Educación

Maratón de colegios para familias numerosas

Hogares con niños escolarizados en distintos centros piden a la Consejería de Educación que cambie el decreto de admisión de alumnos para garantizar la reagrupación de hermanos en todos los cursos.

La familia de Esther Martínez trasladando a sus hijos al colegio en diferentes coches.
La familia de Esther Martínez trasladando a sus hijos al colegio en diferentes coches.larazon

Hogares con niños escolarizados en distintos centros piden a la Consejería de Educación que cambie el decreto de admisión de alumnos para garantizar la reagrupación de hermanos en todos los cursos.

Viven desde hace años en una carrera constante. ¿Cómo si no se puede estar en dos sitios a la misma hora? A las clásicas complicaciones que tiene cualquier familia a la hora de llevar y recoger a su hijo o sus hijos al colegio, hay familias que suman una más: la de llevar a cada hijo a un centro escolar diferente. La ecuación en estos casos es un quebradero de cabeza. Unos piden ayuda a familiares o amigos, otros directamente llegan tarde a uno de los dos colegios y a sus oficinas.

A las prisas que implica conciliar más de un horario escolar dentro de una misma familia en estos casos tienen que añadir que sus hijos tengan clases extraescolares diferentes, los uniformes (si hay) distintos y discordantes menús de comida. «¿Qué hago de cena si uno ha comido pollo y el otro pescado y si mañana el primero come cocido y el segundo albóndigas?», se pregunta una madre afectada. «Es una locura», añade. Así viven varias familias en la Comunidad de Madrid. Sus hijos están divididos en diferentes colegios públicos o concertados y sus problemas multiplicados. Sobre todo cuando se trata de familias numerosas. No son muchos casos, pero los perjuicios son enormes y la posibilidad de arreglarlos, al menos por el momento, lejana. Su problema va camino de cronificarse si Educación no cambia la norma que regula la admisión de alumnos en los colegios públicos y concertados. El Ministerio lo acaba de hacer para las ciudades de Ceuta y Melilla, que no tienen transferidas las competencias en materia educativa y por tanto es el Gobierno quien tiene plenas competencias. El departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo ha propuesto a todas las comunidades autónomas que sigan los pasos que ha dado el ministerio en las dos ciudades autónomas. Para ello ha anunciado que modificará la orden ECD/724/2015 para habilitar la posibilidad de que en el proceso extraordinario de escolarización todos los hermanos de la misma unidad familiar puedan estudiar en el mismo centro. Parece una obviedad, pero existen casos en los que los hermanos están separados.

En la Comunidad de Madrid está prácticamente garantizado que el segundo hijo entre en el mismo colegio en el que ya estudia un hermano. El reparto de puntos con los que se accede a los centros escolares premia la existencia de hermanos en el mismo centro. Este reparto es 100% garante siempre y cuando la escolarización de los niños se realice a los tres años de edad, es decir en el primer curso. En estos casos, cuando el segundo hijo o sucesivos quieren entrar en el colegio se le otorgan 10 puntos por tener un hermano dentro, una puntuación que le garantiza la entrada. Pero ¿qué pasa cuando el niño no entra a los tres años? Cuando la demanda es para acceder a mitad de la vida escolar, la entrada no está garantizada aunque tenga ya dentro uno o varios hermanos. En estos casos las ratios están por encima de la agrupación familiar: si la clase está llena, el decir, si está cubierta la ratio máxima de alumnos por profesor, el niño no entra. Y hay casos.

Muchas veces se trata de familias que han cambiado de domicilio y piden el traslado de todos sus hijos de un centro a otro en la misma u otra comunidad. La familia hace la solicitud y se puede llevar la sorpresa de que algunos hijos sean admitidos en el mismo centro y otros no. A los hijos «penalizados» se les asigna otro centro y quedan a la espera de que quede un hueco libre en el colegio de sus hermanos, pero en muchas ocasiones pasan los años y ese hueco no aparece nunca porque los colegios suelen tener llenas las clases.

Otras veces el trastorno se debe a que los hijos salen de su colegio para pasar unos años en el extranjero y cuando vuelve e intentan matricularse en el mismo centro donde estudiaban: unos pueden ser admitidos y otros no, siempre dependiendo de si las clases están o no llenas, quedando la agrupación familiar en segundo plano.

El problema para estas familias es que Educación no tiene contemplada ninguna excepción que permita saltarse las ratios. Y en la actualidad, las clases están al límite. El motivo es el cambio de normativa que se produjo en 2016. Según explica María Menéndez de Zubillaga, presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, «en la época de crisis se redujeron las oposiciones a profesores, con lo que tuvieron que agrupar más alumnos en menos clases pues había menos maestros. Así, añadieron al 10% que normalmente se deja sobrepasar la ratio otro 10% extra. Es decir, permitieron que las clases asumieran un 20% más de niños. La mayoría de colegios llenaron las clases hasta el máximo, pero en el verano de 2016 con la Lomce se volvió a rebajar al 10% con lo que la posibilidad de que queden huecos libres en las clases desde entonces es prácticamente imposible.

En el caso de las familias numerosas, la situación se agrava por tener un mayor un número de hijos. La Asociación de Familias Numerosas de Madrid es quien lidera la lucha de los «damnificados». Se reunieron el pasado mes de octubre con el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken, quien les prometió estudiar sus casos. Sin embargo, en unos meses comenzará el proceso de admisión de alumnos para el próximo año y ya apenas queda tiempo para que la reagrupación de los hermanos en distintos colegios sea una realidad. Le piden a la Consejería que proponga al ministerio (que es quien decreta las ratios) una modificación del Decreto que regulariza la ratio, la admisión y la solicitud de plaza escolar. Pero este proceso es largo y sus resultados nunca llegarían antes del curso 2019-2020 como pronto. Por ello también han propuesto al consejero una solución más inmediata, que es llevar al Consejo de Gobierno unas instrucciones de carácter urgente para resolver el problema tomando como ejemplo los cambios que ha hecho el Ministerio para Ceuta y Melilla. Desde la Consejería explican que es el Ministerio quien debe darles el permiso para modificar las ratios y que una vez lo haga estarán «encantados» de solucionar sus casos.