Trump testifica en la demanda por difamación presentada por la escritora E. Jean Carroll

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha testificado brevemente este jueves en Nueva York el juicio por la demanda por difamación presentada por la periodista y escritora Elisabeth Jean Carroll, que denunció haber sido violada por el magnate en unos probadores a mediados de los años 90. Unos hechos que Trump ha desmentido.

Los abogados del exmandatario habían adelantado que su cliente pretendía intervenir en la vista oral. Y así ha sido. «Ella dijo algo que yo consideré una acusación falsa», dijo el republicano en los poco más de tres minutos en los que tomó la palabra. Un abogado de Carroll objetó y el juez de distrito, Lewis A. Kaplan, le dijo al jurado que no tuviera en cuenta el comentario. Poco después, Trump apuntó que no quería herir a Carroll: «Solo quería defenderme a mí mismo, a mi familia y, francamente, a la presidencia». El magistrado volvió a desestimar el comentario.

Antes de que el jurado entrara en la sala, Trump, visiblemente molesto, levantó las manos y aseguró que «nunca» había conocido «a esa mujer», en alusión a Carroll. «No sé quién es la mujer», repetía. Después, volvió a tildar de «mentirosa» a la escritora.

En la audiencia de este jueves, que se vio aplazada está semana por la enfermedad de uno de los jurados, el equipo de defensa de Trump pidió desestimar el caso con el argumento de que Carroll no logró establecer ningún vínculo causal entre su reclamación por daños y perjuicios y las declaraciones del exmandatario. Pero su petición fue denegada por el juez.

También han comparecido como testigos Roberta Myers, editora jefe de la revista Elle –revista en la que Carroll tenía una columna en la que daba consejos a los lectores–, y Carol Martin, expresentadora del canal 2 de televisión de Nueva York, una de las pocas personas a las que Carroll confesó la agresión sexual.

Martin se ha arrepentido este jueves de haber mandado mensajes de texto --claves para el caso debido a que Trump argumenta que Carroll exageró sus acusaciones-- en los que alegaba que «Carroll se había vuelto loca por culpa de su narcisismo».

En un punto de su comparecencia, la abogada del magnate, Alina Habba, le ha preguntado a Martin si Carroll disfrutaba de la atención mediática que recibió tras acusar a Trump, a lo que su compañera y amiga ha respondido afirmativamente, si bien ha matizado que «solo en los primeros años» y que tampoco piensa que se sintió «adulada».

Asimismo, ha resaltado que, debido a que consume numerosas noticias, estaba preocupada por Carroll cuando le comunicó que quería presentar una segunda demanda contra Trump. «El clima en el país me parecía peligroso», ha aseverado, agregando que sentía preocupación tanto por su seguridad como por la de su hija.

En este juicio, el equipo legal de Carroll ha sostenido que, tras los comentarios vertidos por el entonces presidente, la periodista perdió su credibilidad como columnista, así como su versatilidad, ya que ahora los medios sólo la llaman para hablar sobre Trump. Pide 10 millones de dólares de compensación. De hecho, la única cuestión que enfrenta el jurado civil de nueve miembros es cuánto dinero debe pagar Trump, si es que debe hacerlo, a Carroll por daños y perjuicios por difamarla en 2019.

Por su parte, la defensa de Trump sostiene que, cuando Carroll decidió hacer público el acoso sexual del expresidente, su carrera y popularidad como columnista y escritora ya se había deteriorado, y precisamente retomó el vuelo a raíz de sus acusaciones, que le proporcionaron más seguidores y fama.

En mayo, un tribunal estableció que Trump debía pagar hasta 5 millones de dólares (alrededor de 4 millones y medio de euros) de indemnización a Carroll, quien presentó una nueva demanda contra el magnate solicitando 10 millones de dólares (9,1 millones de euros) en daños y perjuicios. En ese caso, Martin fue un elemento clave, ya que fue a una de las pocas personas a las que Carroll contó lo que le pasó.

El caso se remonta al desafío legal que interpuso la periodista en junio de 2019 ante un tribunal estatal contra el expresidente por difamación debido a la forma en la que había negado una primera denuncia por violación tras decir que «ella no era su tipo» y que lo hacía para vender su libro.

La periodista escribió en su libro «¿Para qué necesitamos a los hombres?» que el magnate la agredió sexualmente en los probadores de una tienda de Manhattan a mediados de los 90. Según ella, se encontró con Trump en la Quinta Avenida de Nueva York y fueron a una tienda de lencería en Bergdorf Goodman, unos grandes almacenes de lujo, donde el expresidente la violó.