Los maquinistas convocan paros parciales el 9, 13 y 15 de marzo por la «falta de seguridad» y piden el cese de Carabante.

«Metro de Madrid y la Comunidad han de tomar decisiones tras la última inspección de trabajo en la que se ha destapado el caso del amianto, así como los trabajadores afectados por la asbestosis y los futuros trabajadores que pudieran desarrollar esta patología». Ésta es la reclamación que el Sindicato de Maquinistas de Metro ha realizado a los responsables de la Consejería de Transportes del Gobierno regional.

La reciente detección de amianto en piezas de los trenes que circulan por la red madrileña no sólo ha conllevado una multa por parte de la Inspección de Trabajo al suburbano por valor de 191.000 euros, también le ha enfrentado con parte de sus empleados. Trabajo sancionó a Metro por considerar que la empresa no tomó las medidas de prevención necesarias para proteger la salud de sus trabajadores expuestos al mineral cancerígeno. A pesar de que Metro ha informado de que ha «encapsulado» todos los elementos que contienen amianto –ninguno está expuesto a los viajeros–, el sindicato de maquinistas ha tomado el argumento de la Inspección de Trabajo para exigir un plan de seguridad y anunciar tres jornadas de paros en marzo. Piden además la dimisión del consejero delegado de Metro, Borja Carabante, por lo que consideran una «mala gestión» del caso: «Es un problema del que la empresa ya tenía constancia años atrás», afirmaron ayer. Así el lunes 5 los trabajadores votarán en asamblea la convocatoria de los paros para el 9, 13 y 15 de marzo. Ésta será la segunda huelga que convocan los maquinistas, tras la secundada en diciembre para exigir el reconocimiento de la categoría de «maquinistas de tracción mecánica».