Igualdad

Preocupación en Siria ante indicios de que no se van a respetar los derechos de las mujeres

Algunos nombramientos han resultado polémicos, como el del ministro de Justicia que presidió ejecuciones de mujeres supuestamente adúlteras

Al-Sharaa, nuevo gobernante de Siria
Al-Sharaa, nuevo gobernante de SiriaX

La toma de control de Siria por parte de la organización Hay'at Tahrir Al-Sham (HTS), encabezada por Ahmed Al-Sharaa (hasta hace poco conocido como Abu Muhammad Al-Joulani), ha suscitado muchas inquietudes en relación con la condición y el papel de las mujeres en el nuevo régimen. Estos temores se derivan del trato rígido e incluso abusivo que HTS dio a las mujeres en el pasado, cuando controló el distrito de Idlib en el noroeste de Siria.

Cuando la organización tomó el poder en Damasco y se estableció un gobierno de transición, altos funcionarios de la nueva administración comenzaron a enviar mensajes tranquilizadores sobre la situación de las mujeres. Afirmaban que el nuevo régimen les otorgaría todos sus derechos y no las excluiría de ningún ámbito. Sin embargo, no está claro que estas declaraciones reflejen un cambio genuino en las opiniones de la organización sobre la cuestión de las mujeres. Es más probable que tengan como objetivo apaciguar a la comunidad internacional y a Occidente para ganar legitimidad, lograr el levantamiento de las sanciones y la entrega de la ayuda que se necesita con urgencia para la reconstrucción de Siria, informa Memri.

Los funcionarios occidentales que visitaron Siria y se reunieron con sus nuevos dirigentes expresaron las expectativas de Occidente de que el nuevo régimen respetara los derechos de las mujeres y las minorías, y de hecho lo presentaron como una condición para apoyarlo.

Por ejemplo, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, que visitó Damasco junto con su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, dijo después de una reunión con Al-Sharaa el 3 de enero de 2025, en la que él se abstuvo de estrecharle la mano, que ella y su colega habían dejado claro al nuevo gobierno sirio que la condición de las mujeres no es sólo una cuestión de sus derechos, sino que es una medida del grado de libertad en la sociedad, y que las mujeres, así como todos los grupos y sectas, deben ser incluidas en el proceso de transición del país si Damasco quiere el apoyo europeo.

Junto con las señales positivas enviadas por el nuevo régimen sirio respecto de los derechos de las mujeres, varios de sus líderes han hecho declaraciones y tomado medidas que han suscitado inquietud dentro y fuera de Siria respecto de su postura sobre la condición de la mujer. Por ejemplo, en varios casos se exigió a las mujeres –incluidas las no musulmanas– que se cubrieran el pelo al reunirse con Ahmed Al-Sharaa. En otros casos, Al-Sharaa y altos funcionarios de su gobierno evitaron estrechar la mano a las mujeres, incluidas las diplomáticas occidentales, como sucedió con la citada ministra alemana.

También hay informes de que en varias zonas de Siria se está animando a las mujeres a ajustarse al código de vestimenta musulmán, y de que los activistas de HTS aactúan para impedir que hombres y mujeres se mezclen en lugares públicos.

Además, hasta ahora el nuevo gobierno sólo ha nombrado a una mujer para un puesto gubernamental: Aisha Al-Debs, que ha sido designada “directora de la Oficina de Asuntos de la Mujer”. Cabe destacar que, a diferencia de los miembros masculinos del gobierno, no se le ha otorgado el título de ministra. Además, Al-Debs, cuyo nombramiento aparentemente pretende disipar las preocupaciones sobre la condición de la mujer en el nuevo régimen, es en realidad conocida por sus posiciones antiliberales y su rechazo a la igualdad de género. Otro funcionario del gobierno declaró que las mujeres no pueden desempeñar ciertos roles en la sociedad debido a “sus características biológicas y psicológicas”.

Otro hecho preocupante es el nombramiento de Shadi Al-Waysi como ministro de Justicia en el gobierno de transición de Siria. En 2015, Al-Waysi, entonces cadí en la provincia de Idlib, participó en la ejecución de mujeres acusadas de adulterio.

En este contexto, en varios lugares de Siria se han producido protestas de mujeres y hombres que exigen que se respeten los derechos de las mujeres y que se las incluya en la configuración de la nueva Siria. Además, muchas voces en los medios de comunicación y en las redes sociales han criticado las posiciones del nuevo régimen respecto de las mujeres y las opiniones conservadoras de sus funcionarios. Las activistas sirias han subrayado que no permitirán que esas opiniones reaccionarias las limiten y han exigido que los derechos de las mujeres se consagren en la nueva constitución, para que “Siria sea un lugar seguro para las mujeres”.

Otro nombramiento problemático es el de Alaa Barsilu, el nuevo director de la Autoridad de Radiodifusión y Televisión de Siria. En unos vídeos que publicó en una cuenta de Facebook pro-HTS que administraba, Barsilu expresó su oposición a que las mujeres trabajen fuera del hogar.

Además, en toda Siria se han recibido informes sobre casos de intolerancia hacia las mujeres, a veces por parte de activistas del HTS. Por ejemplo, se informó de la distribución de folletos religiosos en los que se instaba a las mujeres, incluidas las no musulmanas, a llevar el hijab o incluso el burka, y de que activistas del HTS intentaron impedir que hombres y mujeres se mezclaran en un acto de celebración de la caída del régimen de Asad en la Universidad de Homs y en una tienda de Damasco.

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