Bodas
Ana Cristina Portillo brilla con un vestido de novia minimalista y una espectacular cola en su boda en Jerez
El enlace ha transcurrido esta mañana en la Catedral de Jerez para continuar con un banquete en la Finca Santiago propiedad de la familia de la novia.
Este sábado 28 de septiembre el calendario de eventos nupciales parece tener un brillo especial. Mientras esta tarde todos los focos estarán en torno a Teodora de Grecia y su esperado enlace, esta misma mañana, en la majestuosa Catedral de Jerez, ha tenido lugar otro acontecimiento que acapara miradas: la boda de Ana Cristina Portillo con Santiago Camacho. Tras siete años de relación, esta pareja ha sellado su amor en una ceremonia íntima, pero no menos glamurosa. Las calles de Jerez se han vestido de gala para recibir a la familia y amigos más cercanos, quienes han sido testigos de un día inolvidable para los novios.
Más allá del ambiente, si algo ha acaparado todas las miradas ha sido el estilismo de la novia, un secreto celosamente guardado hasta el último momento. Para su gran día, Ana Cristina ha confiado en su gran amigo y reconocido diseñador Jorge Acuña, quien ha creado un vestido que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. Este diseño de líneas puras y con una larga cola, ha resaltado la figura esbelta de la novia, quien ha lucido con gracia y elegancia cada uno de los detalles de esta obra maestra. El uso del blanco inmaculado junto a un velo etéreo que fluyó con naturalidad, daba una sensación de realeza y distinción, pero sin renunciar a ese aire moderno y fresco que tanto caracteriza a la novia.
El vestido, confeccionado con un tejido ligero y de gran caída, ha destacado especialmente por su sencillez y elegancia. Presenta un escote original que deja al descubierto los hombros, aportando un toque de frescura y delicadeza al look nupcial. El diseño sin mangas refuerza la ligereza del vestido, mientras que adornado con ligeros pliegues y detalles de pedrería sutiles añaden textura al diseño sin sobrecargarlo.
Desde la parte posterior, el vestido cobra aún más protagonismo gracias a su impresionante cola, que se extiende de manera majestuosa por los escalones de la catedral. Esta larga cola, símbolo indiscutible de elegancia y tradición, fluye con delicadeza a medida que la novia avanza hacia el altar, aportando una sensación de movimiento y fluidez que captura todas las miradas. La simplicidad en la espalda, sin adornos ni excesos, permite que el tejido hable por sí mismo, irradiando una pureza que es tanto clásica como contemporánea.
El toque final de este espectacular conjunto ha venido de la mano de las joyas elegidas: unas piezas mágicas de la casa Rabat, que han hecho brillar aún más a Ana Cristina en su día más importante. Destacan especialmente los pendientes de oro blanco con diamantes de la colección Rabat Diamonds, una elección artesanal y minuciosa que ha elevado aún más la luminosidad de su look nupcial. Como nos han contado desde la marca, la pareja selló su amor con alianzas de la colección Rabat Always u, que representan el compromiso eterno que ambos han decidido compartir.
Sin duda, el vestido de Ana Cristina ha sido una oda al buen gusto, una mezcla de tradición y modernidad, perfectamente complementada por las joyas que eligió para su gran día. Un estilismo de novia que quedará como uno de los grandes momentos de las bodas de este 2024.
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