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Curiosidades

¿Conoces la “estación fantasma” del metro de Madrid? Esta es su peculiar historia

El Andén 0, o antigua estación de Chamberí, formó parte del primer proyecto del suburbano y fue refugio de un gran número de personas durante la Guerra Civil

La estación de Chamberí se encuentra situada entre las actuales estaciones de Bilbao e Iglesia Metro de Madrid

Cualquier persona que haya venido alguna vez a Madrid habrá montado, seguramente en su metro, que cuenta con más de cien años y hasta 302 estaciones, sin contar Metro Ligero 2 y 3 -los cuales unen ciertas partes de la comunidad con la ciudad-. Es la tercera red más larga del Europa, por detrás de Londres y Moscú, y la quinta en el mundo, con una cifra también inferior a la de Nueva York o Shanghái.

Sol, Callao, Gran Vía, Nuevos Ministerios o Príncipe Pío son algunas de las más concurridas de entre las más de diez líneas que componen este transporte público rápido y eficaz para desplazarse por la ciudad. Pero el suburbano también tiene sus propios secretos, y es que oculta la denominada “estación fantasma”, una “parada” oscura con una peculiar historia detrás: La estación de Chamberí, también llamada Andén 0.

La estación de Chamberí formaba parte del primer proyecto del Metro de Madrid, en el que la línea de Sol se unía con Cuatro Caminos (una parte de lo que hoy se conoce como Línea 1 del suburbano). Desde 1919 prestó su servicio entre las paradas de Iglesia y Bilbao, hasta que, en 1966, se decidió su cierre, debido a la imposibilidad de alargar su andén (puesto que se encontraba en curva y su proximidad con las estaciones de Glorieta de Bilbao e Iglesia -antes llamada Martínez Campos- hacían inviable su ampliación).

Durante la Guerra Civil, sirvió como almacén y refugio de un gran número de madrileños, todo a pesar de que los accesos exteriores fueron tapiados. Además, durante más de cuarenta años, quedó inutilizada.

Un museo dentro del Metro de Madrid

Su historia ha generado numerosas leyendas de asesinatos, fantasmas y seres que cuentan que vagan por las instalaciones y andenes. Y es que, con su cierre, se apagaron las luces y los trenes ya no pararon. La más famosa de ellas, la que hablaba de un cura y una monja que mantenían un romance en secreto. Un día, una niña que vivía en el metro los descubrió y estos la tiraron a las vías. Así, su fantasma maldijo Chamberí y cada aniversario de su muerte, aparece por allí.

Con el tiempo, la parada original ha ido cayendo en el olvido, pero quedaron sus restos e historias. Per ahora, ha sido convertida en un museo. “Entrar en la estación de Chamberí es volver al Madrid de los años 50 y 60 tan solo bajando unos escalones”, dice la sección de museos del Metro de Madrid en su sitio web.

Para llegar a ella, se puede hacer desde las estaciones de Bilbao e Iglesia, y solamente se puede entrar con reserva previa y con visita guiada. La visita es gratuita y tiene una duración de alrededor de media hora. Las visitas tienen lugar los fines de semana, con guía especializado y cada grupo está formado por veinticinco personas como máximo. También es apto para personas de movilidad reducida.