
Belleza
Por qué nos cortamos el pelo tras una ruptura
Hablamos con las psicólogas Laia Sabaté y Raquel Jiménez para saber todos los motivos y cómo influye a nivel emocional

En estos momentos de estrés, así como de ansiedad, es fácil experimentar cambios radicales en nuestra vida. Nuevos comienzos a los que tenemos respeto. Giros inesperados que condicionan nuestro futuro. O, decisiones que muchas veces no están en nuestras manos. Muchos de estos hechos son directamente influenciables a nuestra mente, puesto que de manera inconsciente crean un estímulo al que nosotros respondemos. Cada vez es más difícil saber cómo mantener una relación duradera, así como las rupturas entre parejas están a la orden del día; un momento no deseado en muchas ocasiones que tiene una consecuencia en nosotros mismos, como bien indica la psicóloga sanitaria especialista en dudas obsesivas, relaciones y autoestima y autora de Vuelve a ti y Amor vulnerableLaia Sabaté.
Hemos perdido la cuenta de la cantidad de veces que nos hemos permitido un cambio radical en todos los sentidos cuando terminamos una relación amorosa. Emprendemos un viaje en solitario en el que aprendemos. Nos vamos a vivir a otra ciudad. O, incluso, nos hacemos un cambio de look en la peluquería. No es para nada extraño, puesto que se trata de un hecho que todos nosotros hemos experimentado alguna vez y no sabemos realmente el motivo de porqué lo realizamos. Nos sentimos más favorecidas, queremos vernos de otra manera o, simplemente, es un símbolo de comenzar una nueva etapa. Todo ello lo hemos hablado con la profesional para entender la cuestión de por qué nos cortamos el cabello tras una ruptura, pero antes debemos entender cómo nos influye a nivel psicológico esta situación.
La razón por la que nos cortamos el cabello cuando rompemos con nuestra pareja
"Cuando experimentamos una ruptura, atravesamos un proceso de duelo que puede darse dentro de la relación o después de esta. Este proceso acostumbra a estar formado por distintas etapas: negación, rabia o ira, tristeza y adaptación. Normalmente nos dicen que una va después de otra, pero lo que veo en consulta es que cada duelo por ruptura es distinto", confiesa la experta. No cabe duda de que la aceptación es un reto para todos nosotros, puesto que no es fácil alcanzar la normalidad de un cambio como es el que implica una ruptura. Asimismo, también podemos atravesar periodos de culpa o incertidumbre, dependiendo de las heridas y vivencias de cada uno se despertarán unas emocionas u otras.
También, Raquel Jiménez, psicóloga sanitaria de relaciones afectivas, autoestima y dependencia emocional y autora de Hasta la vista, narcisista, añade que "nuestro cerebro interpreta la pérdida como una amenaza y ante este torbellino emocional, en ocasiones surge la necesidad de transformarnos para recuperar el control sobre nuestra vida, reinventarnos y marcar un antes y un después. Y una de las manifestaciones más visibles es un corte de pelo drástico".

Laia Sabaté confirma que al estar construidos como sociedad, es totalmente lógico que tener pareja o no tenerla supone un cambio en nuestro estilo de vida, puesto que en las relaciones convencionales se esperan proyectos compartidos y un camino que se ve truncado cuando dejamos de estar juntos. "Las crisis de pareja, a menudo traen grandes crisis personales. No porque no podamos estar sin pareja, sino porque implican un planteamiento muy distinto de nuestros proyectos, ni mejores ni peores. Aunque sean momentos duros, por lo general, también pueden ser momentos de escucharnos mucho más a nosotras mismas, de ver qué queremos hacer con nuestra vida y de tomar decisiones importantes en nuestro futuro y presente", añade.
El motivo por el que nos hacemos cortes de pelo cuando sufrimos una ruptura se basa en la necesidad de encontrarnos a nosotras mismas, así como de aumentar la autoestima y confianza en una misma. "El corte de pelo puede ser uno de esos simbolismos que usamos para darle voz al cambio que queremos hacer. Algo así como 'ahora voy a mirar por mí y cuidarme'. Es como si a través de ese corte de pelo o cualquier otro cambio visual y simbólico, quisiéramos marcar un antes y un después", informa. Asimismo, es una reacción que tenemos ante nuestro deseo de comenzar de nuevo y que sea algo visual y tangible, porque las personas expresamos nuestras emociones de maneras muy distintas y, a veces, este tipo de decisiones tienen que ver con expresar lo que sentimos dentro y liberarnos de esos sentimientos que nos pesan.
El cabello no es solamente una cuestión estética, sino que tiene una gran carga simbólica en nuestra identidad, como bien explica Raquel Jiménez. Ha representado feminidad, fuerza, rebeldía o status social. En un contexto de ruptura, nuestra melena puede actuar como símbolo de ruptura con el pasado, renacimiento o empoderamiento. "Aunque pueda parecer un gesto impulsivo, en realidad es una acción profundamente simbólica. No se trata solo de cambiar la apariencia, sino de marcar un punto de inflexión en nuestra historia personal, es un mensaje claro al mundo y a nosotras mismas: ya no soy la misma de antes. Es una transformación visible de algo mucho más profundo: el deseo de empezar de nuevo. Porque, aunque el dolor no desaparece con un corte de pelo, nos recuerda que algo nuevo está por comenzar", comenta.
Además de que las tendencias en cortes de pelo están apostando por los hairstyles más cortos, no es nada extraño que cada vez más estemos pidiendo cita en la peluquería para ello. En estos momentos es totalmente común tener cambios inesperados en nuestra vida que condicionan nuestros proyectos y que por ello sintamos la necesidad de renovarnos a nosotras mismas.
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