Drones para el mantenimiento de fachadas: aumentan la eficiencia y reducen los riesgos

Aunque los métodos tradicionales de limpieza de fachadas han demostrado ser efectivos, la tecnología ofrece nuevas propuestas para mejorar este servicio. Una de las grandes ventajas es evitar los riesgos asociados a los trabajos en altura y mejorar la eficacia de estas labores.

La introducción de drones en la limpieza de fachadas ha supuesto un cambio radical en la forma de abordar esta tarea. Equipados con tecnología avanzada, estos dispositivos permiten trabajar de manera más segura y eficiente. Según algunas estimaciones, son capaces de limpiar superficies de gran altura entre cinco y diez veces más rápido que los métodos convencionales.

En Málaga, la compañía Clece ha utilizado esta tecnología en el Hospital de Alta Resolución de Estepona, donde han demostrado las ventajas que presenta este sistema en la limpieza de fachadas.

Una limpieza en altura sin riesgos

Las pruebas piloto que realizaron en la compañía demostraron que el uso de drones no solo facilitaría el acceso a áreas difíciles, sino que también evitaría los riesgos asociados a los trabajos en altura, según explica Fernando Jiménez, responsable de limpieza hospitalaria de la Delegación Provincial de Málaga en Clece. “El departamento de I+D+i de la empresa está continuamente alerta de las novedades tecnológicas que puedan ayudarnos a mejorar tanto a nivel de servicio como de materiales y procedimientos”, explica.

Al comparar este sistema con los anteriores, pronto se dieron cuenta de los beneficios asociados al uso de drones, que son muchos, aunque el más importante para la compañía es el relacionado con la prevención de riesgos laborales. De manera tradicional, este tipo de limpieza se suele hacer con una pértiga de alcance limitado o, en caso de fachadas de mayor proporción, con medios de elevación como escaleras, andamios o plataformas. Son métodos seguros que lleva a cabo personal muy cualificado, pero no quiere decir que estén exentos de riesgos porque, como señala Jiménez, al final están trabajando en altura. En cambio, con estos dispositivos, los trabajadores están en tierra firme, por lo que ese riesgo desaparece por completo. Los operarios capacitados controlan estas aeronaves desde una distancia segura, para manejar sus movimientos y posición en función de las necesidades del trabajo.

Una alternativa sostenible que duplica la eficiencia

Desde Clece aseguran que se trata de un método realmente eficiente: prácticamente duplica el rendimiento del trabajo con pértiga. Alcanzan hasta 100 metros de altura para limpiar a una velocidad de 1.500 metros cuadrados por hora en fachadas y 500 metros por hora en cristales. Además, los drones pueden llegar a rincones de difícil acceso. Para hacernos una idea de cómo trabajan estos dispositivos, Jiménez lo compara con las hidrolimpiadoras que suelen usarse para lavar el coche en las estaciones de servicio.

Otro punto a favor de esta tecnología es su enfoque sostenible. Los drones necesitan menos cantidad de agua, en comparación con los métodos tradicionales, y no utilizan productos químicos, lo que reduce el impacto ambiental de la operación. Estos dispositivos emplean agua purificada mediante ósmosis inversa, un tratamiento que consiste en una serie de filtrados que eliminan impurezas, sales y contaminantes. Al utilizar esta agua, además, se evitan manchas de cal en los cristales.

En el caso de que sea necesario, como sucede en Málaga por la habitual calima de la zona, es posible hacer un prelavado con detergente para eliminar la suciedad. Este producto es biodegradable y solo es necesario dejar que actúe durante unos minutos. A continuación, se retira fácilmente con una pasada de agua.

Pioneros en soluciones tecnológicas

“Hemos recibido llamadas de compañeros de otras provincias para interesarse por el servicio ante los buenos resultados”, afirma el responsable de limpieza. Y es que, la innovación está en el ADN de Clece, como ya demostraron con la introducción de otro tipo de dispositivos, como maquinaria que desinfecta con luz ultravioleta o que funciona de forma autónoma. “Hoy en día lo tenemos muy presente, pero en su momento fuimos pioneros”, destaca Jiménez. Otro buen ejemplo es el uso de sensores, que permite el monitoreo de la afluencia de personas en diferentes áreas para adecuar la frecuencia de las limpiezas.

La apuesta constante de esta compañía por integrar soluciones de vanguardia que aumenten la eficiencia, minimicen el impacto ambiental y reduzcan los riesgos no solo optimiza sus servicios, sino que también reafirma su compromiso con la sostenibilidad en todas sus vertientes.