Municipios

La España rural se vacía mientras Madrid crece en población

Los municipios españoles de menos de 5.000 habitantes han caído en 23.594 habitantes; los de la región aumentan un 10%

En la localidad de Quijorna ha aumentado un 4,7% el número de habitantes
En la localidad de Quijorna ha aumentado un 4,7% el número de habitantes La Razón

Los pequeños municipios se vacían pero, en Madrid, no tanto. Más bien se podría decir que la región se está posicionando como un referente en la lucha contra la despoblación. Según datos del INE, entre 2018 y 2021, la población en municipios de menos de 5.000 habitantes disminuyó en 23.594 personas. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha contrarrestado esta tendencia con un notable crecimiento demográfico en sus municipios.

En los últimos seis años, los municipios madrileños de menos de 2.500 habitantes han visto aumentar su población en un 12%, los de menos de 5.000 en un 10% y los de menos de 20.000 en un 7%. Este éxito se atribuye a las políticas proactivas del Gobierno regional, diseñadas para revitalizar las áreas rurales y prevenir la despoblación.

El éxito del programa se refleja en cifras: un aumento del 10% en municipios de menos de 5.000 habitantes, destacando Navalagamella (+5,87%), Aldea del Fresno (+5,4%) y Quijorna (+4,7%). En los municipios de menos de 2.500 habitantes, el incremento alcanza casi el 12%, con Horcajo de la Sierra (+17,6%), Puebla de la Sierra (+13,6%), Robledillo de la Jara (+17,5%) y Alameda del Valle (+13,6%) a la cabeza.

Los municipios de menos de 20.000 habitantes, como Villabilla (+6%), Aldea del Fresno (+5,4%), Velilla de San Antonio (+4,5%) y Miraflores de la Sierra (+4,2%) han mostrado también un crecimiento significativo.

A finales del mes pasado, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso presentó el programa «Pueblos con Vida», una ambiciosa iniciativa con 13 medidas específicas para revitalizar los municipios de menos de 20.000 habitantes. Este programa busca fijar población, atraer nuevos vecinos, impulsar el desarrollo económico y turístico, contribuir al reequilibrio territorial y mejorar los servicios públicos.

Entre las medidas destacadas del programa figuraban un plan de embellecimiento con ayudas para mejorar la estética de los pueblos para que pudieran recuperar su valor patrimonial y cultural.

A esto hay que añadir un Plan de Recuperación del Patrimonio Histórico y Artístico con idea de preservar la historia y personalidad de las localidades, promoviendo el turismo local. Al mismo tiempo se ha aumentado el número de viviendas en alquiler a precios asequibles para tratar de atraer a la población joven y facilitar su emancipación. Estas iniciativas vienen complementadas por deducciones fiscales para jóvenes: incentivos para quienes compren o alquilen su residencia en municipios de menos de 2.500 habitantes.

La hostelería también recibe subvenciones para la creación y mantenimiento de negocios, entre los que se incluyen bodegas a la par que se prevé asegurar que todos los municipios tengan infraestructuras y servicios públicos de calidad. De hecho, se han ampliado los servicios móviles para acercar la Administración al ciudadano, además de la oficina de banca móvil en aquellos municipios de menos de 20.000 habitantes.

A todo ello se suma el Proyecto Cuídame, una red de cuidados de proximidad para mayores que se ampliará, permitiendo que los ancianos reciban atención integral en sus propios pueblos. Además, el servicio de transporte a demanda garantizará desplazamientos asequibles, y el Empleabus seguirá ofreciendo servicios de empleo.