El presunto agresor, que fue detenido poco después por una patrulla policial, es un hombre de unos 30 años y origen iraní

Un total de nueve personas resultaron ayer heridas, una de ellas de gravedad, por el ataque de un hombre armado con un cuchillo a los pasajeros de un autobús que transitaba por la ciudad alemana de Lubeca. Todo comenzó alrededor de las dos de la tarde cuando, según el ministro del Interior del estado de Schleswig-Holstein, Hans-Joachim Grote, el autor tiró su mochila al suelo del autobús, sacó un arma blanca y agredió a varias personas. El conductor, que recibió un golpe del agresor, frenó inmediatamente el vehículo y abrió las puertas para que la gente pudiera huir. Según la prensa, fueron los mismos pasajeros los que lograron reducir al atacante, que fue detenido cuando llegaron los agentes. «No se puede descartar nada, tampoco una motivación terrorista», dijo la portavoz de la Fiscalía de Lubeca, Ulla Hingst. Aunque en un primer momento, este órgano pidió comprensión ante la imposibilidad de dar más detalles hasta comprobar con total seguridad la identidad, poco después el periódico local «Lübecker Nachrichten» identificó al agresor como un hombre de 34 años originario de Irán, que tiene la ciudadanía alemana y que vive desde hacía años en Lubeca.

Según Lothar H., de 87 años, citado por el periódico, «los pasajeros salieron del autobús y gritaban». «Fue espantoso. Después, los heridos fueron evacuados. El agresor tenía un cuchillo de cocina», relató el testigo. Sin embargo, fuentes policiales advirtieron que aún se desconoce «si fue verdaderamente un cuchillo lo que usó», aunque sí confirmaron que había quedado detenido y que estaban investigando el contenido de una mochila abandonada que quedó en el autobús. Según informaciones de testigos presenciales recogidos por la cadena de noticias NTV, el ataque se produjo cuando el autobús estaba lleno a rebosar de pasajeros que se dirigían a la localidad vecina de Travemünde, donde ayer comenzaron unas populares fiestas locales. NTV añadió que, según algunos pasajeros, de la mochila salió alguna sustancia o humo, extremo que sin embargo no fue confirmado por las autoridades.

Aunque todavía no se estableció el móvil del crimen, los hechos ocurren en un contexto de tensión en Alemania, donde se han producido en estos últimos años varios atentados o intentos de ataques islamistas, muchos de ellos con cuchillo. De hecho, el suceso recuerda al acaecido hace dos años, cuando un joven afgano armado con un hacha y un cuchillo fue abatido por las fuerzas del orden tras atacar y herir a cuatro pasajeros en un tren en Wurzburgo. Las autoridades alemanas fueron alertadas de la situación e intervinieron cuando el tren llegó a Flensburg, cuya estación quedó inmediatamente bloqueada y el servicio de transporte interrumpido. El caso más reciente fue en junio cuando la Policía anunció haber desmantelado un ataque con una «bomba biológica», después de arrestar a un tunecino sospechoso al Estado Islámico aunque, sin duda, el más grave tuvo lugar en 2016 contra un mercadillo navideño de Berlín. Hubo 12 muertos y decenas de heridos. Desde entonces, la figura de la canciller Angela Merkel permanece en entredicho por abrir las puertas de miles de refugiados.