La bebé británica Indi Gregory, de ocho meses, que permanecía en estado crítico hasta que se le retiró la respiración asistida el fin de semana, ha muerto durante esta noche, según ha revelado este lunes un abogado de su familia. Los padres de Gregory perdieron una batalla legal el mes pasado para mantenerla con respiración asistida y trasladarla a un hospital infantil del Vaticano en Roma.

Simone Pillon, ex diputado italiano y activista católico que representa a la familia Gregory, adelantó la noticia de su fallecimiento en redes sociales. "El sistema sanitario y los tribunales le han quitado la dignidad a Indi", escribió en X.

La pequeña Indy padecía una enfermedad mitocondrial rara, incurable y degenerativa que hacía que sus células no produjeran suficiente energía. Los médicos que la cuidaban en el hospital Queen's Medical Center (QMC) en Nottingham dijeron que sufría mucho dolor y angustia y que no tenía sentido seguir tratándola, informan medios británicos, pero sus padres no estaban de acuerdo.

Los progenitores, Dean Gregory y Claire Staniforth, querían que los especialistas siguieran tratando a su hija, pero la pareja perdió una batalla judicial en el Tribunal Superior como en el Tribunal de Apelaciones, que dictaminó que retirar el tratamiento de la pequeña era legal y que hacerlo sería lo mejor para Indi. Sus padres no lograron convencer a los jueces del Tribunal de Apelaciones ni a los magistrados del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que anularan la decisión. La pareja también fracasó en su intento de trasladar a Indi a un hospital de Roma.

El Papa había rezado por la pequeña este fin de semana: "El Papa Francisco abraza a la familia de la pequeña Indi Gregory, a su padre y a su madre, reza por ellos y por ella, y dirige su pensamiento a todos los niños que en estas mismas horas en todo el mundo viven con dolor o arriesgan su vida a causa de la enfermedad y de la guerra",dijo el director de la oficina pe Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, a los periodistas este sábado 11 de noviembre.