Guerra en Ucrania
Irina, la soldado ucraniana que dio su vida por los heridos
La muerte de la joven periodista en el campo de batalla refleja la lucha sin cuartel de Rusia en el frente de Járkiv
«Quiero tener hijos. Quiero una casa. Quiero plantar tomates. Pero lo más importante es poner fin a la guerra», compartió Irina Tsybukh poco antes de que su vida terminara el jueves en la región de Járkiv, donde las fuerzas ucranianas han estado repeliendo una nueva ofensiva rusa. Conocida periodista y activista social en su vida civil, no pudo mantenerse al margen cuando Rusia lanzó su invasión de Ucrania. Pasó a formar parte del batallón Hospitalarios, que actuó en las zonas más acaloradas del frente para rescatar a los soldados gravemente heridos.
La mujer de 25 años comandaba un equipo de evacuación, cuya tarea principal era ayudar a transportar a los heridos desde el borde mismo de la línea del frente hasta un centro médico más cercano. «Cuando estoy transportando a los soldados heridos, trato de darles todo el amor y calor que puedo para distraerlos del dolor», describió su experiencia en un diario, partes del cual este periódico publicó hace más de un año. Lo registraba en el frente, entre los sonidos de las explosiones cercanas. «La guerra es el peor lugar en el que he estado. Pero te da un billete a la vida real, al mundo de la auténtica independencia y subraya lo transitoria que es cualquier existencia», afirmó también.
El vehículo de evacuación médica de Irina era un objetivo frecuente para los rusos. Apenas escapó con vida del peligro tantas veces que en algún momento aceptó que su vida podía terminar en cualquier momento. Mientras escuchaba «Dream On» de Aerosmith, escribió una carta que su hermano, Yuriy, citó tras enterarse de su muerte. «Mi vida ha terminado y para mí era importante vivirla con dignidad: ser una persona honesta, amable y cariñosa», escribió, hace más de un año. «La libertad es el valor más alto».
En los últimos meses de su vida, Irina también había estado trabajando en como mejor preservar la memoria de miles de soldados caídos en la sociedad ucraniana. «Chicos, disculpadme por no estar con vosotros todavía», recordó haber pensado con frecuencia mientras visitaba sus tumbas.
Irina murió tres días antes de cumplir 26 años. «Estoy muy orgullosa de haber vivido hasta los 26 años», escribió en su último post en las redes sociales. «No tenemos palabras. Nadie todavía cree lo que pasó. Es un dolor indescriptible y una pérdida increíble no sólo para el batallón, sino para toda Ucrania», reaccionó su unidad. «Ella estaba salvando vidas. Sin embargo, Rusia la mató. Rusia sólo necesita sangre. Más sangre», reaccionó el conocido comediante Vasyl Baidak.
«Quiero conocer a las personas talentosas viendo sus obras y no a través de la noticia de su muerte. Estamos cansados de vivir así durante 10 años», afirmó también, instando a los aliados a dar permiso a Ucrania para atacar objetivos militares en Rusia, al otro lado de la frontera cercana, para mejorar la capacidad del país de defenderse. «Solo pedimos que nos permitan proteger a nuestro pueblo de forma justa», subrayó Baidak.
«Junto con gente así deberíamos haber construido nuestro país, poner fin al legado postsoviético y solidificarnos finalmente en los valores europeos. En cambio, nos estamos enterrando uno a uno», escribió el psicólogo Artem Osypian.
Rusia está aumentando sus fuerzas en la región de Járkiv, transfiriendo regimientos y brigadas adicionales a la zona, informó el jueves el comandante en jefe de Ucrania, Oleksandr Syrskyi. Por el momento, esto no es suficiente para una ofensiva a gran escala y un avance ruso a través de la defensa ucraniana, señaló.
En Vovchansk, un objetivo clave para Rusia, Ucrania ha podido recuperar algunas posiciones perdidas anteriormente. «Las fuerzas armadas de Ucrania controlan ahora la mayor parte, unos 70% de la ciudad. Los combates callejeros continúan», informó Yuri Povj, el portavoz del grupo local del Ejército ucraniano.
Incapaz de avanzar, Rusia ha estado atacando posiciones ucranianas con potentes bombas aéreas guiadas y artillería. Hasta ahora, Rusia ha lanzado más de 3.200 bombas de este tipo sólo en mayo, mientras que Ucrania carece de defensas aéreas modernas para derribar los aviones que Rusia utiliza para lanzarlas. La llegada de los modernos aviones de combate F-16, así como la capacidad de atacar aeródromos rusos con misiles ATACMS proporcionados por Estados Unidos, podrían mejorar la situación, señalan los analistas militares.
A pesar de sus ataques contra Járkiv, los principales esfuerzos rusos en el campo de batalla se centran en Donetsk, donde sus fuerzas han logrado avances limitados, pero graduales, en el área entre Pokrovsk y Avdiivka. Después del avance en el pueblo de Ocheretyne, los rusos han estado asegurando sus flancos mientras que el Ejército ucraniano se ha visto obligado a retirarse lentamente en varios lugares. Rusia también ha logrado pequeños avances en Chasiv Yar, ciudad clave en el camino hacia Kramatorsk y Sloviansk, los bastiones de Ucrania en Donetsk, aunque se espera que un grupo de barreras naturales ralentice su progreso.
Los ucranianos también han acogido con agrado las noticias de nuevas promesas de ayuda militar de España, Suecia y Bélgica esta semana. Esperan especialmente las defensas aéreas, aviones militares y vehículos blindados de combate.
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