Covid-19
El “efecto José Coronado” sobre AstraZeneca en Madrid: el domingo se vacunó al 91% de los citados
Tras el desplome del jueves y el viernes por la confusión creada con AstraZeneca, el sábado se vacunó a 17.710 personas de las 29.000 previstas. Un día después, a 26.480 de las 29.000 citadas
A falta de grandes consensos en la antesala de unas elecciones autonómicas de las que ya se intuye el barro en el que algunos pretenden convertirlas, sí podremos llegar a un punto de acuerdo sobre lo vivido durante este último año: entre las virtudes que adornan al Gobierno de Pedro Sánchez no figura precisamente su capacidad de generar certidumbre entre los españoles a cuenta de la pandemia. El último ejemplo lo pudimos vivir hace unos días con la confusión generada en torno a la vacuna de AstraZeneca. En lugar de insistir en los beneficios aplastantes de la vacuna de Oxford, y del resto de las aprobadas por las autoridades de la UE, Moncloa y algunas comunidades cebaron durante días una ceremonia de desasosiego que tuvo el final lógico: el miedo se apoderó de miles de madrileños –sucedió también en otros puntos de España– que tenían cita para comenzar el ansiado proceso de la inmunización.
Las dudas generadas por una parte de la clase política, alimentada también por los medios de comunicación, llevó a mucha gente a desertar. Después de llevar catorce meses esperando a la vacuna, optaron por no acudir a la cita con el pinchazo de rigor. Las cifras de las renuncias del jueves y del viernes de la semana pasada encendieron las alarmas en la Consejería de Sanidad. El primero de estos dos días, de las 29.000 personas convocadas al Hospital Isabel Zendal y al Wanda Metropolitano se vacunaron 10.800 ciudadanos, o lo que es lo mismo, sólo el 37%. El viernes la escena fue similar. De las 32.000 personas citadas, sólo confirmaron su asistencia una de cada cuatro.
Esas alarmas encendidas obligaron a la Comunidad de Madrid a actuar. A través de las redes sociales, se multiplicaron los mensajes que recordaban los beneficios de la vacuna. Poder volver a juntar a la familia. Poder comenzar a vivir sin miedo. Y entonces apareció José Coronado. En mitad del WiZink. Recién vacunado. «¿Qué queremos, un efectito y seguir vivos o irnos para el otro lado? Está claro que hay que ponérsela». No era tan difícil eso de transmitir certidumbre. «Las cosa ya va mejor», aseguraban ayer en la Consejería de Sanidad. El sábado se vacunó a 17.710 personas de las 29.000 previstas. El domingo, a 26.480 de las 29.000 citadas.
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