El Ferrari SF90 Stradale 2020 es justamente eso: representa lo mejor que Maranello puede ofrecer hoy en día, con casi 1.000 caballos de potencia cortesía de tres motores eléctricos y un V8 de 4,0 litros con doble turbocompresor. Lo que este coche te da cuando lo conduces es toda la emoción de un Ferrari, pero con una sacudida eléctrica que lo hace conducir como nada que haya construido antes el fabricante de automóviles más emblemático de Italia. Es emocionante de una manera que te hace perder los sentidos.

Diseñodesde todos los ángulos

El equipo de diseño, dirigido por Flavio Manzoni, no solo tomó los vínculos de este coche con los coches de carreras de alta tecnología de Ferrari (lleva el nombre de un monoplaza de Fórmula 1), sino que también se inspiró en el mundo de los barcos y las naves espaciales. Pero detrás de la influencia de estos trazos e influencias modernas, Manzoni y su equipo definieron la forma de la carrocería mediante una cuidadosa sustracción de volúmenes, como en la escultura.

Para describir la disposición general, se puede empezar por la parte delantera en forma de V, que genera una especie de forma de honda cuando se mira desde atrás. Los faros, las primeras unidades de matriz LED de Ferrari, dan expresividad a la vista con inusuales ranuras horizontales, mientras que dos aletas en voladizo influenciadas por la aeronáutica añaden a la mirada. Más abajo, hay otras ranuras, esta vez para enfriar los descomunales frenos y - en la parte inferior del paragolpes, para enfriar el núcleo eléctrico del coche, dejando enchufes en los lados que enfrían los elementos térmicos.

A diferencia de otras berlinetas Ferrari, como el 360 Modena, el techo y los pasos de rueda ya no se conectan a la ventana trasera. En su lugar, el débil diseño de la cabina delantera y los lados bajos acentúan la forma y casi ocultan la ventana trasera de las proporciones del coche. La brillante pintura Rosso Corsa ayuda a camuflar la forma de la ventana también.

El alerón trasero se asienta bajo en la carrocería, para no ensuciar la estética del coche, pero no tan bajo que no contribuya a la impresionante cantidad de carga descendente del SF90. Las cuatro luces traseras parecen como si los diseñadores les hubieran dado forma cortando las tradicionales luces redondas de Ferrari en rodajas, el resultado son anillos con un efecto tridimensional. La forma del difusor recuerda a un trimarán, un aspecto creado en parte por el contraste de color en la carrocería y la posición alta de los tubos de escape, la colocación de las puntas gemelas también es un beneficio para los ingenieros, que tienen una línea de escape más directa.

Vayamos dentro

La inspiración aeronáutica continúa en el puesto de conducción con una disposición similar a la de la cabina de mando que rodea al conductor y presenta una nueva interfaz totalmente digital.

Con los instrumentos apagados, las pantallas son perfectamente negras, casi como si Ferrari las hubiera puesto ahí para no ensuciar el diseño. La pantalla del salpicadero, una primicia para un Ferrari de producción, es una pantalla curva de 16 pulgadas, que muestra los comandos dados por un volante que ahora incorpora controles táctiles

Y en toda esta modernidad, hay una referencia a las históricas transmisiones manuales de Ferrari, los controles para seleccionar Reversa, Automático, Manual o Lanzamiento para la transmisión tienen la forma de una transmisión de cuatro velocidades en forma de pata de perro y patrón H. Más allá de estas características, todos los elementos con una función técnica en el habitáculo tienen fibra de carbono, tapizados con la típica tapicería italiana, la falta de estructura metálica en cosas como los asientos tiene como objetivo reducir el peso mientras se mejora la ergonomía.

Experiencia de conducción

Las cifras del rendimiento del SF90 hablan por sí solas, acelera de 0 a 100km/h en 2.5 segundos, y alcanza los 340 km/h, pero esos números no transmiten lo que realmente es conducir este coche. Tienes que conducirlo con un largo acelerador, manejando el épico empuje bajo tu pie derecho y manteniendo las marchas altas.

El par de los tres motores eléctricos hace una combinación formidable con los 780 caballos y los 590 libras-pie de par del V8 biturbo, especialmente en la parte baja de la gama de revoluciones. La gestión electrónica de la entrega, que en las marchas bajas imita a un motor atmosférico para reducir los tiempos de respuesta, aprovecha al máximo el impulso del V8 a mayores velocidades del motor.

Los dos motores eléctricos delanteros trabajan para apaciguar toda esta furia en las curvas, dando más par a la rueda exterior y menos a la interior, lo que permite al conductor trazar trayectorias que el cerebro difícilmente puede imaginar. Esto se nota más en la pista, donde la inteligente tracción a las cuatro ruedas, junto con la electrónica inteligente, permite al conductor explotar el rendimiento de una manera que se siente natural. Incluso en mojado, se sentirá como un héroe.

La revolución eléctrica de Ferrari se extiende a los topes de freno por cable, que son impresionantemente fáciles de modular, teniendo en cuenta que hay muy poco recorrido del pedal y una función regenerativa a la que enfrentarse.

Confort

Los Ferrari modernos nos han enseñado a esperar comodidad en la puesta a punto de sus suspensiones, a pesar de las habilidades de manejo. El Stradale SF90 no es una excepción. Sólo tienes que pulsar el pequeño icono del amortiguador en el volante para suavizar la respuesta de los amortiguadores electrónicos y podrás pasar sobre el asfalto que está lejos de ser perfecto con facilidad.

El SF90 hace aún más para trabajar en la ciudad, con su batería de 8 kilovatios hora que le permite una autonomía de hasta 15 millas y una velocidad máxima de 84 mph. Si seleccionas el modo de conducción híbrido, ese gran V8 biturbo se mantiene en silencio más a menudo de lo que crees en el tráfico normal. En estas condiciones, el motor eléctrico trasero tiene 220 CV y 196 lb-ft de par, mientras que cada uno de los motores delanteros puede dar 134 CV y 63 lb-ft.

A diferencia de sus ancestros, el 288 GTO, F40, F50, Enzo, y La Ferrari, el SF90 es producido en serie en lugar de tener unidades limitadas. El precio refleja eso. Los precios comienzan en 430.000 euros o 480.000 euros para el equipamiento del Fiorani, que sirve como la variante más orientada al circuito con un rendimiento optimizado fruto de una aerodinámica mejorada y un menor peso del conjunto

Ferrari fusiona a la perfección toda su historia con la revolución tecnológica regalando una auténtica maravilla a todos los amantes del automóvil.