Un mes para definir el nuevo Espacio Delicias de Madrid

El Ayuntamiento estudia la ampliación del Museo del Ferrocarril y del Museo de la Ciencia, así como un centro cultural.

El Espacio Delicias fue uno de los proyectos que quedaron arrinconados en el cajón de Manuela Carmena: el desarrollo de los suelos ferroviarios de la antigua estación, una enorme parcela de 57.186 m2, daría pie a un macroespacio cultural que serviría para impulsar la zona. La entonces alcaldesa firmó un protocolo en octubre de 2018 con Adif, propietaria de los terrenos. Aquel documento establecía un periodo de dos años para realizar todos los estudios pertinentes: posibles usos dotacionales, tratamiento urbanístico, fórmulas jurídicas y condiciones para la utilización de suelos, etc. Esos análisis debían servir para la elaboración de una propuesta del Plan Director de las actuaciones a seguir. Sin embargo, más de 12 meses después, el protocolo no fructificó en nada tangible.

Ahora, desde el área de Desarrollo Urbano confirman a LA RAZÓN que representantes del actual Consistorio ya se han reunido con miembros de Adif y del Instituto Nacional de las Artes Escénicas (Inaem) con el objetivo de «reactivar» aquel protocolo y buscar «soluciones para la mejora y la integración en la ciudad» de los suelos ferroviarios.

En dicha reunión, se ha buscado una primera definición de los «equipos permanentes que necesita el barrio». Por ello, se está estudiando la ampliación del Museo del Ferrocarril y del Museo de la Ciencia, así como un gran centro cultural, una escuela de música y danza –de ahí la participación del Inaem– y otras «propuestas educativas».

En esta definición del Espacio Delicias, el Ayuntamiento se reunirá con las diferentes entidades vecinales implicadas para concretar sus «demandas» dotacionales. De hecho, la Junta de Arganzuela, distrito donde se encuentran los terrenos, organizará en los próximos días una reunión con los vecinos para conocer sus propuestas.

Por su parte, Adif ha puesto de manifiesto sus requerimientos sobre el ámbito. Especialmente, la «imposibilidad de modificar» las vías férreas existentes. De ahí que se vaya a estudiar la mejora tanto de la conexión de las vías como de los accesos al barrio.

Mientras se toma la decisión final, Adif había alquilado el espacio de forma temporal a la empresa Gran Teatro Príncipe Pío para la instalación de carpas que albergan espacios musicales. Con todo, el área de Desarrollo Urbano dirigido por Mariano Fuentes vio la inviabilidad del proyecto, al menos en los términos en los que se firmó, debido a las afecciones que el proyecto planteaba en materia de movilidad, accesibilidad y ruido. Por este motivo, el pasado septiembre se paralizaron las obras. Además, varias asociaciones de vecinos y ecologistas habían mostrado su rechazo al proyecto debido a las molestias que creían que les podía causar. Por su parte, Adif argumentó que el alquiler era compatible con el acuerdo firmado con el equipo de Gobierno de Carmena.

Finalmente, se acordó con los promotores la reducción del aforo previsto en más de la mitad: de 4.000 a 1.800 personas. Del mismo modo, se iba a reducir el número de carpas.

Las últimas reuniones entre los actores implicados han puesto en común dos hechos: por un lado, el retraso acumulado en relación a las previsiones del protocolo; por otro, la necesidad de «impulsar y acelerar» las actuaciones para lograr dotar de los equipamientos adecuados a la zona de la antigua estación.