Elecciones europeas

El modelo económico europeo entra en declive

L a UE tratará de revertir tras el 9-J la pérdida de competitividad frente a China y Rusia

El exprimer ministro italiano Enrico Letta DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS 24/05/2024
El ex primer ministro italiano, Enrico Letta, insta a integrar los mercados financieros europeos para competir ante Estados UnidosDAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESSEuropa Press

El modelo económico europeo está en decadencia. El final de la legislatura comunitaria coincide con severos análisis sobre la pérdida de la competitividad europea respecto a Washington y Pekín en un mundo cada vez más polarizado y en el que las reglas del siglo XX han quedado obsoletas. Los números hablan por sí solos. Desde 1993 a 2022, el PIB per cápita estadounidense creció un 60% mientras el Viejo Continente tuvo que conformarse con la mitad.

Como modo de encontrar soluciones, la Comisión Europea encargó un informe al antiguo primer ministro italiano Enrico Letta que se une al que está redactando el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que se hará público en el mes de junio tras las elecciones europeas. Según el texto de Letta, los ahorradores europeos no tienen incentivos para invertir en el Viejo Continente ya que no existe un verdadero mercado de capitales. Esto hace que unos 300.000 millones de euros anuales de los 33 billones que atesoran las familias europeas acaben al otro lado del Atlántico.

Con estos beneficios, la industria estadounidense se ve reforzada mientras aumenta el peligro de una auténtica estampida de empresas europeas. La necesidad de encontrar financiación privada para abordar los retos derivados de la doble transición energética y digital resulta acuciante, ya que tras la barra libre de inyección de dinero público tras la pandemia, los países europeos se encuentran endeudados y la normas fiscales europeas han vuelto a entrar en vigor. Si no se encuentran soluciones, la brecha de la UE respecto a EE UU y China seguirá creciendo y las clases medias europeas se empobrecerán a marchas forzadas.

Como modo de dinamizar el mercado de capitales, Francia está impulsando dar más poderes a la autoridad supervisora europea y armonizar el impuesto de sociedades. El informe de Letta también propone incentivar la creación de fondos de pensiones europeos, armonizar las normas y regulaciones y la creación de una bolsa de grandes valores tecnológicos europeos a imagen y semejanza del Nasdaq estadounidense. Pero estas iniciativas han chocado con una revuelta protagonizada por países como Irlanda, Luxemburgo y Estonia, que temen que sus autoridades nacionales pierdan competencias.

De momento, los líderes europeos han pactado un principio de acuerdo por el que se seguirán trabajando para que las autoridades europeas se encarguen de supervisar tan solo los actores fronterizos más relevantes y sistémicos, con el fin de calmar las protestas de los países pequeños. Las discusiones continuarán en el mes de junio y marcarán la próxima legislatura europea. Francia también batalla para que aquellos países que así lo deseen, puedan avanzar sin contar con el resto.

Los próximos años también estarán protagonizados por una reflexión sobre las normas de Competencia comunitarias, cuando cada vez más voces señalan la necesidad de su reforma. Estados Unidos y China están destinando cantidades ingentes de dinero público, mientras los países europeos tienen las manos atadas, ya que Bruselas considera que esto distorsiona el mercado único. A través de la denominada Ley de Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés), puesta en marcha en agosto de 2022, Washington pretende inyectar sin cortapisas hasta 369.000 millones de dólares para ayudar a las empresas en la transición energética, lo que amenaza con acabar atrayendo a empresas europeas y causar toda una estampida de deslocalizaciones.

La UE ha decidido adaptarse a esta situación con un cambio temporal de las normas de Competencia que permite por primera vez que los países europeos concedan una ayuda similar a la que ofrece un país tercero para evitar la fuga de empresas. Está previsto que esta nueva herramienta esté operativa hasta finales de 2025. En enero de este año, la Comisión Europea dio luz verde por primera vez a la inyección por parte de Berlín de 902 millones de euros para que la empresa sueca de baterías Northvolt se instale en Alemana y no en Estados Unidos. «La auténtica competencia a la que nos enfrentamos no es entre Alemania e Italia o entre Dinamarca y Holanda o entre Hungría y Chequia. Es entre Europa y China y Estados Unidos», explicó en rueda de prensa la Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Un paso que para muchos se queda corto y supone tan solo un mero parche. Alemania y Francia ya abogaron en el pasado por una revolución de las normas europeas para incentivar la puesta en marcha de «campeones europeos» que puedan competir con el resto de potencias mundiales de igual a igual. La Comisión ha abierto algo la mano al permitir ayudas estatales para proyectos de interés común europeo en aras de que varios Estados miembros puedan apoyar proyectos trasnacionales de importancia estratégica para la UE, como el coche eléctrico, el hidrógeno verde o infraestructuras y servicios de alto valor tecnológico. El debate, lejos de estar clausurado, seguirá marcando los próximos cinco años.