Relaciones Estados Unidos-Irán
Reino Unido se plantea imponer sanciones contra Irán por la captura del carguero británico
Irán ha reconocido que la captura del petrolero británico es un “acto de represalia” por la retención del petrolero iraní “Grace 1”.
Irán ha reconocido que la captura del petrolero británico es un “acto de represalia” por la retención del petrolero iraní “Grace 1”.
El Gobierno británico se está planteando anunciar hoy un paquete de sanciones contra Irán después de que la república islámica capturara este viernes un petrolero de bandera británica en el estrecho de Ormuz y incluso podría pedir la restitución de las sanciones de Naciones Unidas y la Unión Europea contra Teherán tras la moratoria alcanzada con la firma del histórico acuerdo nuclear de 2015, según fuentes de 'The Telegraph'.
Se espera que el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, presente este domingo las medidas ante la Cámara de los Comunes, según las mismas fuentes.
Este paquete de medidas comprendería sanciones diplomáticas y económicas, incluidas posibles congelaciones de activos, en respuesta a la captura del 'Stena Impero'.
Es más: Reino Unido también podría presionar para que se reanudaran las sanciones de la Unión Europea y las Naciones Unidas tras su levantamiento en 2016 como parte del histórico acuerdo nuclear firmado el año anterior entre Irán y la comunidad internacional, de acuerdo con las fuentes del medio.
Irán eleva la tensión con Europa
Los iraníes cuentan con un nuevo enemigo más a su «yihad» contra los intereses del petróleo mundial y como ya había avisado con antelación detuvo a un petrolero británico como acto de represalia por la retención en Gibraltar del buque cisterna iraní «Grace I» desde hace dos semanas. El «Stena Impero» con 23 tripulantes fue capturado el viernes en el Estrecho de Ormuz por la Guardia Revolucionaria iraní. Según informó ayer este cuerpo de élite un buque de guerra británico intentó impedir el viernes la captura del «Stena Impero» en Ormuz, al tiempo que publicaron un vídeo de la detención.
El portavoz de este cuerpo militar de élite, Ramezan Sharif, explicó en un comunicado que a pesar de «la intervención» del buque de guerra, que no es identificado, los comandos navales iraníes pudieron llevar el petrolero a la costa. El portavoz de los Guardianes, agregó además que el «Stena Impero» apagó su localizador GPS y entró en el estrecho de Ormuz por el sur, que es la vía de salida. Sharif denunció que ignoró «las advertencias y avisos» de la Fuerza Naval del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, al tiempo que insistió en que estas normas de navegación se aplican en todo el mundo.
El portavoz denunció de hecho «los comportamientos arrogantes, provocadores y amenazadores de algunos buques extranjeros y el incumplimiento de las normas marítimas internacionales». Las autoridades iraníes acusaron al petrolero británico de «no respetar las normas de navegación», algo que su naviera –Stena Bulk– rechazó. El petrolero perdió el contacto con su operador la tarde del viernes , después de recibir el aviso de que varias embarcaciones sin identificar y un helicóptero se le estaban acercando. El operador del buque informó de que el petrolero cumplía «plenamente» con todas las regulaciones sobre la navegación internacional cuando fue interceptado en Ormuz.
El secretario del poderoso Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezai, aseguró que las autoridades no retrocederán a la hora de «tomar medidas de represalia». «No buscamos la guerra, pero no retrocederemos ni un milímetro para tomar medidas de represalia, ya sea contra Sadam (Husein), (Donald) Trump o la Reina», ha escrito Rezai en su cuenta de Twitter, aludiendo en último término a la corona británica.
En la misma línea, el portavoz del Consejo de Guardianes, Abasali Kadjodai, señaló que «la regla de la represalia es un concepto reconocido en el derecho internacional que se usa frente a las medidas ilegales de otro país». Por ello, considera que la captura del «Stena Impero» es «correcta» para hacer frente a «una guerra económica ilegal y a la incautación de petroleros», en referencia a las sanciones estadounidenses contra Irán y a la detención del buque iraní.
La captura del petrolero ha agravado la crisis entre Teherán y Londres. Desde Reino Unido se ha pedido a los barcos con bandera británica que eviten navegar por el estrecho de Ormuz durante un «periodo provisional» a fin de bajar las tensiones en la zona. El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, informó ayer de que ha hablado con su colega iraní, Mohammad Javad Zarif, para expresar su «gran decepción» por esta situación y hacerle saber que los barcos que naveguen con bandera británica serán protegidos. Hunt advirtió de que Irán ha elegido «un camino peligroso de conducta ilegal y desestabilizadora» con sus acciones. Además, el ministerio de Exteriores convocó al encargado de negocios de Irán en Londres, Mohsen Omidzamani, como parte de los esfuerzos diplomáticos de Reino Unido para defender sus intereses.
En respuesta, el jefe de la diplomacia iraní dijo que por su parte, el ministro iraní exigió a Reino Unido dejar de ser «cómplice» de las sanciones de Estados Unidos contra Irán.
«Reino Unido debe dejar de ser cómplice del terrorismo económico de Estados Unidos», escribió Zarif en su cuenta oficial de Twitter, en alusión a las sanciones impuestas por Washington a Irán tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015.
El líder del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniye, anunció anoche la visita a partir de hoy de una delegación a Irán. «La delegación de altos cargos de Hamás inicia hoy su visita a Irán que durará varios días, esperamos con impaciencia unos resultados importantes de esta visita», ha hecho saber Haniye en un comunicado, recogido por la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti. El líder de Hamás no ha precisado el tema de las negociaciones que se entablarán en una visita realizada en medio del aumento de tensiones.
British Airways suspende sus vuelos a El Cairo por "precaución"
La aerolínea británica British Airways anunció ayer la suspensión durante siete días de todos sus vuelos a El Cairo como "medida de precaución".
"Estamos revisando constantemente nuestros protocolos de seguridad en nuestros aeropuertos de todo el mundo y hemos decidido suspender durante siete días los vuelos a El Cairo como precaución con vistas a una nueva evaluación", ha hecho saber la compañía en un comunicado.
"La seguridad de nuestros clientes y tripulación siempre es nuestra prioridad y jamás haremos despegar uno de nuestros aparatos a no ser que sea completamente seguro", ha añadido la compañía.
Esta decisión tiene lugar en medio de un importante episodio de tensión entre Reino Unido e Irán después de que la república islámica apresara este viernes un petrolero de bandera británica en el estrecho de Ormuz.
Teherán ha justificado la interceptación del barco británico con el argumento de que se vio implicado en un accidente con un pesquero iraní y siguió navegando desoyendo la llamada de auxilio que emitió dicha embarcación. Reino Unido ha exigido la devolución inmediata del carguero.
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