Reino Unido
Los "Juegos del Hambre" de los "tories": cuatro candidatos, un dilema y algo de pesimismo
El primer congreso del Partido Conservador británico tras la humillante derrota de julio ante Starmer definirá la hoja de ruta: girar a la derecha o al centro
Giro aún más a la derecha o paso al centro. Esta es la decisión que deben tomar los conservadores británicos y de la que depende un futuro a medio plazo con las comodidades de Downing Street o el ostracismo de la oposición.
Los tories se dan cita esta semana en Birmingham para celebrar el primer congreso de la formación tras la humillante derrota cosechada en las urnas en julio, cuando vieron reducidos sus escaños a su cifra más baja desde 1832.
Ponían así fin a una era de catorce años en el poder, marcada en su etapa final por claros signos de agotamiento con el caos del Brexit y los escándalos del Partygate en plena pandemia. Aún así, nadie se atreve a darles por muertos. Se trata de una de las máquinas más potentes ante las urnas que ha dominado la política británica en el último siglo. Pero necesitan estrategia y, ante todo, un líder, que recupere el ánimo. Y de momento, la hoja de ruta no está clara.
Los cuatro postulantes a dirigir la formación se enfrentan en este congreso a una contienda al más puro estilo de la famosa saga de «Los juegos del hambre» en unas primarias en las que todo está aún muy abierto. Todos ellos todavía tienen múltiples oportunidades de impresionar o decepcionar. En 2005 se daba por hecho que el nuevo líder sería David Davis y luego un desconocido y joven David Cameron dio la sorpresa.
Tras la dimisión en julio de Rishi Sunak, la que fuera ministra de Negocios, Kemi Badenoch, bautizada como «la niña bonita de la derecha», partió como la favorita con discurso anti woke y anti trans. Pero en las últimas semanas ha ido perdiendo fuerza y ha sido adelantada por Robert Jenrick, que ha impresionado con una campaña mucho mejor organizada. Su principal atractivo es que renunció como secretario de Estado de inmigración en el Gobierno de Sunak al considerar que no se estaba haciendo lo suficiente para recuperar el control de la fronteras. La inmigración es uno de los asuntos que más preocupa al electorado conservador.
Tanto Badenoch como Jenrick son los representantes del núcleo duro de la derecha. Tras la sangría de votos en los últimos comicios hacia el partido de derecha radical Reforma, liderado por el populista Nigel Farage, que conseguía por primera vez su entrada en Westminster, muchos consideran que recuperar a estos votantes desencantados es esencial para cualquier esperanza de volver algún día a Downing Street.
Pero los «tories» ya intentaron imitar a Farage eligiendo a Boris Johnson como líder. Y el experimento no salió muy bien. Ganaron los comicios de 2019 en un contexto excepcional marcado por el Brexit y Jeremy Corbyn como alternativa radical de la izquierda como candidato laborista. Pero apenas tres años después, cansados de tanto escándalo, fueron las propias filas quienes forzaron la dimisión del controvertido político de melena alborotada.
Después de que moderados como Penny Mordaunt (ex presidenta de la Cámara de los Comunes) y Grant Shapps (ya ex ministro de Defensa), perdieran su asiento, Tom Tugendhat, ex secretario de Estado de Seguridad, se presenta ahora como la opción para el sector más a la izquierda. Junto a él está James Cleverly, ex ministro del Interior y extitular de Exteriores. Muchos le ven con posibilidades de unir a las filas, como un actor mediático confiable.
Los cuatro candidatos serán entrevistados en la sala de conferencias el lunes y el martes: un interrogatorio de media hora seguido de preguntas del público. Y el miércoles tendrán el momento de la verdad con la oportunidad de realizar un discurso. El 9 y 10 de octubre se celebrarán rondas de eliminación hasta que sólo queden los dos finalistas elegidos entre diputados. Pero son luego los afiliados, donde predomina el perfil de hombre, blanco, mayor, situado más a la derecha, los que tienen la última palabra.
El ganador se anunciará el 2 de noviembre. Los ánimos en Birmingham están divididos. Algunos consideran que hay opciones de regresar al poder en cinco años. Otros creen que el líder que recuperará Downing Street aún «está en el colegio» asumiendo que queda por delante una larga etapa de penurias en la oposición.
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