Muere un hombre de 89 años en Mollet por un nuevo brote de legionela

Dos colegios de Calafell cierran los conductos del agua al hallar trazas de la bacteria.

Un hombre de 89 años murió el pasado 10 de octubre por un brote de legionelosis en Mollet, quien al parecer estaba afectado por otras patologías, según informó ayer el departamento de Salud. Además, otras dos personas más jóvenes se vieron afectadas pero ambos ya han recibido el alta. No obstante, el secretario de Salud Pública, Joan Guix, explicó que es posible que aparezcan más casos en Mollet, ya que el periodo de incubación de la enfermedad es largo.

Este ya el tercer brote de legionela detectado en Cataluña en octubre. El que se originó en un hotel de Salou se cobró la vida de una persona y afectó a otras seis. En el que se originó de Villafranca, cuatro personas se vieron afectadas, todas con evolución positiva. En ambos casos, los brotes ya se dan por controlados.

Los brotes de legionela se producen sobre todo en esta época del año, cuando la concentración de humedad debido a las lluvias es más elevada. Es una enfermedad causada por la bacteria legionella pneumophila, que se encuentra en especialmente en zonas con agua estancada o en la misma tierra. La dolencia, que no se transmite de persona a persona, se contagia al inhalar la bacteria cuando ésta viaja en el interior de gotas de agua que flotan en el aire. Al aspirarla, llega a los pulmones y se reproduce sin control. Puede producir dos cuadros clínicos, uno leve denominado fiebre Pontiac, que causa dolor de cabeza, dolores musculares y fiebre leve sin neumonía. En estos casos, la enfermedad suele curarse sin tratamiento específico. No obstante, también puede desarrollarse de forma más agresiva, lo que se conoce con el nombre de legionelosis. Produce fiebre alta, escalofríos, cefalea y tos y si no se trata con antibióticos la mortalidad puede ser elevada.

Dos colegios del municipio de Calafell (Tarragona), el Santa Creu y Mossen Jacint Verdaguer, despertaron ayer con la amenazada de un brote de legionela. Los técnicos municipales detectaron trazas de la bacteria en los conductos del agua tras lo que se activaron los protocolos sanitarios

Sin riesgo de contagio

El ayuntamiento aclaró que la concentración hallada es muy baja y que no hay riesgo de contagio del virus por lo que se optó por mantener abiertos los colegios. Como medida de prevención, se cerraron los grifos y se aconsejó a las familias que los niños llevaran su propia botella de agua . Hasta que no lleguen los resultados de las muestras tomadas en los conductos del agua, que se preven en 15 días, los centros garantizarán un abastecimiento con depósitos de agua procedente de fuera de los centros. Según comunicó el Ayuntamiento, las familias fueron informadas «inmediatamente» de las medidas adoptadas, y el consistorio defendió que lo ha querido hacer público para evitar el alarmismo que se producen en estas situaciones.