Globos de Oro
Gosling, un referente definitivo en bicolor
Despuntó con «La La Land» y su opción ya casi habitual de americana blanca, que en esta ocasión firmaba Gucci.
Despuntó con «La La Land» y su opción ya casi habitual de americana blanca, que en esta ocasión firmaba Gucci.
En estos Globos de Oro había dos cosas claras: que «La, La Land» tenía muchas posibilidades de batir un récord y que Ryan Gosling marcaría estilo. Ambas predicciones se han cumplido, si bien es cierto que las «siete de siete» de «La ciudad de las estrellas» (título en español de la cinta ganadora) se tenía más en duda que el éxito de su protagonista. Ataviado con un impecable esmoquin de Gucci de americana blanca (algo que ya casi viene siendo habitual en el actor), Gosling se encumbró en la cima del cine a la espera de ver qué pasa en los Oscar, donde puede que se consagre para siempre en el olimpo del séptimo arte, algo que ya sucedió hace tiempo en el mundo de la moda y la elegancia masculina, en el que es la gran referencia. Desde que le vimos en Cannes hace años lucir como nadie un esmoquin burdeos y otro azul o una camisa de corte pijamero, nos quedó claro que empezaba el reinado de este actor salido de la factoría Disney. Y el tiempo no ha hecho sino confirmar que lo suyo tiene pinta de pasar a la historia. Sí, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el protagonista de «La, La Land» se ha hecho ya un hueco en una lista con nombres como el de Clark Gable.
Tres tendencias
Lo que también se confirmó esa noche es que cada vez los hombres se interesan más por la moda. En esta ocasión han superado con creces a sus compañeras (algo que también ha venido sucediendo en las pasadas ediciones, pero que ahora ha sido de forma exponencial). Además de la chaqueta blanca, otras dos tendencias han pisado con fuerza la alfombra roja. Por una parte, Tom Ford, Tom Hiddleston (que apostó por Gucci), Eddie Redmayne (de Prada) y Chris Pine (de Giorgio Armani) fueron los más destacados a la hora de llevar una americana cruzada, un toque con cierto carácter «vintage», pero que cada vez es una apuesta con más seguidores. Se trata de una opción elegante que se puede llevar de una manera más amplia, al estilo del diseñador/director, o más ceñida, como Redmayne.
Y por otras, siguiendo esta estética más clásica, también vimos con fuerza la presencia del chaleco: Rami Malek (de Dior Homme), Joel Edgerton (de Brunello Cuccinelli) y Casey Affleck (de Dolce & Gabbana) demostraron que, si gana un musical en los Globos de Oro, por qué no podemos desempolvar del armario esta pieza que cada vez se está viendo más sobre la pasarela y fuera de ella. Lo del domingo fue un desfile donde el negro se impuso (salvo las excepciones que vimos en Gosling y Jeremy Renner) y en el que se reivindicó como nunca un hombre elegante, de los de antes, desvinculándose de manera clara de los nuevos caminos que explora en estos momentos la moda, que parece interesarse más por la cuestión de género y el mundo sport. ¿Es éste el primer paso hacia la vuelta a los clásicos?
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