63 años por el intento de homicidio con arma de fuego de Tomás Rogelio Castañeda cometido en 2006 en Perú. Los inspectores también arrestaron en la capital a una mujer peruana de 54 años acusada de "presunta cómplice del delito de homicidio calificado, en grado de tentativa, en agravio de Tomás Rogelio Castañeda" por la Comisión Oficial de Extradiciones y Traslado de Personas Condenadas de Perú, detenciones hechas públicas el miércoles por la Policía Nacional en las que han colaborado la Interpol y las autoridades peruanas.
Los detenidos habían logrado entrar en España con identidades falsas en 2009 y se asentaron en nuestro país hasta 2016, periodo de siete años en el que se les realizaron “decenas de detencionesen Madrid y Andalucía por delitos menores", pero "no se les pudo relacionar con la petición de extradición de las autoridades peruanas por este intento de homicidio", confirman a este medio fuentes de la investigación. En 2016, la Policía Nacional les pierde la pista y sospechan que se han marchado a vivir a otro país. En febrero de este año, la Policía Nacional comienza una investigación al conocer una orden internacional de detención sobre dos personas por intento de homicidio. Un agente identifica la cara del hombre por haberle detenido en alguna ocasión. Los investigadores logran localizar a ambos y, finalmente, fueron detenidos el pasado 11 de abril y están a la espera de que se apruebe su extradición a Perú. Los detenidos fueron pareja o tuvieron algún tipo de relación sentimental, explican fuentes de la investigación sobre su relación.
La desfiguración de las huellas dactilares del hombre, acusado de ser el autor del intento de homicidio en 2006 en Perú, las precauciones que tomaban para no revelar su verdadera identidad y el hecho de que sus huellas no estuviesen digitalizadas les permitieron vivir durante años en España sin ser relacionados con la tentativa de homicidio con arma de fuego en 2006 en Perú.A pesar de quemarse las yemas de los dedos, sus huellas todavía podían ser identificadas ya que las huellas dactilares son muy profundas y “no sirve cualquier autolesión para borrarlas”, explican fuentes de la investigación.
Pese a lo llamativo de desfigurarse sus huellas dactilares, la mayor ventaja con la que contaba el acusado era que sus huellas no estaban digitalizadas por las autoridades peruanas y, por tanto, la Policía Nacional y la Interpol no podían encontrarle en las bases de datos compartidas. Después de que las autoridades españolas no tuviesen ninguna detención ni noticia sobre ellos desde 2016, la Comisión Oficial de Extradiciones y Traslado de Personas Condenadas de Perú envía a las autoridades italianas una solicitud de extradición activa de la "ciudadana peruana María Ynés Campos Bernedo" para "ser procesada como presunta cómplice del delito de homicidio calificado, en grado de tentativa, en agravio de Tomás Rogelio Castañeda".
A pesar de las dificultades, los agentes de la policía científica han logrado confirmar “absolutamente” su identidaden un informe pericial tras solicitar sus huellas a las autoridades peruanas.Además de mutilarse las huellas dactilares, el hombre tenía dos identidades falsas para tratar de no ser identificado. La mujer contaba con tres identidades fraudulentas, pero no se autolesionó las yemas de los dedos para tratar de borrar sus huellas dactilares. Sobre ella pesaban tres órdenes de detención en España, dos por hurto y una por estafa. Las autoridades peruanas reclaman la extradición de ambos por intento de asesinato y, dependiendo de la agilidad de los trámites, se prevé que sean enviados a Perú para ser juzgados allí "en varios meses o un año", sostienen a LA RAZÓN fuentes de la Policía Nacional cercanas a esta investigación que ha puesto fin a una fuga de 17 años esquivando la justicia peruana.
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