¿Cómo hacer para visitar el Mirador de El Retiro?

Ahora es un buen momento. Es la ocasión, después de los destrozos provocados por “Filomena” en El Retiro, el principal parque histórico de Madrid, para reencontrarnos con el sosiego de sus más de 125 hectáreas, de sus 17 mil árboles... Su reapertura es una gran oportunidad para recorrerlo de nuevo. Para descubrir alguno de sus rincones más célebres.

El gran pulmón del Madrid más urbano esconde muchos secretos entre la vegetación.La estatua de Alfonso XII, frente al lago, oculta en sus pies un mirador con vistas panorámicas de la capital. Unos ventanales que han estado cerrados durante años y que ahora se pueden visitar de forma gratuita reservando en la página web del Ayuntamiento.

Lo cierto es que desde 2018 se puede acceder a su torre mirador. Ahora, con el parque recién reabierto, las oportunidades de echar un ojo a Madrid vuelven. Hay que aprovechar, pues aunque durante un tiempo estuvo abierto al público, sólo unos años, en la década de los ochenta, ahora, con la nueva vida dada al parque, retorna la posibilidad de visitarlo. ¡Algunos ni sabían que existía la posibilidad de acceder ahí arriba!

La parte visitable es una pequeña estancia que se sitúa justo debajo de las patas del caballo. Dispone de unos ventanales a los cuatro lados. Por tanto, ofrece una visión de 360 grados sobre el gran parque de El Retiro y gran parte de la ciudad.

¿Qué se ve desde allí arriba?

Por supuesto, el Estanque y todo el Parque del Retiro, una gran masa arbolada con sus senderos y rotondas. Pero también se contemplan, más allá, edificios de la Gran Vía, una enorme parte del barrio de Salamanca y del barrio de la Letras y los Jerónimos. ¡Una oportunidad única!

Las visitas son siempre guiadas, gratuitas y de media hora de duración, en grupos de diez personas. Un guía especializado se encarga de contar a los visitantes la historia del monumento y del parque del Retiro. La dificultad, casi como cabe suponer, está en lograr plaza. Ser uno de los elegidos. Para ello, nada mejor, como cabe suponer, que hacerlo con tiempo.

La obra en su conjunto fue diseñada, tras concurso público, por José Grases Riera. El arquitecto catalán, que moriría antes de la inauguración definitiva en 1922, propuso emplazarla sobre el antiguo embarcadero. Es decir, en el lado oriental, de forma que no hubiera que talar ningún árbol. Por cierto, que Grases Riera fue también responsable del modernista Palacio de Longoria, en la calle de Fernando VI, hoy sede de la Sociedad General de Autores (SGAE).

El monumento a Alfonso XII está compuesto por un hemiciclo con dos columnatas de cuarto de círculo de orden jónico. En el centro hay una torre sobre la que se erige la estatua ecuestre del monarca. A sus pies, una escalinata desciende hasta la misma orilla del gran estanque.

La torre central dispone del mirador que nos ocupa, con cubierta de bronce y sobre el que está la estatua ecuestre. Alfonso XII está vestido de capitán general de los ejércitos, sujetando con la mano izquierda la brida. En la derecha empuña sable, que apunta hacia abajo. Se supone que está pasando revista a las tropas y que el caballo anda al paso.

Sin duda un excelente plan para estos días de invierno... o de primavera, pues no está muy claro que usted tenga entrada para este próximo fin de semana. Se requiere tiempo. Y previsión.