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Geopolítica

Putin no está solo ni Rusia está aislada: el mensaje de la cumbre de los Brics

El presidente ruso se reunirá con Xi Jinping, Erdogan y Modi durante el foro político y económico de los países emergentes

El denominado Sur Global se rebela contra los dictados de Occidente. A pocos días de unas elecciones en Estados Unidos cuyo resultado puede alterar las alianzas vigentes si Trump vuelve a la Casa Blanca, arranca las cumbres de los BRICS en la ciudad de Kazán (Rusia) Un encuentro que demuestra que Vladimir Putin no está tan aislado en el tablero internacional como les gustaría a Washington y a Bruselas. Se trata de la mayor reunión diplomática de Rusia desde la invasión de Ucrania y se espera la asistencia de dos docenas de líderes mundiales.

El bloque de los BRICS es una alianza económica, política y social integrada en principio por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Las iniciales de estos países son los que dar lugar al nombre de este bloque que celebró su primera reunión ministerial en septiembre de 2006, aunque este grupo de países no sea una organización multilateral articulada equiparable a la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización de los Estados Americanos.

Rusia fue el país fundador de esta iniciativa después de que Vladimir Putin propusiera una primera reunión en los márgenes de la Asamblea General de la ONU. Sudáfrica acabó uniéndose en 2010. Los analistas coinciden en que en el año 2021 se produjo un punto de inflexión cuando el PIB de estos países superó al de sus homólogos del G-7 (Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón) en paridad del poder adquisitivo como porcentaje del PIB mundial. El uno de enero de este año se unieron a esta alianza Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Con estas incorporaciones, los BRICS suponen el 47,3% de la población mundial con un Producto Interior Bruto global combinado del 36,4%, el 40% de la producción global de petróleo y alrededor del 25% de las exportaciones de bienes.

Con estos números, el sur Global, aspira a desafiar la hegemonía occidental tanto desde el punto de vista económico como político. Uno de los objetivos de esta cumbre es poner los cimientos para crear un sistema de pagos alternativo que compita con SWIFT, la red financiera internacional de la que los bancos rusos quedaron desconectados por las sanciones tras la invasión de Ucrania.

Putin vuelve a llevar la voz cantante -Rusia ha asumido la presidencia rotatoria de este martes- al convertirse en el país anfitrión de esta cita y este martes ha mantenido encuentros bilaterales con su homólogo chino, Xi Jinping y el primer ministro indio Narendra Modi quien ha aprovechado para pedir del cese de la guerra en Ucrania con medios pacíficos. Las conversaciones formales comienzan el miércoles y Putin tiene intención de reunirse con sus homólogos de Irán, Masoud Pezeskian, y Turquía, Recep Tayyip Erdogán, quien asiste a esta cita a pesar de que el país pertenece a la OTAN, la organización militar más importante del mundo y ancla de seguridad de Occidente.

Ni las sanciones de los miembros del G-7 por la invasión de Ucrania ni la orden de detención por parte de la Corte Penal Internacional van a poder evitar que Putin se fotografíe con estos mandatarios como una muestra de que los países del denominado sur Global son cada vez más poderosos y están dispuestos a poner sus propias normas en un siglo XXI que cada vez se parece menos al XX.

Los miembros de esta alianza se quejan de que las naciones occidentales se han erigido en los gendarmes del mundo y controlan organismos importantes como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En el plano de las relaciones internacionales, estos países creen que Occidente actúa con una doble vara de medir y que ,mientras condena las violaciones de los derechos humanos en Ucrania, no hablan con la misma contundencia cuando se trata de la situación en Gaza y Líbano ante la ofensiva de Israel.

Esta reunión tiene lugar mientras la situación del tablero internacional parece más explosiva que nunca. Rusia no sólo no está aislada , tal y como demuestra está cumbre, sino que está recibiendo importantes apoyos en la invasión de Ucrania. Irán esté ayudando a Moscú con el envío de drones y misiles balísticos y empresas chinas están socorriendo a Rusia a la hora de sortear las sanciones de Occidente. Pero esto sólo puede ser el principio si se demuestra que tropas norcoreanas pueden acabar apoyando a Rusia en el campo de batalla. Occidente se muestra preocupado por estas informaciones y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha advertido de que esto “sería el primer paso de una guerra mundial”.

El jueves, Putin tiene previstas reuniones bilaterales con los presidentes de Palestina, Laos, Mauritania, Bolivia. El presidente de este último país, Luis Arce, es el único jefe de Estado latinoamericano que asiste a la cumbre de Kazán, después de que el presidente de Brasil, país fundador de los BRIC, Luiz Inácio Lula da Silva, cancelara su viaje por motivos de salud. El mismo día el mandatario ruso conversará con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, con el que abordará la situación en Oriente Medio y en Ucrania.