Comunidad de Madrid
Ciudadanos abre la puerta a Vox
Finalmente, Aguado se reunió con Monasterio. Reinó un clima cordial, pero la formación de Abascal avisa: no han renunciado a «ninguna de sus pretensiones».
Finalmente, Aguado se reunió con Monasterio. Reinó un clima cordial, pero la formación de Abascal avisa: no han renunciado a «ninguna de sus pretensiones».
Un café, en un hotel y en secreto. Vox ha dejado de ser un tabú para Ciudadanos. Había señales, detalles, gestos y declaraciones que hacían entrever que el partido naranja, al menos a nivel regional, acabaría reuniéndose con la formación liderada por Santiago Abascal. Y así ocurrió en la mañana de ayer. Ignacio Aguado y Rocío Monasterio compartieron café, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes de ambos partidos.
¿Sobre qué hablaron los candidatos? Desde Cs afirman que Aguado y Monasterio aprovecharon la oportunidad para «conocerse y hablar, dentro de un clima cordial». Desde Vox puntualizaron no tanto lo que hablaron sino lo que no hablaron. Aseguran que es «falso» que Vox haya renunciado a «ninguna» de sus pretensiones, ya que todavía «no se ha hablado de entrar en el Gobierno». Del mismo modo, también es falso que los líderes de Vox y Ciudadanos se hayan visto para acordar o facilitar «la investidura de Isabel Díaz Ayuso», candidata del PP en las pasadas elecciones autonómicas.
En todo caso, mucho ha cambiado el panorama desde que el propio Aguado, a principios de marzo, asegurara que «no pactaría con los extremos», si bien podía llegar a «acuerdos puntuales». Desde entonces, cada vez que ha sido preguntado al respecto, ha evitado responder de forma categórica. Sí que dejaba claro que si tenía que hablar con algún partido para llegar a un acuerdo de Gobierno, sólo sería con el PP.
Por su parte, Rocío Monasterio había aludido a Aguado de forma directa, antes y después de los comicios del 26-M. Cuando valoraba su decisión de no hablar con ellos, decía que «ni siquiera los votantes de Ciudadanos lo verían razonable, porque es defender algo que es contrario a la democracia». «Espero que el señor Aguado entre en razón, sobre todo si tiene interés en que la izquierda no gobierne en Madrid».
Sin embargo, el viernes pasado, el candidato de Cs ya adelantó entre líneas su reunión con Vox de ayer. Aseguró entonces que no tenía «ningún inconveniente» en sentarse con Monasterio. Algo que deslizó que quería hacer antes de mañana martes, día en el que se elegirá la Mesa de la Asamblea de Madrid. La presencia de Vox en la misma es otro de los asuntos que ambos líderes tienen que resolver.
Ahora bien: están las inevitables «líneas rojas». También en la mañana de ayer, antes o después de su encuentro con la candidata de Vox, Aguado subrayó que la lucha contra la violencia machista será «una línea roja para pactar con cualquier formación. Unas declaraciones que además realizó mientras participaba en la 6ª Carrera contra la Violencia de Género. No en vano, la «erradicación» de esta lacra forma parte del decálogo aprobado esta semana pasada por Cs «por unanimidad». Este texto será enviado a todos los partidos políticos con los que buscan llegar a acuerdos. Vox incluido.
Rocío Monasterio ha sido especialmente beligerante en lo que respecta a las críticas a las actuales leyes de género. Concretamente, acusó al Gobierno regional de Cristina Cifuentes, y a la que era su portavoz, Díaz Ayuso, de haber introducido la «ideología de género» en las aulas madrileñas. «Me parece fenomenal que un padre quiera llevar a su hijo a un colegio con ideología de género y que otro padre que no lo quiera se vaya a otro, ésa es la verdadera libertad», afirmó en una entrevista.
De ahí que su partido haya propuesto el «cheque escolar», un sistema que «da una asignación al niño para gastarlo en el colegio que más le guste, el que quiera, religioso o no religioso, budista o no budista, con ideología de género o sin ideología de género». Y concluyó: «Yo no me meto en la cama de nadie y no quiero que nadie se meta en mi casa para decir cómo educar a mis hijos».
Éste será uno de los escollos que deberán resolverse antes de revelar cuál será el apoyo que brinde Vox al gobierno regional, presidido probablemente por Isabel Díaz Ayuso. Mientras, el tiempo sigue corriendo. Después de que mañana se vote la mesa de la Asamblea, se abrirá un plazo de hasta quince días para que los partidos presenten un candidato a la investidura. Así, el nombre del aspirante –o de los aspirantes– a la presidencia se conocerá antes del 26 de junio. Y el pleno para su investidura definitiva debería celebrarse, como fecha límite, el próximo 11 de julio.
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